–¿Puedo, puedo acariciarte?– preguntó tímidamente Bruno a Serena.
–Claro– respondió ella y agarró una de las manos de Bruno y la puso sobre su rostro.
Primero acarició sus mejillas, luego sus labios, sacándole una sonrisa haciendo que se formen sus hoyuelos, también pasó delicadamente sus manos por los ojos de la chica que se encontraban cerrados, mientras que ella disfrutaba de la sensación que le transmitía, y por último acarició su cabello.
–Tus mejillas son tan suaves que parecen de porcelana. Tu cabello es tan enrulado que siento que mis dedos se quedarían atrapados y tus labios tan carnosos que me dan ganas de besarlos una y otra vez.
–¿Entonces que esperas?– susurró Serena y lo besó.

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playa
Short Story"El amor es ciego", y esta historia es la perfecta prueba de eso. •Queda prohibida cualquier tipo de copia y/o adaptación. ~se original y no copies~ © -whosro , Romi. 2018