ALMAS GEMELAS

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Mientras tanto, Ai contemplaba en su estudio ese enorme lienzo con aquel bello páramo plasmado en él, esa cabaña, que sería nuestro lugar, nuestro hogar

-Qué piensas Reiji?- coloque un lienzo en blanco a lado de la serie que ya tenía, y tome una tiza negra y comencé a dibujar en él –aquí.... Así... Qué opinas?- mis trazos al principio se tornaron de repente en algo violentos mientras las líneas que dejaba a mi paso iban cobrando forma

Después de unas horas....

-Dicen que vivimos en nuestras mentes, tenerte conmigo, así, me hace feliz, Reiji- me acerque al lienzo que marcaba la continuación perfecta del páramo tras la cascada principal, mis trazos se habían convertido en un grande y frondoso sauce de hojas color lila –Por qué creo que puedes escucharme?- acaricie el lienzo, pasando mis dedos por las hojas violáceas –por qué creo que puedes ver esto?

Mientras tanto en el cielo de Reiji, cierto castaño a lado del su amigo Aine, de repente habían visto un movimiento extraño, que ninguno de los dos había premeditado en el páramo...

-y ese árbol púrpura?- preguntó Reiji confundido –nunca lo había visto-

-vamos a verlo- fue la sugerencia de Aine- crees llegar en 8 segundos?-

-ocho segundos? Jajaaja hasta allá? Bueno, necesito, mm un incentivo- en ese momento, los ojos de Reiji se posaron en una silueta que veía al fondo, no lograba verlo bien, pero reconoció esa pashmina color lila, cuando había visto por vez primera a Ai

Por un segundo, Reij creyó haberlo visto, y escuchar su melodiosa risa con la brisa

-oh si, puedo volar-

-oye! Oye!!- Aine preocupado intentó detenerle- no, no no!!-

-Por qué no? Puedo hacer lo que quiera!-

-te sentirás más cómodo si respetas los límites, que tal, si mejor piensas en correr rápido, mmm como el correcaminos-

El castaño asintió

-entendido Reiji?-

-hai hai Aine- quitó su corbata pasándosela al pelicyan, su mirada solo estaba puesta en llegar hacia donde veía a su amado esposo –sabes, yo tengo otro estilo, adiós muchacho- y sin más camino hacia el risco y se aventó abriendo sus brazos

-qué?- Aine le miraba confundido en un inicio –no!! Reiji!!!- intentó detenerle más le fue inútil

Aine podía escuchar la risa y el grito de libertad de Reiji al caer, jajaja el cual no tardó mucho en cambiar a uno de pánico al darse cuenta de que en realidad estaba cayendo. Y vaya que era una graaan caída, Aine, solo cubrió sus ojos no quería ver exactamente esto.

Al final, y tras escucharse un golpe en seco, la jovial y alegre risa del castaño inundó el lugar, había caído en un campo de amapolas, para luego pararse y tomar impulso, fue en ese momento en el que Reiji pudo volar por el cielo

-Si!!! Bien Reiji- a decir verdad Aine estaba sorprendido de ver aquello

Sin perder tiempo, Reiji se dirigió lo más rápido que pudo hacia ese prado de amapolas, donde veía a Ai, danzanando, dio un salto y pudo atrapar en efecto, la pashmina color lila

-aine!!!!- Reiji termino de reír, Ai no se encontraba ahí, pero comenzó a agitar la tela, llamando a su amigo, justo frente a ese sacude color púrpura

-es completamente nuevo- exclamó el castaño al sentir al pelicyan a su lado –el lienzo estaba en blanco cuando vivía- el rostro de Aine, denotaba duda y confusión –Cómo pudo ver esto después de muerto? Jajaja para ser un experto, pareces sorprendido-

-Cuánto duro su noviazgo?-

-casi nada desde el primer momento fuimos como...-sin embargo Aine le interrumpió y completó la frase

-Almas gemelas- ambos compartieron una mirada –es muy raro, pero existe, sus almas fueron hechas para ser unidas, incluso en la muerte, se conectan a través de su pintura- reiji se acercaba cada vez más al árbol –es algo que nunca había visto Reiji!!-

Pero, mientras que ellos contemplaban ese nuevo descubrimiento, Ai, regresaba al estudio y veía una y otra vez la pintura....

-no puedes verlo, lo sé- mis lágrimas caían sin mi permiso por mis mejillas, justo cuando creía que no podía llorar más –y jamás lo harás- tome un frasco con aguarrás y comencé a rosearlo en el lienzo desde la parte superior, mientras veía como la pintura se corría a su paso, no pude más y me di la vuelta recargándome en él

-Por esos mismos pensamientos no puedo salir del vació en el que he caído y la luminosa mano que antes se extendía para sacarme de esta oscuridad ya no está- trataba de ahogar mi llanto y ocultar ese inevitable nudo en la garganta –se extinguió la luz, al igual que mis esperanzas-

He perdido a seres queridos, amados, he tenido la peor suerte en esta vida, pero aquí sigo; emocionalmente estoy hecho pedazos, me estoy cansando Reiji, me estoy cansado de esperar justicia divina, de esperar un milagro...

De manera paralela, en el cielo, el árbol comenzaba a perder su color, se estaba desintegrando ante la mirada perpleja de ambos jóvenes, Reiji no pudo evitarlo, podía sentirlo, podía sentir el dolor que apretaba su alma y que hacía que su corazón se ahogara, sentía, el dolor de Ai

Aine le miro, miro a ese chico castaño al que siempre admiró, estaba empapado en lágrimas y por esta ocasión supo que no debía intervenir, solo dio unos pasos hacia atrás

-TE AMO!!!!!- fueron las palabras que resonaron en aquel horizonte desolador, era tan grande la necesidad de gritarlo, que fue, como si esas palabras atravesarán los distinto planos terrenales

Esas palabras, llegaron a Ai, quien al escucharlas se sobresaltó!!! Acaso era real? O se estaba volviendo loco?, no pudo más y en ese mismo instante se quebró, ya no pudo contenerlo más, y dejo salir ese llanto que aun dolía como si fuese ayer, gritaba con una desolación inimaginable, mismos lamentos que golpearon a Reiji, con una ráfaga de pétalos lilas, que quedaban de aquel bello árbol

Cuando el llanto de Ai cesó, también terminó la tormenta en el páramo...

Sigh of the SoulWhere stories live. Discover now