Kim Namjoon.

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11:30 PM 12 de septiembre.

Abrió la puerta con sus llaves, tiritando por la brisa fresca del principio otoñal sur coreano.

Dejó su abrigo en el perchero junto a la puerta, quitándose sus zapatos y colocándose el calzado de uso interior como corresponde la costumbre.

Todo el apartamento estaba apagado salvo la tenue luz color ámbar proveniente de la cocina. Adentrándose en el pasillo se oyó el sonido de Rapmon despertando al percibir el aroma de su dueño, se oyó como sus cortas patas se apuraban a recibirlo requipeteando en el suelo.
El peligris lo alzo en brazos haciéndole mimos en el blanco pelaje de su cabeza, bajó al animal que volvió a su cama al lado del sillón para retomar su sueño nuevamente.

Cuando entro en la cocina para atenuar el resplandor y descubrió a su novia dormida sobre la mesada, con un pastel casero en el que se leía la inscripción con crema blanca "Feliz cumpleaños Joonie"

Reconoció al instante que ella misma lo había preparado debido a los utensilios que secaban perfectamente ordenados en la encimera de la cocina.
Acarició la mejilla de la chica con ternura.

- ¿Namjoon?-murmuro dormida, cuando el moreno apareció en su campo de visión salto para abrazar su cuello.
- NAMINE!! Creí que no vendrías.

- Lo olvidé por completo, perdona.

- Está bien, espero que te guste- respondió cortando un pedazo del pastel mientras que el peligris tomaba un plato y tenedor pequeños.

- Mierda Nena, si sigues cocinando para mí así tendré que casarme contigo- se apresuró a tragar el primer bocado para mirarla a ella con ojos de admiración y sorpresa.

- Gracias, Joonie me gustaría que mañana me acompañes para comprar tu regalo de cumpleaños.

- Pero para mi esto es un regalo.

- Tranquilo no iremos a comprar ropa, te ahorro la humillación-respondió divertida caminando hacia su habitación.

Ambos dormían en habitaciones separadas debido a que ella solía trabajar en las noches cuando la inspiración llegaba derrepente y el leía hasta muy tarde.

Se acomodó entre las sábanas intentando conciliar el sueño nuevamente, cuando el crujido de la puerta abriéndose la sobresalto.

- ¿Puedo dormir contigo esta vez?

- Namjoon no- la interrumpió cerrado la puerta tras de sí.

- Aún es mi cumpleaños- se cruzo de brazos y sonrio como un niño inocente. Que no era.

- Iba a decirte que no es necesario que sea tu cumpleaños para dormir aquí Joonie-respondió abriendo las frazadas para que el peligris deslizara su cuerpo y se acoplara al de ella.

- ¿Cuando podremos dormir de esta manera?

- Pero ya lo estamos haciendo.

- Ya sabes lo que quiero decir... Me gusta abrazarte y verte al despertar- frunció el ceño dando toquecitos en las mejillas de la chica.

- Primero, tu no puedes solo dormir conmigo sin hacer nada y segundo tengo que terminar los últimos capítulos de la historia- respondió depositando un casto beso en su frente a modo de disculpa.
Namjoon bufo escondiendo su rostro en el cuello de la chica.

- Féliz cumpleaños Namjoonie- murmuro pasando su mano por su espalda pegándose más a su pecho hasta quedarse dormidos.

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«Es tu cumpleaños, pide un deseó»

«Que te quedes conmigo para siempre»

«No puedes pedir eso»

«¿Por qué no?»

«Porque tentarias a la suerte, te arrancaría de mis manos
No quiero despertar y saber que no estarás a mi lado»

«Tampoco yo»

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