Capítulo 37.

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Peter.

La verdad siento que el destino quiere que Lali y yo estemos juntos. Si ella no lo ve, es porque se niega hacerlo. Cuando puse mi nombre para formar parte de la fundación ya que cuando leí lo que hacía está fundación, me atrajo para formar parte, nunca me imaginé que Lali formaba parte. Pero rayos, me da tanta alegría. Más alegría me da saber que estando aquí; estaré más cerca de ella. Ninguno de los dos dice nada porque Sandra no deja de hablar del buen trabajo que hice ayer y el que estoy haciendo hoy. De pronto se le acerca una de las chicas y le pide que la acompañe dejándonos solo aunque siguen las chicas que estaba platicando, pero ellas están sumidas en sus pláticas.

— El destino nos quiere juntos. — digo sonriendo.

— Peter, lo hiciste a propósito. ¿Que rayos haces aquí?

— Ayudando a estás personas a platicar sobre sus adicciones. — digo obvio y ella solo rueda los ojos. — Lali de verdad no sabía que tú estabas aquí, solo quise entrar aquí porque quería ayudar a estás personas.

— Gracias por hacerlo. Sé que eres perfecto para esto, ya que veo el cambio de ellas y lo bien que Sandra habló de ti.

— Me alegra que no te molestes.

— No tengo que hacerlo.

— Bueno tengo una hora para ir a comer, ¿quieres ir conmigo? — no me contesto nada y yo le insisto. — por favor, además me han dicho que en la cafetería de aquí sirven un buena comida y de los postres ni que se diga. — ella empieza sonreír.

— Está bien, vamos.

Bien, he ganado terreno. Nos dirigimos a la cafetería y la pedimos algo de comer la verdad no mintieron que hay buena comida. Le pido a Lali que me cuente todo cuando estuvo internada y ella lo hace. Me cuenta como Natalia y Amanda la ayudaron mucho afrontar su adicción y aprender cada día. Por eso cuando su abuela le dejó todo su dinero, habló con Natalia, Amanda y Verónica ( la hermana de Natalia) a formar otra fundación para ayudar a más personas y como hicieron que todas esas personas con problema se sintieran como en su casa, después como abrió un taller para darles trabajos a las personas que salían de rehabilitación y a otras con los patrocinadores les buscaban otros empleos para los que tenían algún título. También en cómo ha hecho que todos esa rutina, vaya en orden con la empresas que le dejó su abuela y la vida de madre. Cosa que me siento muy orgulloso de ella.

Lali creció mucho en todos estos años que no estuve con ella y la verdad fue para bien. Después empezamos hablar del regalo que le mandé a su oficina y me agradeció por el detalle, también me cuenta que ayer Hanna le habló y le contó que su padre había muerto, lo que más me sorprende es saber que Lali perdonó a su hermana y ahora está viviendo con ella, también la va ayudar a volver a estudiar. la verdad no tengo porque sorprenderme, Lali tiene buen corazón y cuando ve alguien que lo necesita, ella lo ayuda. Cuando veo que ella está más tranquila conmigo, a su lado. Decido hablarle de la fiesta de Eugenia.

— Lali, Nico quiere que te invite a la fiesta de cumpleaños de Eugenia. Será el viernes, de verdad Nico quiere que vayas ya que le gustaría que tú y Eugenia hablarán.

— No creo que ella quiera verme. — dice, pero noto el dolor al decir esas palabras.

— Lali, Eugenia se siente culpable de no haber podido ayudarte, pero quiero que sepas que ella si quería, solo que Nico no se lo permitió ya que pensó que si lo hacía yo me iba a enojar.

— Cuando salí de rehabilitación, estaba trabajando en una tienda de ropa. Eugenia fue pero como estaba de espalda y tenía el pelo pintado de rubio a la vez corto ella no me se dio cuenta que era yo. No quise hablar con ella porque no me sentía bien hacerlo.

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