Taehyung loves Jungkook [KOOKV - #2]

06

    Todo estaba siendo un asco.

El mayor mantenía su mirada fija en su celular, esperando algún atisbo de vida por parte de su menor. Se había perdido desde el fin de semana, era la hora y ni a clases había llegado.

Era obvio que Taehyung iba a sentirse preocupado; le había preguntado a Joy sobre el chico y no obtuvo ninguna respuesta clara sobre él. Lo único que hizo fue darle su dirección y avisarle que, seguramente, se encontraba con mucho dolor de cabeza y tufo.

Y es que… ¿ése era el tipo de costumbres que había adquirido en todo ése tiempo?

¿Con quienes se juntaba como para haber terminado así?

Jeon Jungkook… él no era nada de eso.

El pelirrojo suspiró pesado y tocó el timbre del apartamento. Al no ser atendido, simplemente tomó las llaves que la pelinegra le había dado e ingresó sin más.

El lugar estaba ordenado y muy limpio.

—¿Jungkook? —Llamó, intentando no sentirse enojado y empezó a caminar por la pequeña sala.

Se escucharon unos pasos y el mayor de inmediato volteó.

Y ahí se encontraba, con un rostro muy cansado y con su cabello hacia todas las direcciones posibles. Sus ojeras eran obvias, además de que se notaba que había luchado mucho para lograr colocarse de pie.

—¿Estás… bien? —Fue lo primero que preguntó el pelirrojo.

Jungkook simplemente se encogió de hombros y talló su cara. —Creo.

Taehyung se acercó hasta el menor, hizo una mueca y lo obligó a sentarse en el sofá. —¿Quieres algo? No lo sé, ¿comida?, ¿agua?

—No —respondió de forma simple y le miró—. Así estoy bien.

El mayor lo miró por un rato y se sentó a su lado. —¿Sabes? Me preocupé.

—Lo siento —mencionó y miró a Taehyung—. Debí haberte dicho algo.

—Exactamente es eso —bufó—. Jungkook, desapareces y no sé qué onda. Y no, no estoy diciendo que tengas que decirme hasta en qué momento te rascas la barriga; sólo quiero señales de vida por tu parte. Algún texto, quizá.

El menor respiró profundo y dijo—: ¿Podemos hablar de eso en otro momento?

—¿Y cuándo? —Preguntó, irritándose cada vez más—. ¿Hasta que te vuelvas a perder y de nueva cuenta, no sepa un carajo de ti?

—No he dicho eso —objetó—. ¿Puedes por favor bajarle una raya?

—Mierda, no me pidas que me calme cuando ya estoy calmado —advirtió—. Me preocupas, ¿bien? Todo esto lo hace.

—Esto no es nuevo.

—Para mí, sí. Toda tu actitud lo está siendo.

Jungkook soltó un bufido y talló su cara; hacía entender que la conversación lo estaba hartando.

Habían sido dos meses totalmente complicados y llenos de discusiones.

Taehyung lo miró por un rato, hizo una mueca de disgusto por la situación y decidió tomar una buena bocanada de aire para intentar centrarse.

—Jungkook…

—¿Sí? —Preguntó, y lo miró directamente a los ojos.

Taehyung lo observó con ojos un poco más comprensibles y dejó a una de sus manos acariciar una de sus mejillas. —¿Por qué no te das un baño con agua tibia, hm? Yo intentaré preparar algo para la cena.