Epílogo

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Un año después.

    Jungkook se sentía inesperadamente nervioso, era el momento y aún recordaba todos los sucesos pasados en tales ocasiones. Mucho más, el cómo algo que él esperaba con muchas ansias, no se había podido cumplir.

Estaba de pie y a la espera del castaño, todas las personas entraban al gran lugar con caras muy sonrientes y agradables; muchos llegaban en familia y otros con su pareja.

Y es que ése lugar era una buena idea para personas de cualquier rango de edad.

—¡Jungkookie! —Llamó el castaño, mientras se acercaba rápidamente hasta él.

El nombrado lo miró y no pudo evitar soltar una sonrisa bastante grande. —Vaya, qué raro, llegando tarde —molestó.

—¡No sabes qué tanto me tocó soportar a Jimin y a mi mamá! —Se excusó—. Por cierto, mamá quiere que llegues a la casa después.

—No hay lío —mencionó—. Por cierto —habló nuevamente y el mayor le miró—. Te ves muy lindo —halagó.

—Gra-gracias —habló muy sonrojado y miró hacia otro lugar.

—¿Por dónde quieres empezar? —Preguntó el azabache.

Taehyung miró el lugar y de forma inmediata su rostro se iluminó al ver la cantidad de juegos que habían en toda la zona.

—¡Mira! —Tomó la mano de su menor, señaló a un lugar en específico y lo arrastró hasta allá.

El castaño parecía un niño, uno bastante feliz y satisfecho con el montón de cosas que podía hacer y jugar. Jungkook lo único que hacía era seguirle y optar por subir a cada atracción junto a él.

Las horas pasaron volando en ésa situación, la noche había llegado junto a un cielo estrellado que se dejaba apreciar debido a que estaban al aire libre.

—¡Dios mío, pensé que me iba a terminar cayendo! —Alegó con mucha emoción el castaño, mientras sostenía un peluche gigante con forma de conejo rosado.

—¿Viste al niño llorando? —Empezó a reír el azabache, mientras acomodaba las orejitas de conejo que Taehyung le había dado, en su cabeza.

—Eso no da risa, Kookie. —Hizo un puchero, pero al recordarlo, tuvo que apretar sus labios para no soltar alguna carcajada.

—¡Fue gracioso para ti también! —Aseguró, se acercó a su castaño y empezó a hacerle cosquillas.

—¡No-no! ¡E-espera! —Reía mientras intentaba alejar las traviesas manos del azabache.

Jungkook igual rió, se acercó por detrás y abrazó al castaño por su cintura. —Tae —le llamó un tanto más serio, y apoyó su barbilla en el hombro de este.

—¿Sí? —Preguntó, con una pequeña risita.

—¿Quieres subir ahí? —Ofreció, mostrándole la gran y luminosa atracción que tenían justo al frente.

“—¿Has oído de la rueda de la fortuna? —Preguntó y empezó a acariciar el cabello del mayor—. Dicen que si te subes a ese lugar junto a la persona que más quieres, ella será parte de ti por el resto de tu vida.”


Taehyung sintió un fuerte punzón en todo su pecho, no se molestó en apretar muy fuerte sus labios al sentir cómo estos temblaban y tragar muy fuerte debido a que su garganta amenazaba con pesar.

Recordaba ésos ojitos llenos de brillo que tenía Jungkook al momento de expresar aquellas palabras, cómo le sonreía y cómo esperaba que tal situación se presentara.

Taehyung loves Jungkook [KOOKV - #2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora