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Fuimos a cenar y la cena se hizo soportable, excepto por Carlos que cuando podía, me dejaba en ridículo o se reía de mí. No le respondía, lo dejaba pasar, quería ser educada delante de mi madre.

Hasta que no pude más.

-Oye, eres muy pesado, ¿Te lo habían dicho nunca?- dije alzando la voz.

-¡Julia por favor!- dijo mi madre

-No te insultado, ¿que te he hecho yo para que me hables así?- empezó a hacerse la víctima. En ese momento le hubiese estampado un pastel en la cara...

-Perdónale Carlos, no quería decirlo, ¿verdad?- Sergio me dió una patada en la espinilla por debajo de la mesa y me miró con cara de que le pidiera perdón.

-¡No le voy a decir perdón! No le he hecho nada.- me cruzé de brazos.

-Tranquilo Sergio, no pasa nada, no se lo tendré en cuenta.- me miró y me sonrió. No había visto nunca una sonrisa tan falsa en mi vida.

-¿Y qué Julia, ¿Os habéis puesto de acuerdo con el baño?

Iba a contestar cuando Carlos se me adelantó.

-Sí papá, en dos minutos ya lo teníamos decidido.

Carlos se sentaba a mi lado, y aprovechó para ponerme la mano sobre mi hombro como si no llevaramos bien. Yo me limité a sonreír.

-Me voy a dormir, hoy a sido un día un tanto ajetreado, ¿verdad?- dije mirando a Carlos, el cual asentía con la cabeza.

-Ni que lo digas.- ¿porque se le daba tan bien actuar?

-Buenas noches, hasta mañana.

Todos me respondieron con un simple buenas noches, y cuando iba a subir por las escaleras, Carlos me miró, y yo le enseñé el dedo corazón. Como le dio.

Al día siguiente me levanté y me estuve más de una hora en la cama con el móvil. Escuché que alguien venir y cómo no quería que se enterasen que estaba despierta me hice la dormida. Alguien entró, pero no se quien era, supuse que era mi madre. Entró en el baño y estuvo unos minutos dentro. Oí tirar de la cadena, y me dí cuenta que no era mi madre, ya que ella tenía baño propio, solo venía cuando quería limpiar algo. Luego pensé en mi segunda opción, y la más acertada, Carlos. No pude tener más mala suerte, que cuando salió me dí tal susto que se me cayó el móvil al suelo.

-¿Que haces?- silencio- Julia... Te he visto, estas levantada.- no me moví.- Que no soy idiota...

-Dejame dormir...- intenté disimular pero creo que lo hice de pena.

-Tu misma... Son...

Antes de que pudiera pronunciar el nombre de mi madre entero, intenté que Carlos dejara de gritar.

-Shhht, vale vale si, estoy despierta, pero callate.

Me miraba, con su sonrisa malévola, y seguia mirandome.

-No digas nada porfa, mi madre me mata.- sabía que era una mala idea decirle que mi madre me regañaría, pero era la única forma de que se callase y también porque si decía algo, se creería antes a Carlos que a mi.

Rodé los ojos al ver que Carlos no cambiaba su expresión.

-¿Que quieres?

Me miró extrañado.

-¿Que quiero de qué?

-Que que quieres a cambio.

-Ahh, haber empezado por ahí...- volví a rodar los ojos.

Palabras Olvidadas- JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora