DOBLE D

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"Piensa en mamá"

Las palabras de Natsume regresaban a mi

"Piensa en lo que le dijiste para recuperarla"

Con cautela acerqué mi mano hacia la puerta, para tomar el picaporte, pero la puerta se abrió antes de que yo pudiera hacerlo golpeando el muro, sobresaltándome; el interior era oscuro: el interior estaba derrumbado, una cortina de polvo cubría todo, se escuchaba el eco de algunos pedazos de tierra y mármol caer al ligero charco de agua que cubría el piso.

-Hola?-

Hola, hola...al entrar el eco me respondió, las escaleras estaban deshechas, los cuadros rotos

-estaba abierto-

estaba abierto...abierto...

Apenas se podía caminar entre los escombros, incluso las paredes crujían, como si no tardase en derrumbarse todo, mis ojos, no podían creer lo que veían; continúe caminando por la sala, hasta llegar al corredor que dirigía al jardín y este al estudio de Ai, al centro, pude deslumbrar la pequeña fuente vacía, rodeada de flores secas, y ahí... al pie de aquella pequeña fuente, le encontré.. pero cuando fue consciente de mi presencia, se levantó asustado, soltando un pequeño grito que ocasionó que retrocediera un par de pasos.

-ah..yo..yo lo siento- le sonreí –no fue mi intención asustarte-

-Quién eres?- su tono era frío y lastimero

-Soy tu vecino, compré la casa de los Jinguji, hace dos meses, apenas me mude-

-No sabía que habían vendido su casa- halaste un poco el suéter azul cielo que llevabas para cruzar tus brazos, aún sentado al lado de aquella fuente

-Tu eres Ai.. de Kotobuki, cierto?- comencé a acercarme lentamente a ti, pero al escuchar su nombre, su rostro viajo al mío, abriendo enormemente sus ojos –me hablaron mucho de ti-

-si? Y qué cosas te dijeron?- otra vez ese tono frío e indiferente

-Qué eras un pintor talentoso y que trabajas para un museo, verdad? Y.. y eres viudo- dios no sabía que más decirle, así que me pase mi mano por las ramas marchitas –El esposo de Ren, admira mucho tus...rosas-

-eran tan hermosas- tu mirada recorrió el salón –pero ahora no hay agua en este vecindario, no hay... ni electricidad ni gas y... y... y hay otras cosas que faltan- te fuiste poniendo en pie –mi ropa, y los libros que quiero leer y ahm... mis pinturas favoritas en las que, trabajaba- volteabas a ver todo donde se supone se encontraría lo que mencionas

Me incliné un poco hacia ti, sin dejar de sonreír, estaba lográndolo, estaba logrando que te abrieras a mí de nuevo, pero, una tarántula camino por tu mano, haciéndote gritar desesperadamente, diste varios pasos hacia atrás, gritando y llorando hasta chocar con un pilar, fue entonces que lo vi, tu estudio estaba inundado, ventanas rotas y cristales por doquier

-ESTAN POR TODAS PARTES!!- gritabas horrorizado

Así que quité mi zapato y arremetí contra la tarántula, matándola, mientras cubrías tu rostro, como si aquella pequeña araña reflejara los más oscuros temores del averno

-la tengo!! Listo!! Ya no está!!-

Dejaste de gritar, y la lluvia de tus ojos cesó

-a.. arigatou- Tomaste asiento en la fuente nuevamente

-de nada- me senté a tu lado –dices que, te faltan un par de cuadros-

-Un par de mis más preciados tríp..ticos- hipaste, observando un cuadro destrozado en un caballete- los que... me recuerdan...- Tu mirada se fijo en esa pintura

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⏰ Last updated: Sep 10, 2018 ⏰

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Sigh of the SoulWhere stories live. Discover now