-Tienes algo que ocultar, algo que contar? - Preguntó Paola sin sacarme los ojos de encima
-No, de ninguna manera - contesté - Solo no estoy de humor
-Oh, discúlpanos - Dijo Belén
-Ve si quieres - Dijo Micaela
-Hasta mañana - Me despedí
Me fuí de allí fumando un cigarrillo, no deseaba todavía que ellas lo supieran pero necesitaba hacerlo. Tomé un autobús y volví a casa.
(...)
Entré y fuí corriendo hacia en baño, metí mis dedos en mi garganta para expulsar lo que había comido, no había sido mucho pero se que no era necesario
-No voy a comer - Dije mirándome al espejo
Estaba enojada, como me había permitido llegar a esto? Ahora lo necesitaba, necesitaba la paz interior que me dejaba eso. Tomé mi navaja y abrí las heridas que estaban cicatrizando, abrí también heridas a los lados, en mi muñeca izquierda que se encontraba sana, en fin. Ví mucha sangre y temí que algo pasara pero por suerte nada malo sucedió, solo me curé, desinfecté y venda, lo de siempre
(...)
-Mar, baja a cenar - Gritó mi tía desde el piso inferior
Fue como despertarme de un trance. Desde que salí del baño estaba tirada en la cama, mirando el techo.
-No tengo hambre - Contesté
Sentí pasos subiendo la escalera, mi tía abrió la puerta como si fuera su habitación, lo que me faltaba.
-A ver jovencia, vas a comer quieras o no - Ordenó
- Perdón? Ni me prestas atención y pretendes mandarme? - Dije levantándome de la cama, mirando directo a sus ojos
- Lo siento, no debí hablarte así, solo quiero que comas
-Pues no quiero, vete - Dije empujándola
- O comes o te llevaré al médico este fin de semana, no puede ser que nuca comas
- Ok, está bien - Dije cerrando la puerta tras nosotras, iría a comer.
Llegué la cocina, miré los platos servidos: Milanesas. Si, me encantaban, pero no quería comerlas, no debía, mi cuerpo es un asco. De mala gana me senté, comí media milanesa, amagué a levantarme y doña mandona habló
- Toda o te llevaré - Amenazó
- Ashh, ya voy, demonios - Maldecí en un susurro
Cuando vacié mi plato lo dejé tirado ahí en la mesa, si pensaba que limpiaría estaba equivocada.
Llegué a mi habitación, fuí al baño y repetí el mismo proceso de hoy, no dejaría que nada quede en mi estómago, no por mucho tiempo. Luego me bañé, me coloqué el pijama, me cepillé el cabello, mis dientes y me fuí a dormir, al fin.
(...)
- Arriba bella durmiente - Dijo mi tía destapándome entera
Que ya perdí mi espacio? De mala gana me levanté, encendí mi plancha de cabello y fuí al baño.
Lavé mi cara, cepillé mis dientes y salí del baño, cepillando mi cabello. Comencé a plancharlo, ahora que lo tenía tan corto no me llevaba mucho tiempo. Cuando terminé fuí a mi armario, opté por una blusa de mangas largas que dejaba ver mi obligo, un jean rosa ajustado y mis vans negras.Tomé los cuadernos que necesitaba para hoy y bajé a despedirme de mi tía, que casualmente seguía aquí.
