PRIMERA PARTE Capítulo 1: Despertar

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No me gustan las motos. -Repetía en mi cabeza un millón de veces aquel día. -Pero ha llegado el momento de probar cosas nuevas, ¿por qué no? -Me decía. -Es una experiencia más. - Así que me dejé llevar por la adrenalina y accedí.

Me arrepentí de mi decisión nada más subir, pero ya era tarde.

No puedo recordar algunas cosas, como cuando el café se vierte sin querer sobre tus apuntes de Filosofía y la tinta se esparce a gran velocidad, dejando las frases borrosas.

Puedo pensar, de eso estoy seguro. Pero mi mente está demasiado lejos de mi cuerpo.

Nada me rodea, ni siento, ni padezco. Solo pienso.

¿Estoy muerto?

Debería estarlo. Aun puedo escuchar el sonido del impacto. Y me asusta. Pero siguen faltándome detalles, necesito ubicarme. Lo más probable es que esté en un hospital o en un tanatorio (en el peor de los casos.) No voy a ser negativo ahora, de hecho siempre he sido una persona muy positiva.

Empezaré recordando las cosas básicas.

Mi nombre es Ethan...tengo 17 años...

Genial, voy avanzando.

...Tengo los ojos azules...

Y ahí me quedo, porque una voz pide que me quede. Me es familiar y tiempo después la reconozco, es mi madre. La voz se acerca cada vez más hasta que abro los ojos de par en par.

Lo borroso poco a poco se vuelve nítido e intento dar forma a las cosas. Miro a mi alrededor impresionado como si fuera la primera vez que veo la habitación de un hospital. Impresionado quizás por estar vivo, supongo.

Estoy tumbado en una cama de sábanas blancas con el logo del hospital. Mi madre, está sentada al lado en una butaca, parece estar cansada y tiene ojeras de haber llorado. Sus mechones rubios brillan como siempre. Se me queda mirando como si hubiera visto un fantasma y se pone de pie.

-Oh, dios mío. - Grita.- ¡Enfermera!- A continuación se acerca y me da un abrazo. - ¡Mi niño! - Me da un beso enorme en la frente.

La enfermera entra en la habitación con una sonrisa de alivio. Tendrá veintipico años y es bastante guapa.

-¿Como estás superviviente? -Pregunta. Me tomo mi tiempo para responder y al final consigo decir un simple:

-Bien. -Pronuncio algo seco.

-¿Seguro?¿Te duele algo? -Esta vez pregunta mi madre. Noto un tono preocupante.

-Seguro, estoy bien. -Digo. Y no entiendo porque no estoy dando saltos de alegría. Sigo en Shock. La enfermera se queda observándome durante unos segundos.

-A ver Ethan, te explico que te veo un poco desorientado. -Me sonríe. - Has tenido un accidente muy grave. -Se pone más seria. - La moto iba a demasiada velocidad y perdisteis el control por un momento. Chocasteis de frente contra un camión. -Toma aire y se sienta en la cama. -Tienes una pequeña rotura en el cráneo, nada preocupante, y la clavícula está rota. -Miro hacia abajo y veo la venda. Ni siquiera me había dado cuenta.  -Has estado en coma un día entero.

De pronto las piezas del puzzle se van juntando, todo va cobrando sentido, no iba solo en la moto, un escalofrío me recorre de los pies a la cabeza. La duda invade mi cuerpo, tengo que preguntar.

-¿Donde está?

Entonces me dan la noticia.

Creedme, desearía no haber preguntado.

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