capitulo 18 par/a

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Se suponía que el amor no llegaba de repente.

Naruto pasó todo el tiempo hasta las tierras de Itachi preguntándose como era posible que Sasuke hubiera cautivado su corazón tan completamente en tan poco tiempo. Prácticamente le había hecho perder la cordura. Naruto tenía conciencia de los defectos de Sasuke, pero aun así lo amaba, y ¿Cómo era eso posible? Se suponía que el amor era algo que iba creciendo con el tiempo. Un lento descubrimiento que ocurría después de meses y meses de cortejo, y abecés darse cuenta de que uno estaba enamorado requería años. El amor, ciertamente, no fulminaba a uno como un rayo.

Tal vez fuera lujuria, y si lo era, entonces, ¿Cómo iba a poder hablar de tal atrocidad en el confesionario sin morir de vergüenza? ¿Era lujuria? Sasuke era muy apuesto, y era necesario estar muerto para no notarlo. Sin embargo, Asuma e Itachi también eran apuestos, y su corazón no se desbocaba cuando alguno de los dos estaba cerca de el. Sasuke, sin embargo, ejercía sobre el un efecto hipnótico. Lo único que tenia que hacer era mirarlo para dejarlo sin aliento.

En ese momento no le prestaba la más mínima atención. Itachi y el cabalgaban muy por delante de los soldados y de Naruto, y Sasuke no miro para atrás ni una sola ves para ver como le iba. Naruto pasó un buen rato contemplando sus anchos hombros, mientras trataba de pensar que hacer para recobrar el sentido.

No quería recordar el motivo que lo llevaban a las tierras de Itachi, pero la realidad termino por imponerse. ¿Y si su hermano no estaba allí? ¿Y si se había casado, y marchado lejos de los MacPherson? O peor aun ¿Y si no se acordaba de el? Deidara no había tenido a Tenten para ayudarlo a mantener vivo el recuerdo, ¿y si había olvidado todo lo ocurrido?

Sumido en sus pensamientos, no advirtió que Sasuke e Itachi se habían detenido. Jugo se acercó a el y tomo las riendas de su cabalgadura, haciéndolo detenerse a su vez. Los soldados y Naruto aguardaron a buena distancia de sus Laird, y estaba a punto de peguntarle al comandante por que no seguían camino, cuando vio que se acercaba un jinete por el oeste, subiendo la pendiente de la colina. El desconocido dio un amplio rodeo, galopo hasta donde se encontraba Sasuke e Itachi y se detuvo a su lado.

Pacientemente, Naruto espero para enterarse de lo ocurrido, mientras observaba lo que parecía una discusión entre Sasuke y el desconocido. Sin embargo, no podía ser una discusión demasiado importante. Aunque Sasuke tenía el entrecejo fruncido, y el reconocido sacudía la cabeza repetidas beses, pudo ver que Itachi estaba sonriendo.

-Jugo, ¿Quién es eso hombre que mueve la cabeza y habla con tu Laird? –pregunto.

-El padre Laggan. Es quien atiende las necesidades espirituales de los Sinclair, y lo Maitland y varios otros clanes.

-¿También se ocupa de los Uchihas?

-Cuando no tiene mas remedio, lo hace.

-No comprendo, ¿No le gustan los Uchihas?

Jugo soltó una risilla.

-Nosotros no le gustamos a nadie, milord. Nos sentimos orgullosos de eso. La mayoría de los clanes no se meten con nosotros, como tampoco lo hace el clero, incluyendo al padre Laggan.

-¿Por qué no os gustáis a nadie?

-Nos tienen miedo –explico jovialmente el comandante Uchiha-. El padre Laggan cree que somos unos salvajes.

-¿Y como sabes eso?

-Por el mismo padre Laggan. Así es como nos llama.

-Estoy seguro de que no piensa nada por el estilo. No sois salvajes. Sois un poco... intensos... eso es todo. El cura parece no darse por vencido. ¿Ves como niega con la cabeza?

EL RESCATEWhere stories live. Discover now