Tanto los jóvenes como las doncellas casaderos del clan Maitland se pusieron de pie, ansiosos, en el mismo instante en que Laird Itachi y su sequito Sinclair hicieron su entrada en el gran salón. Un suspiro colectivo broto de sus bocas, al mismo tiempo que se comportaban como una bandada de pájaros, yendo tras Itachi a medida que este avanzaba por el gran salón al encuentro de Asuma.
Sasuke observo atentamente la reacción de Naruto ante el adonis. Al contrario del resto, no salto de su silla para ir tras el Laird. En lugar de eso, pareció intrigado, y luego aliviado, al divisar al hermano pequeño de Itachi, Shin, que lo seguía. En realidad, lo que verdaderamente parecía interesarle a Naruto era quien había en el sequito. Con una expresión de preocupación dibujada en el rostro, observo a cada uno de los hombres que entraban en el salón. Cuando finalmente se relajó en su silla, Sasuke se dio cuenta de que había estado esperando ver si el traidor se encontraba entre el grupo.
Jugo entro al último. Fue inmediatamente hasta donde lo esperaba su Laird para informarle.
-¿Dónde está milord? No lo veo bailando con los demás –pregunto.
Con un gesto Sasuke señalo un rincón de la estancia. Jugo se giró, lo vio allí y sonrió.
-Tiene puesto nuestro tartan -señaló con orgullo-. ¿No es el más bonito de todos?
-Sí, lo es -coincidió Sasuke.
-Laird esto es una celebración, y no obstante advierto que milord está solo. ¿Y eso, porque? ¿Los Maitland han decidido ignorarlo? ¿No les ha dicho Asuma que él es la única razón de que tengan algo que celebrar? Por dios, ¿no se dan cuenta que Kohaku estaría muerto si no fuera por su coraje y su fuerza?
A cada pregunta, Jugo se indignaba cada vez más, hasta que el rostro se le puso escarlata de pura furia. La posibilidad de que Lord Naruto fuera dejado de lado, evidentemente, lo enfurecía.
-¿Crees que permitiría que alguien ignorara a Naruto? Busca a tus soldados, y entenderás el motivo por el que está solo. No dejan que nadie se le acerque.
Jugo hecho una mirada alrededor del salón, y pareció relajarse. Neji y Lee se habían instalado cerca de la chimenea, para poder interceptar a cualquier tonto soldado que se mostrara ansioso por acercarse a Naruto. Con igual determinación, Suiguetsu, Iruka y Gay habían tomado posiciones del otro lado para poder bloquear el acceso a su señor tanto desde la entrada como del extremo sur del salón.
Sasuke cambio de tema.
-¿Cómo tomo Itachi la noticia que el que buscaban era Shin?
-No se lo dije.
-¿Por qué no?
-Había muchas personas extrañas en el lugar, incluyendo a los bastardos MacPherson –explico-. Sin saber en quien confiar...
-No debías confiar en ninguno de ellos -confirmo Sasuke.
-Es verdad - coincidió Jugo-. De manera que me limite a decirle que Asuma y tú querían reuniros con él lo antes posible. También le insistí en que tarjera a Shin. Cuando finalmente pude estar a solas con él, le conté que habían encontrado a Kohaku.
-Supongo que Asuma le está contando la verdad en este instante –señaló Sasuke, al ver a los dos Laird inmersos en una animada charla. El enfado ensombrecía las facciones de Asuma, y puntualizaba el relato de lo sucedido a su hijo con grandes ademanes, pero Itachi no mostraba ninguna reacción ante la asombrosa noticia. Se mantenía inmóvil, con las manos caídas a los costados y el aspecto de quien está escuchando un comentario sobre el tiempo.
-Itachi parece estar tomando muy bien la noticia -comento Jugo.
Sasuke no estuvo de acuerdo.
-No, no es así. Está furioso. ¿No ves como aprieta los puños? Itachi puede disimular sus sentimientos mejor que Asuma y que yo.
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EL RESCATE
أدب الهواةNaruto es un valiente doncel Ingles. Aunque desprecia al barón Madara, que asesinó a su padre y se apodero de su castillo, intentará complacerlo para salvar la vida de su tío. Pero cuando el barón secuestra a un niño escocés, Naruto logra huir con é...