Tenía la esperanza de que la mirada que le y les estaba lanzando llegará como una clara advertencia. Lo único que sentía y podía sentir era aquel sentimiento de posesividad, el querer gruñir e ir a buscar lo que para él era suyo.Eso le pasaba por haberse enamorado de una Omega que era popular en su escuela. Además de respetada por todos.
Sin embargo, a pesar de ello, se suponía que entre ellos tenían algo. Y sabía que no tenía nada que ver con el hecho de que estaba hablando con distintos Alfas y Betas, después de todo sus padres le enseñaron que cada uno era libre y podía hacer lo quisiera, pero no por eso dejaba de sentir celos al verla reír y sonreír con otras personas que no eran él. La culpaba, pues ella era demasiado linda para su propio bien, y tenía a varias personas a sus pies. Incluyéndolo.
—Te culpo a ti, papá —murmuró para sí mismo, llevando la vista hacia la hoja sobre su mesa—. Me enseñaste a ser una buena y respetuosa persona, pero no a controlar los malditos celos y la posesividad.
Sonrió cuando escuchó el ruido del timbre indicando que ya podía irse. Quitando su largo cabello de entre sus ojos, se levantó para comenzar a guardar sus cosas escuchando a su profesor de biología despidiéndose y deseándoles un buen fin de semana.
Al terminar de guardar sus cosas, salió del aula con su mochila colgada en el hombro y revisando los mensajes que su padre le había enviado. Algo acerca de que tuviese cuidado al volver porque la calle estaba muy resbaladiza y los autos que pasaban le daban muy poca importancia. Puso los ojos en blanco ignorando a todo el que pasaba a su lado. A veces su padre Omega lo cuidaba demasiado. ¡Ya tenía dieciséis años! Sabía cuidarse solo, aunque nunca reclamaba nada porque sabía que no lo hacía con intención de molestarlo, sino de cuidarlo. Secretamente adoraba que su padre fuera tan atento.
— ¡Shiro!
Estaba a punto de colocarse sus auriculares para ir caminando mientras escuchaba música, pero aquel grito lo interrumpió. Recordó lo molesto que estaba con la persona dueña de esa voz y soltó un fuerte respiro. Debía... no debía comportarse como un imbécil. Y menos con alguien que le importaba tanto, así que se dio la vuelta y alzó las cejas hacia aquella bonita chica. No sería un imbécil con ella, pero tampoco sería muy amable. Debía darse cuenta de lo tan enfadado que se encontraba. Él era alguien atractivo, y cuando se le acercaban Omegas enseguida las alejaba porque sabía que ella se ponía insegura. ¿Y cuándo a ella se le acercaban Alfas, no podía sólo alejarlos, sabiendo que también le molestaba?
— ¿No me ibas a esperar? —preguntó la dulce Omega mientras se acercaba, sin importar la expresión de clara molestia que el Alfa tenía.
—En realidad no lo vi necesario —respondió de manera neutra—. Parecías demasiado entretenida con ellos, así que no lo vi necesario. Nos vemos el lunes, Rosé.
Tratando de que no le afectase la tristeza que apareció en el rostro de la chica, se dio la vuelta para caminar hacia la salida de la escuela, poniéndose los auriculares mientras caminaba. Había sido un poco malvado, pero le parecía sumamente injusto. ¿Ella podía enfadarse porque muchas Omegas se le acercaban pero él no podía enfadarse porque estaba bastante tiempo con otros Alfas y Betas riendo?
Podía ser que tuviera dieciséis años. Tal aún era ingenuo como uno de sus padres le decía continuamente cuando discutían acerca de dejarlo salir a algún sitio junto a sus amigos, pero no dejaría que jugaran con él. Y no decía que Rosé lo estaba haciendo, pero no permitiría que le reclamara y que luego ella se saliera con la suya. No. Absolutamente, no.
Llegó a su casa quince minutos después, en el momento justo que una lluvia comenzaba a desatarse en las calles y no pudo evitar soltar un suspiro aliviado.
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❀Mordida Equivocada ❀ ɴᴀᴍᴍɪɴ
FanficKim NamJoon es un Alfa que hace tiempo ha perdido la noción de lo que es bueno y lo que es malo, pero tiene la suerte de tener a su mejor amigo Park JiMin, que siempre lo salva de los problemas en los que se mete. Sin embargo, un nuevo problema se p...