Taehyung loves Jungkook [KOOKV - #2]

09

    La noche se había hecho presente, aquella conversación que el pelirrojo había tenido con Jungkook no había resultado muy bien. Sus pensamientos seguían dando vueltas hacia aquellas palabras y esos malos gestos expuestos por su menor. El rechazo aparecía en su cuerpo y las ganas de llorar de forma descontrolada estaban presentes, pero él las aguantaba.

Las puertas de un ascensor se abrieron, el menor se acercó a una puerta y tocó el timbre de ella.
Unos minutos pasaron y un rubio muy adormilado se asomó.

—¿Tae? —Preguntó y al notar sus ojos levemente irritados, habló nuevamente—. ¿Qué te pasó?

—¿Puedo entrar? —Pidió, con una sonrisa bastante débil decorando sus labios.

—Claro. —Frunció levemente su ceño y abrió la puerta.

—¿Y Yoongi Hyung?

—En el octavo sueño. No te preocupes, a esta hora no lo levanta ni Camila Cabello cantando Havana.

Tae rió al escucharle y se sentó en el sofá.

—¿Quieres algo de tomar? —Preguntó—. Hace mucho frío afuera. ¿En dónde estabas?

El pelirrojo bajó su cabeza y empezó a jugar con sus manos.

Pudo arrepentirse al tomar la decisión de no decirle nada a su amigo. Ahora mismo llegaba con esa intención, mostrarle la situación y pedirle, de algún modo, mucha ayuda y compresión por su parte.

—¿Qué pasa, Tae? Me estás preocupando.

—¿Sabes? Yo… he estado mintiéndote últimamente —admitió, con un fuerte ardor en sus ojos—. No-no voy mal en mis clases, yo… he estado viendo a Jungkook.

Jimin se mantuvo en silencio, mientras le seguía escuchando.

—Te dije que lo había notado extraño, que lo percibía totalmente distinto y-y… tenía razón. —Respiró muy profundo y talló su cara.

—Tae… —Suspiró Jimin y se cruzó de brazos. —¿Tienes algo con él?

El pelirrojo con mucha culpa, decidió asentir de forma lenta.

—Yo-yo… lo hice enojar hoy —informó—. Él desaparece todos los fines de semana y yo me preocupo. Se supone que el día de hoy iba… iba a ser diferente. —Sonrió con algo de culpa. —Lo invité a ir a un lugar y me puse muy feliz cuando aceptó. Pero ahora… ah-ahora lo estoy intentando llamar y no me contesta. —Relamió sus labios e intentó guardar sus lágrimas por un momento más.

—Tae —habló serio—. ¿No tienes ni idea en dónde se mete?

El pelirrojo negó.

Jimin hizo una mueca de disgusto. —¿Por qué no me dijiste nada? Tae, yo… suelo ser muy inquieto y todo lo que quieras, pero soy muy serio cuando se trata de ti y de tus problemas. Te he dicho que estoy para ti, no precisamente para que sientas un apoyo, sino, porque sé que eres muy sentimental y tiendes a plantarte ilusiones en donde NO las hay. Por eso… Taehyung, por eso te rompes fácilmente. —Respiró profundo y se acercó a su menor.

Éste lo único que sabía hacer, era quedarse en silencio y escuchar cada palabra.

—Taehyung —continuó el rubio—
¿Esta conversación no te recuerda a algo? —Preguntó, y al no recibir respuesta terminó por decir—: Mejor dicho, ¿no te recuerda a alguien?

El menor apretó sus labios y mantuvo su cabeza gacha. —No lo entiendes —musitó.

El mayor se colocó de pie y tomó su teléfono para empezar a marcar un número.