capitulo 35

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Se movió con una prisa surgida de la desesperación. Arrancándose el tartán Uchiha del cuerpo, lo arrojo sobre la cama, y busco sus ropas inglesas. Ya había preparado una pequeña bolsa con los elementos indispensables que necesitaría durante el viaje.

Gaara lo interrumpió. Naruto lo oyó llamándolo, abrió la puerta tan solo la rendija, y le dijo a su amigo que no se encontraba bien. Trato entonces de volver a cerrar la puerta, pero Gaara se lo impidió. La abrió de un empujón, y entro en la cabaña.

-Estas enfermo, te ayudare. ¿Por qué estáis vestido con esa ropa? A tu esposo no le va a gustar. Deberías usar los colores Uchihas.

Dando la espalda a su amigo, Naruto arrojo su cepillo dentro de la bolsa y luego la cerró. Al girarse, Gaara vio su rostro y supo que algo andaba terriblemente mal.

-¿Qué pasa? Dímelo y te ayudare en todo lo que pueda.

-Me voy.

-Sí, ya me he enterado, pero mañana. Hasta entonces no llegaran aquí los soldados de tu esposo. ¿Eso es lo que te molesta? ¿No quieres ir a tu nuevo hogar? –pregunto tratando de entender.

-Me voy a mi casa, a Inglaterra.

-¿Qué? No puedes hablar en serio...

-¡Jamás volveré a usar el tartán Uchiha! ¡Jamás! –exclamo-. Sasuke me traiciono, y nunca, nunca lo perdonare –la verdad de la situación lo abrumo, y se sentó en la cama antes de que sus piernas lo traicionaran-. Me dio su palabra que Asuma, Itachi y el esperarían...

Gaara se sentó a su lado.

-Se han ido todos a Inglaterra.

-Sí. Kiba me dijo esta mañana que había partido. Sasuke me había prometido que me llevaría con él. Le hice darme su palabra antes de darle los nombres de los barones que ayudaron a Orochimaru a raptar a Kohaku Maitland.

-¿Porque razón secuestraron al hijo del Laird?

-No tenían intención de raptarlo a él. Creían que habían raptado al hermano de Itachi.

La cabeza de Gaara bullía en interrogantes.

-Comienza por el principio y dime lo ocurrido. Tal vez entonces se me ocurra como ayudarte.

-No puedes ayudarme –dijo Naruto en vos baja-. ¡Oh, dios, no sé qué hare ahora para proteger a mi tío! Estoy tan asustado, y yo... -su vos se quebró en un sollozo.

Gaara le palmeo el brazo, y el rogo que se explicara.

Y de esa manera Naruto le conto todo, empezando por la noche en que su padre fuera asesinado. Cuando termino, se dio cuenta de lo desesperada que era su situación.

-Si no vuelves a Inglaterra con la caja o con tu hermano, ¿Cómo piensas salvar a tu tío?

-Ahora no importa. En cuanto los Laird ataquen, Madara ordenara que lo maten.

-¿Qué te hace suponer que tu tío aún está vivo? Me dijiste que el barón Madara nunca mantiene su palabra.

-Madara sabe que no le daré el tesoro hasta que vea a mi tío sano y salvo.

En su agitación, Gaara comenzó a pasearse por la habitación

–Pero no tienes la caja.

-Ya sé que no la tengo –se lamentó Naruto-. Tenía la esperanza de que mi hermano supiera donde estaba...

-Pero no lo sabe –dijo Gaara-. Vuelve a decirme quienes estaban en la habitación de tu padre la noche que le dio el tesoro a Deidara.

-Ya te dije que había otros cuatro soldados con mi padre –explico Naruto una vez más-. Y Danzou, el administrador, pero estuvo allí solo un instante. Deidara dijo que le dio un mensaje a mi padre, y después se fue.

EL RESCATEWhere stories live. Discover now