One shot.

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Uno, uno, dos, dos, tres, tres.... ¿Cuánto más debo esperar por el autobús público? Es la media noche, todos se han ido, el alumbrado parpadea a cada instante y traigo muchas cosas cargando de la facultad. Debería simplemente llamar al celular de mi padre para que venga por mí, poco me importa que este más allá del quinto sueño.

Sin siquiera escuchar el tono de espera, la compañía de celulares me dice que ya no tengo más crédito. Genial, lo que me faltaba. ¿Me arriesgo a caminar las 10 cuadras hasta mi casa? De ninguna manera, la calle está desierta y más allá de la banca de la parada todo se ve oscuro, pero tampoco puedo dormir a la intemperie.

Unos segundos después, me doy cuenta que a no más de media cuadra se encuentra un teléfono público, ¡muchas gracias, Dios! Pero lo malo es que a 10 pasos del teléfono esta un callejón no muy convincente. ¿Qué hago? No me puedo quedar estática y no logro divisar algún otro medio de comunicación más cercano.

Al parecer el autobús no va a aparecer hasta después de 7 u 8 horas y necesito llegar un poco más descansada a la universidad mañana. Ese profesor Lin se tiene que acordar de mi en el examen; por estarle haciendo un trabajo extra que nadie quería hacer, tuve que elaborar muchas disecciones con animales y preparar una exposición con Bang, una réplica de la cabeza y tronco humano que me regalaron hace algunos años.

Sin más tome mi mochila, mis libros que no entraban en ella a Bang y me aventure a caminar hacia el mencionado teléfono. Llegue a él y cuando tranquilamente escuchaba el timbre de espera del celular de mi padre, de la nada oí tres disparos muy cerca de mí.

Esto es un problema, bien le dije a mi familia que nos cambiáramos de vecindario con la jubilación de mi primogenitor, pero no, ellos y sus raíces o recuerdos, no les preste mucha atención en su intento de defensa.

¿Ahora qué? Siento que me brotan lágrimas y tengo mis rasgos en su máximo esplendor haciendo notar que no soy asiática. --Soo Ra-ya ¿Qué horas crees que son? ¿Por qué aún no estás en casa? ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿Dónde estás? --Ahora se le ocurre reprenderme, cuando posiblemente estoy a punto de morir-- A-appa, ven por mí, por favor-No aguante más y comencé a llorar, mientras mi respiración se hacía entrecortada y escuchaba aproximarse a una persona detrás de mí. - Pero ¿Qué tenemos aquí?-Esta persona me tomo de un hombro y me hizo voltearme agresivamente hacia él, mientras soltaba bruscamente el teléfono como consecuencia.

No tuve el valor de observarlo, solo permití a mis ojos seguir humedeciéndose y clavar la dirección de mi vista al asfalto de la calle. Este tipo no se quedo conforme, sino que me tomo de mis hombros con sus dos manos y me obligo a observar su penetrante mirada-Oh, vamos, princesa ¿por qué esas lagrimas? ¿Soy tan feo?-Cínicamente me mostraba una sonrisa de arrogancia; realmente quería gritarle un terrible '' ¡Sí, eres un asco!'', pero el tipo estaba completamente vestido de negro, con un gorro oscuro que ocultaba su cara y con su cabello muy colorido, además de que en su mano derecha sostenía una pistola. Absolutamente no me convenía para nada.

--¿Oh? ¡Hey, hyung! ¿Estás saliendo de caza sin nosotros?-La persona que me sostenía me soltó de los hombros, para después tomarme fuertemente de un brazo, mientras me volteaba junto con él, con violencia en sus acciones.-- ¿Qué? ¿Ella? ¡Rayos, P.O! ¿No puedo guardarme algo solo para mí? ¡Ustedes, realmente! -Después de que este tipo, se llevara una mano a su rostro en señal de frustración, pude divisar a seis chicos a unos pocos metros de nosotros, vestidos de negro, con un gorro oscuro, que ocultaba su cara y con su cabello teñido atractivamente, al igual que la persona que me sostenía. ''Creo que ya es momento de confiar mi vida completamente a Dios, de esta definitivamente no salgo con vida'' pensaba, cuando siento que uno de los seis chicos acaricia mi mejilla con su mano, suavemente-- ¡Wow, Zico-ah! ¿Dónde la conseguiste? Definitivamente es una joya-Este tipo me guiño un ojo y me dio una sonrisa autosuficiente-- ¡Cielos, Taeil hyung! ¿No entiendes que yo la vi primero? ¡Están locos, si creen que la voy a compartir con ustedes! He decidido que ella será solamente para mi disfrute personal, pero viéndola de cerca me recuerda a Gong Soo Ra, ¿se acuerdan de ella?--- ¿Qué? ¿Por qué este tipo conoce mi nombre? Levante mí vista con dirección a él, con mis ojos perfectamente abiertos por la sorpresa. Este me miro con una sonrisa arrogante y me atrajo más a él-- ¿Qué paso princesa? ¿Te he cautivado? ¿Te has enamorado de mí?-Al momento se acercaba peligrosamente a mi cara, observando mis labios--¡Zico- ah, eres todo un jugador! ¡Ni siquiera sabes su nombre!-Aunque no lo crea, agradecí mucho a ese chico por su requerida interrupción--¡Jaehyo hyung! ¡Siempre tan oportuno! ¡Ah, realmente!-Pero enseguida de nuevo me acerco a él, situándome en su costado y susurrándome cerca de mi oído-Debido a la interrupción de Jaehyo hyung, tendré que conocer tu nombre. Así que más te vale decírmelo por las buenas, princesa, no querrás que las cosas se descontrolen, ¿verdad?-- ¡Dios mío, estoy perdida! ¡Te lo ruego, ayúdame, por favor! ¡Appa, oma, unnie, oppa! ¡Alguien, por favor! Era lo que pasaba por mi mente, al igual que mi expresión lo reflejaba a quizás mil metros de distancia. ¿Ahora qué hago?

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