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Había algo a lo que JiMin se estaba acostumbrando, algo que resultaba ser malo. Y ese algo era el despertarse y estar solo en la cama. Le reclamaba a NamJoon y éste le pedía disculpas, pero decía que quería ducharse antes de ir a trabajar. JiMin se lo dejaba pasar. Lo mismo al día siguiente, y al día siguiente y al día siguiente. Se terminó acostumbrando a no sentir a NamJoon en los momentos que lo buscaba a su lado en la cama, sólo encontrando un lugar frío. Por lo que dejó de buscarlo. Dejó de reclamar. Aunque lo seguía entristeciendo.

Sin embargo, ese día en especial, cuatro después de lo sucedido con SeokJin, NamJoon estaba ahí, a su lado. Estaba con él y lo despertó besándolo.

Lo primero que hizo al abrir los ojos fue sonreír al sentir los besos de NamJoon en sus mejillas, y luego de ello, haciendo un camino desde su mandíbula hasta la mordida en su cuello. Soltó un siseo cuando los labios de NamJoon rozaron la marca, pero sonrió en el momento que se colocó entre sus piernas y lo abrazó por el cuello sin querer que se alejara.

—Buenos días —murmuró NamJoon con la voz ronca, separándose luego de minutos de estar jugando con todo su cuello y dejando algunas marcas de más, además de la mordida. JiMin agradecía el haberse bañado la noche anterior, pues ahora tendría el aroma de NamJoon todo el día encima suyo; lo haría sentir como si estuviese a su lado, aunque estaría en la empresa de su padre.

—Buenos días. Perfectos buenos días —respondió sin abrir los ojos, aunque con una gran sonrisa.

Escuchó que NamJoon soltaba una pequeña risa y luego se acercó a sus labios para besarlo, ingresando su lengua en un solo movimiento. Soltando un gemido ante eso, JiMin rodeó su cintura con ambas piernas. Había tomado la costumbre de sólo dormir en bóxers por una vez en la cual su Alfa se lo pidió y no dejó de hacerlo. Y NamJoon, por su parte, también lo hacía, así que sus miembros no tardaron en hacer fricción.

—Lo siento —susurró NamJoon al separarse de su boca. JiMin soltó un fuerte respiro y alejó a NamJoon, quien había comenzado a besar su cuello.

—Ya deja de decir "lo siento" —pidió con una risa—. Ya está, Nam, ya pasó. Me lo has pedido todos los días y te perdoné el primero, hablo en serio.

NamJoon se quedó en silencio por varios minutos mirando a JiMin a los ojos, queriendo saber si era verdad lo que decía o no. Y era cierto: NamJoon había continuado disculpándose acerca de creerle a SeokJin antes que a él todos los días después de que sucedió aquella escena dramática hecha por el Omega. Y cada día JiMin le dijo que no importaba ya, pero NamJoon continuaba disculpándose una y otra vez.

JiMin sabía que, lo que realmente pasaba, era que NamJoon se sentía culpable. Lo conocía y tenía muy en claro que cuando hacía algo mal, cuando le hacía algo malo a una persona, se sentía culpable a pesar de todo. A pesar de que tal vez la otra persona ya lo había o perdonado u olvidado.

—Lo importante es que ahora estás aquí conmigo y ya, Nam —quiso tranquilizarlo.

—Lo sé, pero no quiero que vivas con la inseguridad de qué puede llegar a pesar.

Esta vez fue JiMin quien se quedó callado. Admitía que el miedo estaba, por supuesto, a pesar de que NamJoon se disculpó incontables de veces. Pero no podrían saber qué pasaría si se quedaban estancados en eso. La confianza en que no se lastimarían de nuevo, la retomarían con el pasar del tiempo.

—Pues tendremos que esperar a lo que pasará en un futuro.

NamJoon asintió pero no dijo nada, mientras que JiMin sonrió y lo acercó para besarlo de la forma en la cual antes lo estaban haciendo. Quería continuar porque sabía lo que pasaría, y a NamJoon no le importó en un principio que tal vez llegaría tarde al trabajo, por lo que JiMin esperaba que continuara dándole igual.

❀Mordida Equivocada ❀ ɴᴀᴍᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora