20/09/17 (Parte 1)

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🎵TEMA MUSICAL🎵
A GRITOS DE ESPERANZA
(ALEX UBAGO)

Sin lugar a dudas este sería un miércoles totalmente distintos a los anteriores, mi escuela estaba en ruinas y el ambiente en cualquier parte de la ciudad luciría triste y desolador, pude imaginarlo desde el momento que abrí los ojos viendo los ra...

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Sin lugar a dudas este sería un miércoles totalmente distintos a los anteriores, mi escuela estaba en ruinas y el ambiente en cualquier parte de la ciudad luciría triste y desolador, pude imaginarlo desde el momento que abrí los ojos viendo los rayos de sol que se filtraban por la ventana.

—Ya amaneció, nena, no quise molestarte antes... pero todos están ya en el comedor, Lena ya va servir el desayuno ¿Y adivina qué preparó? —comentó mi amiga con una sonrisa.

—Hot Cakes con lechera —respondí bajando de la cama mientras medio me peinaba.

—Sí, ¿cómo lo supiste?
—dijo sorprendida mientras salíamos de la habitación aún en pijama.

—Es el postre favorito de tu abuelita, no podía faltar —respondí a lo que mi amiga rió con recato.

Al llegar al comedor saludé y mi mamá me dio un beso en la frente, ella estaba arreglada como si fuera a salir a algún lado, su ropa era negra en su totalidad, pero pese al maquillaje que cubría su rostro las ojeras de una noche en vela eran visibles.

—Debo presentarme en el juzgado, el licenciado Rentería nos citó a audiencia, no me dio más detalles solo dijo que necesita la presencia de los testigos en punto de las once de la mañana —comentó don Leonardo.

—Me gustaría acompañarlo a declarar, pero usted sabe que Eugenio y yo debemos ir a... —pausó sin terminar la frase solo haciendo un gesto de consternación.

—Descuide, los otros dos testigos ya también fueron notificados —dijo terminando sus alimentos.

—¿Puedo ir contigo, mami? —pregunté.

—Será mejor que te quedes con Susy, cielo —respondió dando gracias a la mesa. Yo sabía perfectamente a donde iban ella y mi tío, pero preferí callar para no remover el profundo dolor que llevaba dentro de mí.

—Bueno, pues yo también me retiro, hijo... aún tengo algo de desorden en la casa y tengo que ir a limpiar, ayer quedé tan espantada que ¡Ay no!... —exclamó la abuelita de Susy haciendo un ademán.

—¿Segura que no se queda otros días más con nosotros, mamá? —preguntó don Leonardo.

—Claro que estoy segura, hijo, tu mujer llegará en unos días y no quiero estorbar —dijo levantando la mesa a lo que Lena le hizo una señal diciéndole que no y acercándose a hacerlo ella misma.

—¡Ay, mami! No diga eso, usted nunca será... eso que dijo... —respondió don Leonardo abrazándola por la espalda y besándola en la frente. Luego de unos minutos la abuelita se despidió de todos y don Leonardo paró el primer taxi que pasó en la calle.

—Me marca cuando llegue a su casa —dijo el hombre despidiendo a su mamá mientras yo observaba todo por la ventana que da a la calle. Luego de unos instantes don Leonardo volvió adentro.

Amor entre escombros ©️ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora