El Dolor que causaste

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¿Que es esto? ¿Un hospital?, ¿estoy en un hospital?, aclaro mi mente, y recuerdo, veo que tengo puesta una intravenosa, me la quito, me duele la cabeza y una enfermera entra, me dijo —que bueno que despertó—

‹‹pensé esta es mi oportunidad››

—espere, señorita, donde estoy— siento el gran dolor en mi vientre, y viene a mi mente mi bebe, mi cuerpo comienza a temblar y le digo —mi bebe, que paso con mi bebe—

—iré por el doctor, su esposo esta fuera- dice la enfermera que intenta detenerme

—no, espere, ¿mi esposo?— pensé que franco estaba afuera todo esto había acabado, y mi bebe, que esta pasando ahora

veo que alguien viene, el doctor entro en la habitación y Nicolás esta con el, el se acerca y dice

 —mi amor, que bueno que despertaste—

yo me volví histérica y grite —auxilio, el no es mi esposo, ayúdeme, quiere matarme, el me lanzo de las escaleras, me removí en la cama el dolor estaba allí, el doctor llamo a las enfermeras, y me colocaron un sedante, yo repetía, ‹‹no es mi esposo››, hasta dormirme de nuevo.

No se cuanto tiempo ha pasado, quiero mover mi mano pero algo me lo impide, veo que tengo puesta una muñequera, estoy amarrada a la cama del hospital, intento levantarme pero siento que alguien entra, cierro los ojos trato de parecer dormida, es Nicolás, lo se por su voz, y no viene solo, esta con el doctor al menos eso supongo, el doctor comienza la charla, —lamento lo que paso con su esposa, es muy joven

—no sabia que ella estaba embarazada— esa era la voz de Nicolás.

—lamento su perdida, son una pareja muy joven y su esposa no podrá tener hijos después del accidente

lo que estoy escuchando es que mi hijo murió, mis ojos comienzan a derramar lagrimas, esas lagrimas de dolor amargo que solo podía provocarme Nicolás, sigo escuchando, su conversación —yo la amo, y no voy a dejarla jamás, pero por favor dejen que sea yo quien le diga que nuestro hijo murió

—claro, entendemos, y lamentamos su perdida

—gracias

—ha considerado nuestra propuesta, ella puede pasar aquí unos meses, por su diagnostico de esquizofrenia y doble personalidad, es peligroso que este en casa, tenemos muy buenos psiquiatras en este lugar

—quiero que este cómoda mientras se recupera, la verdad es que no puedo estar lejos de ella por mucho tiempo. Pero la dejare por su seguridad, hasta que este lista para dejar el hospital.

—pase conmigo a la oficina, para dejar el papeleo en orden

Salieron de la habitación, quería morirme, que me quedaba ahora, nada, mi pecho dolía, y ahora nadie podía ayudarme, creen que estoy loca, pero eso ya no me importa, había perdido a mi hijo, ya no me quedaba nada.

Tenia la mirada perdida y estaba sentada en la cama cuando Nicolás llego a la habitación, mis ojos quedaron secos, solo tenia algo para dar al mundo, y eso era odio, rencor contra ese monstruo, ni siquiera quería darle la cara, pero lo vi, quería saber como iba a decirme que perdí a mi hijo, quiso tomar mi mano, pero no lo permití, Nicolás dijo sentándose en la cama,

—tienes que quedarte unos días aquí, estas aun delicada, ya sabes lo que paso, pero no te culpes, y descuida, nunca quise hijos todo estará bien.

—lárgate— conteste en un tono seco y sin mostrar emoción alguna, no grite solo lo dije sin temor alguno, lo veía fijamente a los ojos y el dijo —fue lo mejor Rose, así no tienes nada de ese infeliz bastardo— volví a repetir

 —ya lárgate—

 Nicolás dijo —volveré por ti en unos meses, arreglare un nuevo lugar para ti, no quiero que vuelvas a esa cabaña, aquí estarás muy bien cuidada, te amo, regresare pronto— me tomo la cabeza y me dio un beso en la frente, salió de la habitación, y yo solo pensaba en como podía morirme de una vez por todas.


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Nos aproximamos a un final inesperado...

gracias por seguir  Mancha del pasado

muy pronto nueva obra en camino

Mancha del Pasado **COMPLETA**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora