Lauren miró alrededor del apartamento mientras recogía su bolso, dejando que sus ojos vagaran un poco más de lo habitual. Era el día de San Valentín, se suponía que debía salir con Camila para arreglarse las uñas (cortesía de T/N, por supuesto) mientras sí novia de dos años y medio preparaba el apartamento para la noche.
"¿Estás segura de que no quieres que haga algo, cariño? Puedo recoger lo que sea cuando venga de camino o algo así", Lauren dudó, frunciendo el ceño cuando T/N la empujó hacia la puerta.
"No te preocupes, Lauren. Tengo todo bajo control", bromeó T/N, besando los labios de la mujer más alta.
"Quemaste los macarrones con queso en el microondas la semana pasada", respondió Lauren con incredulidad.
"Está bien, eso no cuenta. ¡Sabes que apenas estaba medio despierta!" Las manos de T/N se alzaron defensivamente hasta sus hombros, sus ojos ardieron de vindicación.
Lauren se echó a reír, inclinándose lo suficiente como para colocar un pequeño beso en la punta de la nariz de la mujer más joven." Solo asegúrate de que la casa esté en una pieza para cuando vuelva".
"Te das cuenta que ni siquiera tendré la oportunidad de quemarlo si sigues persistiendo, ¿verdad?" la cabeza de T/N se inclinó ligeramente hacia un lado, su ceja de levantó acusadoramente.
Lauren sonrió maliciosamente, envolviendo sus brazos alderedor del cuello de T/N mientras dejaba besos en su mandíbula antes de llegar a sus labios. La mujer más pequeña se estremeció ante el contacto, la electricidad le recorrió el cuello y la punta de los dedos mientras apoyaba las manos en la cintura de su novia. T/N se apartó primero, tirando de las caderas de Lauren hacia las suyas mientras miraba sus ojos verdes.
"Te amo", suspiró Lauren, mordisqueando suavemente el lóbulo de la morena. El jadeo que salió de los labios de T/N 3rq casi inaudible, la sensación del aliento caliente e la mujer contra su oreja casi la volvía loca.
"Yo también te amo, pero realmente deberías irte". Se liberó del agarre de Lauren, colocó sus manos sobre sus hombros y la giró hacia la puerta, golpeando ligeramente su trasero para atravesar el umbral. "Te veré esta noche", sonrió, guiñando un ojo mientras cerraba la puerta detrás de ella.
"Pequeña comadreja", murmuró Lauren mientras caminaba hacia su coche. Por mucho que odiara tener que dejar su propia casa y su novia durante el día, sabía que estaría en buena compañía.
Camila no vivía muy lejos de las dos mujeres, ya que había elegido un pequeño estudio a medio camino entre su trabajo y sus mejores amigas. El viaje fue como máximo quince minutos, pero cuando Lauren llegó a su casa, ya le había enviado un mensaje a T/N cuatro veces. Cada respuesta era la misma que la anterior, un mensaje simple que decía: "Relájate, todo está arreglado. Diviértete, te amo". Sabía que no tenía nada de qué preocuparse, confiaba en T/N después de todo, pero la falta de control todavía era desconcertante.
Lauren abrió la puerta con la llave que Camila le dio al mudarse al departamento. "¿Por qué debería molestarme en abrirle la puerta cuando puedes hacerlo tu misma?" había dicho cuando él dio la llave. La cerradura cedió con un clic y Lauren entró, él olor a rosas flotando por el pequeño espacio.
"¿Shawn te envío rosas?" preguntó, sus ojos vieron a Camila en el sofá.
"Tal vez", tatareó mientras apartaba los ojos del libro en sus manos para mirar a Lauren, con una sonrisa en las comisuras de sus labios. Marcó la página en la que estaba antes de cerrar el libro y apartarse de su lugar en el sofá. "¿Estás lista?"
"Dios, primero me expulsan de mi propia casa y ahora de la de mi mejor amiga". Lauren puso los ojos en blanco y se volvió hacia la puerta, arrastrando los pies por el piso de madera en señal de protesta.
