_____ está revisando su primer cajón cuando Lauren levanta la vista de un extenso libro sobre El arte de la psicología . Es una actividad que solía hacer que su piel se llenara de ansiedad, porque los cajones son para cosas privadas y una sensación de secreto, pero _____ llegó a hacerlo tan a menudo que, después de un tiempo, Lauren solo podía sacudir la cabeza y seguir con la vida . Es como si la burbuja personal de _____, por pequeña o frágil que fuera, se extendiera para abarcar a todos los que la rodeaban, y si eso no le gusta, es difícil. Sus opciones son aceptar, o alejarse por completo, y Lauren considera casi imposible hacer lo último.
_____ está riéndose, sin ningún cuidado en el mundo, y cuando ella produce una gruesa caja oblonga marrón y levanta sus cejas, Lauren suspira.
-Sí.-
-Tu...- Los ojos de _____ se abren. -¿Usas anteojos?-
No es la primera vez que se acerca lo suficiente para desenterrar algo como esto sobre Lauren, y Lauren se avergüenza de decir que en realidad se está acostumbrando a ese sentimiento. Una sonrisa pincha el borde de sus labios.
-Solo a veces, para leer.-
-Estás leyendo ahora,- señala _____, agitando el estuche en el aire. Lauren se encoge de hombros.
-Y estás aquí. ¿Por qué estamos discutiendo esto?-
Es la forma en que tienden a tener conversaciones como esta, cuando _____ está involucrada: se encoge de hombros con naturalidad, ignorando el hecho de que todavía está ocultando cosas sobre sí misma, y todo el rostro de _____ se vuelve neón conmocionado por la idea. Lo que es extraño, piensa Lauren, es que _____ todavía no está acostumbrada a la idea de que alguien se esconda de ella. Lo que es más extraño, piensa más adelante, es que en realidad está acostumbrada a que _____ tenga esta reacción.
La gente guarda secretos; así es la vida. Es seguro, cómodo y fácil, encogiéndose dentro de ti y jugando tus cartas cerca del chaleco. A ella le gusta eso de la vida.
_____, por la razón que sea, a través de los intentos equivocados de amistad, debido a cualquier crianza hippie salvaje, no parece tener un solo secreto en su corazón. Ella es quien es, y nada que nadie diga o haga va a alterar eso.
Lauren no puede encontrar otra palabra para eso, sino para ser una envidia vibrante.
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A veces se pregunta cómo _____ llegó a tener tanta confianza en todo lo que es, con la suficiente confianza, nueve y tres cuartos de cada diez veces, para negarse a envolver una pulgada. Es informal y fácilmente encantada. Ella es hermosa, absolutamente, con el brillo en su cabello y el brillo en sus ojos, pero Lauren de alguna manera no cree que sea eso. Hay algo más allí, algo tan intrínsecamente _____ que ni siquiera cruza la mente de Lauren para tratar de replicarlo. Ella no podría, no por todos los centavos en el mundo. _____ es demasiado _____ para las palabras.
Y a esta cosa que siempre le ha parecido tan natural -el escondite, los arañazos detrás de escena con la barbilla alta y los ojos desafiantes- nunca parece ocurrirle a _____ en absoluto. Ella no oculta las cosas simples, como necesitar lentes de vez en cuando, al igual que no se guarda las tarjetas grandes en un bolsillo oculto, como tener una afección médica dolorosa, o sentir... cualquier cosa. Lauren no puede recordar la última vez que le contó a alguien cómo se sentía sin ser arrastrada por ella, pero para _____, eso es un trato diario. Es sencillo. Es sin pensamiento. _____ solo sonríe y se acerca a la siguiente piedra.
Hay una facilidad allí que no puede abarcar su mente, y hace que _____ parezca más grande que la vida. Es como si su piel estuviera hecha a medida para encajar perfectamente, cada mechón de cabello y costura de marfil cosida con abyecta precisión. Lauren no tiene idea de cómo se siente eso; Con demasiada frecuencia, cree poder ver cómo se desenredan sus propios hilos oscuros, las piezas que sostienen su cabeza y corazón se deshacen en polvo cuando más los necesita. Estar tan cómoda en su propia piel sería maravilloso, y tal vez sería una persona completamente diferente, pero, tal como está, tiene que arreglárselas con lo que tiene. Una fina sonrisa. Una mordedura de sarcasmo. El conocimiento de que ella es buena en lo que hace, incluso si puede necesitar que alguien se lo cuente la primera vez.
