Miel, dulce como la miel.

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Nicolás caminaba hacia ella hasta arrinconarla en la pared de la cocina ella no dejaba de ver sus penetrantes ojos, mientras el la veía con esa mirada tan oscura que solo el podía brindarle, Alice toco el torso descubierto de Nicolás y dijo —sabia que vendrías por mi, tardaste mas de lo que pensé

—no pareces tener miedo querida, ahora que sabes todo, tendré que matarte, no quiero ver tus ojos llenos de odio, como el día del juicio

Alice tomo la mano de Nicolás y con esos ojos seductores que solo ella podía brindarle remojo sus labios y dijo —no tengo miedo Nicolás, te espere por mucho tiempo, yo también te extrañe

Alice coloco la mano de Nicolás en su cuello, y lo veía con la misma intensidad y oscuridad que el mismo Nicolás.

Nicolás Apretó con fuerza el cuello de Rose, y el dijo —sabes el día que te vi en el bar, ese día vine directo a llevarte conmigo para después matarte— Alice no parecía incomoda mientras el apretaba su cuello, solo le daba su sonrisa oscura, el llevo s pulgar a los labios de Rose rosándola mientras ella se removía para dar su cara de placer cuando su rudeza se volvió caricia, Nicolás agrego —pero luego me besaste, y pensé que al fin podría tener lo que siempre quise de ti, tu amor—

Alice lo atrajo a ella del rostro, tan cerca, para rosar sus labios con los de Nicolás y dijo —puedes seguir siendo Alexander, por mi—

Nicolás la tomo con fuerza del trasero para subirla a sus caderas, y besarla apasionadamente, sus besos se volvían salvajes, y pasaba a su cuello, y a su pecho, ella tenia las manos entrelazadas en su cabello, y mordía sus labios, mientras lanzaba gemidos de placer al aire, Nicolás la apoyo en el desayunador que quedaba justo detrás del lavaplatos, Las piernas de Rose lo rodeaban de la cintura y el siguió besándola con fuerza, cuando Rose tenia un poco de aliento dijo mientras tomaba el cabello de Nicolás con fuerza

—sabes siempre me arrepentí de haberte entregado ese día a la policía

Nicolás seguía besándola y la acostó en ese lugar quedando su cabeza casi en el aire justo en el lava platos, el besaba su abdomen y bajo un poco mas para besar su ingle, ella se removió llevando sus manos hacia atrás de su cabeza tocando el lavaplatos, y encogiendo la pierna, después de que el seguía besando su abdomen ella dijo —debí haberte matado yo misma— le clavo el cuchillo que tomo del fregadero, en el cuello, y con la mirada de Nicolás fija en ella, Rose sonrió y llevo su pie hasta el pecho de Nicolás y lo empujó con fuerza haciendo que el cuchillo saliera y el cayera con fuerza al suelo.

Nicolás tocaba su cuello para detener la hemorragia pero era inútil, estaba desangrándose rápidamente en el suelo, Rose se bajo del desayunador, Nicolás no podía articular ni una palabra, solo la observaba lleno de asombro, Rose se acerco a el dejando el cuchillo lleno de sangre en la mesa, y se agacho para ver de cerca de Nicolás. Ella dijo

—Crees que no lo sabia,—

Le acaricio el rostro y continuo —pudiste haber cambiado tu rostro, hasta tu cuerpo un poco, pero nunca podrías cambiar tu maldita esencia—

Rose le sonrió y el dejo de moverse y de respirar, sus ojos estaban abiertos, y ya era otro muerto en la vida de Rose.

Rose, se puso en pie, y camino a la habitación, abrió el armario y encendí la luz, reviso en el estante mas escondido y saco de allí una maleta de mano, la llevo hasta la cama y al abrirla había dinero, mucho dinero, unas llaves, y un pasaporte, lo reviso y leyó su contenido viendo su fotografía, y su nuevo nombre ‹‹Camile Petrova››, volvió a guardarlo y camino hasta la cocina de nuevo, paso por encima del cuerpo de Nicolás y tomo el cuchillo, lo metió en la maleta, tomo su abrigo y salió de la casa.




Un Año después.......

Rose se coloca ese labial rojo que hacían que se viera hermosa, acomodo su flequillo y paso por detrás de su oreja ese corto cabello rubio, veía el espejo esos ojos verdes, preciosos, y al fin sonreía un poco, volteo y la vista de aquella habitación de hotel era maravillosa.

Recordó su llegada a la universidad donde caminaba a su nueva vida hace un año, recibió una llamada y esa voz tan reconocida para ella, fue la que comenzó la venganza contra aquel hombre que había manchado su pasado.

—¿Rose?

—estoy aquí

—el escapo hace mucho, su recuperación fue rápida

—lo se.

—recibiste la fotografía

—si, lo seguí ayer en la noche, se hará pasar por un maestro

—¿quieres que me encargue yo?

—No, esta vez yo me encargo de todo

—por favor cuídate

—no te preocupes por mi— colgó la llamada

Coloco sus lentes negros y cruzo la calle para chocar con el sujeto que cargaba su destino.

Reacciono de su recuerdo y vio la hora, tomo su abrigo rojo y camino hacia el ascensor, bajo hasta el lobby y salió del hotel lujoso, vio que una camioneta negra la esperaba, ella brindo una sonrisa y ese hombre moreno abría la puerta de atrás del auto, ella dijo

—¿Listo para trabajar Max?

—claro jefa— contesto su amigo, el que había ayudado todo este tiempo. Cerro la puerta y conducía.

Rose vio el anillo en su mano, aquel anillo que un día Franco le entrego en su boda y le dio un beso, saco sus lentes negros y Max pregunto —quiere que el Jet este listo para las cinco, Señora Petrova—

—mejor a las cuatro y media, necesito arreglar cosas en el banco de Italia lo antes posible

—a las cuatro treinta será.

La camioneta desaparece en el Horizonte así como el pasado de la ahora llamada Camile Petrova.




Mancha del Pasado **COMPLETA**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora