-Claro mamá, te entendemos, estoy muy feliz por tí.- Sergi decidió ser el primero en hablar. Despues me miró y hizo un gesto para que yo tambien hablara.
-Si claro mamá, estoy muy contenta, si a tí te hace feliz a mi también - dije no muy segura de mis palabras cogiéndole la mano.
-Entonces, ¿tienes novio?- preguntó Pablo.
Mi madre sonrió y asintió.
-Lo que quiero deciros con esto es que vamos muy en serio, y que hemos decidido una cosa.- mi corazón empezó a latir más rápido - Pasado mañana vendrá a vivir aquí con nosotros.- Me quedé helada, todo tan de golpe me sorprendió. Hubo un silencio un tanto incómodo. -No os preocupeis, es muy buen hombre, se llama Pedro y tiene dos hijos.- Lo que me faltaba, más personas dentro de casa, empezamos bien.- Uno se llama Juan, y tiene un año menos que tu Pablo, ¡ahora tendrás con quién jugar!- Pablo asintió contento- Y el otro es de tu misma edad Julia, se llama Carlos.- No me hacía mucha gracia, pero por mi madre, asentí contenta, merecía ser feliz.- Veréis que son muy buenos chicos, Carlos vendrá contigo al instituto, y Juan irá al colegio de aquí al lado con Pablo.
Mi madre empezó a contarnos cómo era cada uno, nos contaba que Carlos era deportista, también que Juan era un poco vergonzoso pero que eran los dos muy simpáticos.
-Os pido sólo una cosa chicos,- dijo al cabo de un rato- esto es nuevo para todos, queremos intentarlo, y tenemos que poner todos de nuestra parte, sino no funcionará.
Todos asentimos, Pablo estaba muy contento, siempre había querido un hermano más pequeño para poder jugar con él. Sergio disimulaba igual que yo, le conozco demasiado, aunque no estaba tan afectado como yo supe que no era la cosa que le entusiasmaba más en este mundo. Me despedí de ellos ya que era muy tarde y me fuí a dormir pensando en cómo iban a ser las cosas después de aquellos dos días, no quería que mi vida cambiase. También me preguntaba como serían ellos, no había visto ninguna foto. Todos estos pensamientos invadieron mi cabeza hasta que del cansancio, me quedé dormida.
Al día siguiente me levanté casi a medio día ya que por la noche me había levantado alguna que otra vez por insomnio, hacía un par de semanas que me pasaba, no sé porque.
Bajé las escaleras y estaba Pablo jugando en el comedor y mi madre hablando por el teléfono. Cuando me vió, se despidió de la persona y por la forma en que lo hizo, supe quién era, Pedro.
-Buenos dias cariño.
-Buenos días mamá.- me acerqué a ella y le dí un beso en la mejilla.
-¿Has dormido bien?- me preguntó ella.
-Sí.- mentí.
-¿Era él?- le pregunté.
Ella asintió.
-Toma aquí tienes tu almuerzo hija.
-Pero si esto es muy poco.- repliqué.
-Ya es muy tarde para almorzar, de aquí poco comeremos.
Me comí la tostada que me hizo mi madre y subí a mi habitación. Me hice la cama y llamé a Laura.
-¡Hola!
-Te acabas de levantar ¿verdad?- me preguntó ella, cómo me conoce...
-Si.- respondí- No he podido casi pegar ojo.
-¿Y eso?
-Te tengo que contar algo muy importante. ¿Quieres quedar después de comer?
-Vale, ¿en la playa?
-¿Sitio de siempre?- le pregunté.
Ella asintió con la cabeza y una sonrisa.
-Tengo que ir a comprar con mi madre... Te veo luego.- se despedió.
-Adiós te quiero.
-Y yo.
Me tumbé en la cama y me quedé mirando al techo.
-¿Que haces?- miré hacia la puerta y vi a Sergio.
-Pues nada, pensar.
-¿En lo de ayer?- asentí. - Se que no te hace mucha gracia, pero tienes que entender a mamá, ella también tiene derecho a ser feliz.
-Lo sé, pero lo que yo no quiero es que las cosas cambien, lo hemos pasado mal, no quiero que ahora venga alguien y arruine todo esto.- mi hermano me abrazó.
-Tranquila, ya verás, mamá ha estado con ellos dos meses tampoco serán tan malos, ¿no?- dijo con una sonrisa en la cara intentando animarme.
Me limité a sonreír. Mi madre nos llamó para comer, y al acabar, me fui a hacer un poco de siesta antes de marcharme hacia la playa. Me levanté con la alarma de mi movil, me lavé la cara, me preparé y me despedí de mi madre.
Al llegar a la playa Laura ya estaba allí, sentada mirando al mar. Estar ahí las dos juntas era una cosa que nos encantaba, las dos solas, mirar al mar, escuchar el sonido de las olas y relajarnos. Al verme llegar me abrazó y nos sentamos.
Le conté todo lo que me dijo mi madre y ella se quedó igual de impactada que yo.
-¿Y dices que tendrás dos hermanos?
-Hermanastros.- le correjí.
-Y uno es de nuestra edad...- me dijo con una sonrisa pícara. Ví sus intenciones y le respondí.
-Ni se te ocurra, en serio, por favor.- las dos reímos.
-Pues ya te lo dejo para tí- me dijo.
-Si hombre, salgo con mi hermanastro ¿no?- Laura estaba loca, nunca sabías por dónde te iba a salir.
-Quien sabe....- me dijo riendo.
Estuvimos toda la tarde juntas, hablando y paseando por la ciudad hasta que se hizo de noche y mi madre me llamó. Nos despedimos y me fuí a casa.
Cenamos como de costumbre y nos dijo que su tren mañana saldría bien temprano así que a las doce del mediodía ya estarían aquí. También nos dijo que no hacía falta irlos a buscar a al estación, vendrían con un taxi hasta nuestra casa ya que todos en un coche no cabíamos. Me fuí a dormir y del cansancio, caí rendida al momento.
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Palabras Olvidadas- Julright
RomanceJulia es una chica que ha tenido una vida un tanto ajetreada. Su padre la abandonó a ella, a sus 2 hermanos y a su madre durante el embarazo del pequeño de los 3. No han vuelto a saber de él. Poco a poco salieron a delante. Ahora, con quince años...