-Sígueme.- cogí una escalera de dentro el armario.
-¿Dónde vas con esto?- pregunta él extrañado.
-Al balcón.
-Si quieres bajar vamos por las escaleras normales como todo el mundo y salimos...- ironiza.
-No quiero bajar, quiero subir
Carlos me miró extrañado. Puse la escalera en la pared del balcón y me dispuse a subir sin detenerme apenas a mirar si me seguía.
-Vamos a ir al tejado- le grito desde arriba.
-¿Estás loca? Nos podemos caer- se escandalida mirándo hacia arriba, donde yo casi ya he llegado.
-Lo dice el que saltó desde su habitación a la mía...- le hice un gesto en señal de que subiera él. Al llegar arriba le tendí la mano para ayudarle, ya que era un poco complicado y quedamos más cerfca de lo que pretendía, pero él no se dió cuenta de eso, por lo que empezó a mirar a su alrededor en busca de respuestas.
-¿Que hay aquí?- me pregunta tras no encontrar nada especial a la vista.
-Gírate
En cuanto se grió vió lo que yo quería decir, la puesta de sol en el mar. Por eso le había hecho esperar hasta esa hora. El sol empezaba a descender, y se colaba entre las montañas a la lejanía. Se quedó unos segundos contemplando el paisaje.
-Wow
-¿Te gusta?- pregunto sonriendo como una idiota.
Carlos asintió sin apartar la mirada del mar.
-Cuando algo me preocupa o estoy depre subo aquí. Para estar sola y que nadie me moleste- le cuento al fin.
-¿Y porque me has traido aqui?
-No se- me siento en el suelo.- Supongo que porque necesitaba que alguien lo supiera, y como sabes lo de mis textos...
-¿Nadie más sabe lo de los poemas?- negué con la cabeza mirando al mar.- ¿ni Laura?- volví a negar- me siento afortunado...
Reí ante su comentario. Estuvimos un rato en silencio contemplando el mar.
-¿Aquí también escribes?- pregunta tras minutos de silencio absoluto.
-Algunas veces...
-¿Y porque escribes?- esto empezaba a parecer un interrogatorio. Meses antes me hubiese hartado de sus preguntas y hubiera preferido que se marchara, pero hoy no, hoy es diferente.
-Te dije que no vas a sacármelo- aún que no me moleste su insistencia, no se lo voy a decir.
-Y yo te dije que sí- reí.
-Venga, ¿Porque no?- insiste aún más.
-Venga hermanito vamos para abajo que si nos pillan...
Bajó Carlos primero. Y cuando empecé a bajar, la escalera se tambaleó y me quedé medio colgando.
-¡Joder! ¡Carlos que me caigo!- le oí reír.- no estoy para bromitas, ¡ayudame!
*narra Carlos*
Estaba a un metro y medio del suelo, pero ella no lo veía, si por alguna razón, cayera, no se haría mucho daño.
-¿Cómo quieres que te ayude?
-Y yo que sé, ¡haz algo!
Me puse delante suyo para que se apoyara en mi y cuando bajara, como si estuviese a caballito.
-Sueltate.
-¿Estas loco? Ni de broma- niega con la cabeza.
-Sueltatee...
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Palabras Olvidadas- Julright
Roman d'amourJulia es una chica que ha tenido una vida un tanto ajetreada. Su padre la abandonó a ella, a sus 2 hermanos y a su madre durante el embarazo del pequeño de los 3. No han vuelto a saber de él. Poco a poco salieron a delante. Ahora, con quince años...