Love Myself [MYG] COMPLETA

~Capítulo 14~

Hoseok se despertó estirándose lo más que podía, bostezó incorporándose y bajó de la cama de un salto sorprendiéndose al ver a Min YoonGi saliendo del baño con el cabello mojado y ya vestido.

— Vaya, no esperaba ver esto.

— Buenos días, Hoseok.

— ¿Buenos días? —preguntó irónico. Restregó sus ojos parpadeando varias veces, ¿Acaso Min YoonGi había amanecido de buen humor? — ¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo?

— ¿A qué te refieres? —frunció el ceño metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón negro. YoonGi acostumbraba a usar negro en su ropa mientras que Hoseok era lo contrario, él por lo general usaba ropa colorida y de muy buen estilo, a decir verdad.

— Tú, querido amigo, sueles despertar maldiciendo al mundo y de mal humor, nunca me dices eso de "Buenos días"—Hoseok comprendió en minutos—Es Hyeon, ¿Cierto?

— Salí con ella anoche—susurró.

— Lo sé, intenté esperarte despierto, pero estaba algo cansado—le restó importancia—Dime, ¿Qué hicieron que te alegró tanto? —sonrió moviendo sus cejas insinuando...

— No hicimos nada de lo que estás pensando, pervertido—golpeó su brazo en forma de broma—Sólo...

— ¿Sólo...?

— Estuvimos besándonos.

— SeokJin te asesinará enserio...

— Ella me lo pidió esta vez, Hoseok—contestó—Debo admitir que fue mejor que la primera vez y...

— ¿Y....? —de nuevo le incitaba a seguir.

— Me gustó—sonrió de lado satisfecho con la grandiosa noche.

[...]

Hyeon había salido de la cabaña minutos después que su hermano quien prometió adelantarse con el desayuno, Nam se había ido con él. Sonrió recordando la increíble noche, pero borró aquella sonrisa al instante cuando identificó a Nancy McDonnie, una de las amigas de Jennie Kim.

— ¡Buenos días, Hyeon! —sonrió luciendo un short negro y una camisa de tirantes rojas. A Hyeon le parecía que ella dejaba mucha piel expuesta, pero Jennie era peor, de nuevo pensó en YoonGi, pero sólo unos minutos—Te tengo una buena noticia...

— No—intentó huir, pero la detuvo tomándola del brazo, no pudo evitar temblar un poco. Ella había despertado con el hermoso recuerdo de los besos de su chico lindo y ahora venían a dañar su buen humor.

— Tranquila, mira, vengo sola, no voy a lastimarte.

— Será mejor que sueltes a Hyeon—advirtió Lalisa con su cabello recogido en dos trenzas y de brazos cruzados.

— Llegó la enana—bufó soltando a la rubia— ¿Sigues detrás del niño rata?

— Te recuerdo que soy menor que tú, pero soy más alta y segundo, JungKook no es un niño rata...

— Él es como el chocolate—corrigió Hyeon siendo consciente que no conocía al chico todavía—Oh, ¿Sabes que a Lisa le gusta ese chico? ¿También crees que es injusto que la haya rechazado por esa...?

— IU—sonrió con malicia. Lisa sabía que su amiga no lo decía con mala intención, pero a veces olvidaba que Hyeon podía ser muy honesta en el momento menos indicado.

— ¿Qué es lo que quieres? Si vienes a molestar a Hyeon será mejor que...

— De hecho, vengo a decirle que conseguí sus cosas no muy lejos de aquí.

— ¡¿Enserio?!

— Espera, Hyeon, no confíes en ella, recuerda que por su culpa perdiste todo.

— ¿No me crees? Ven a ver entonces—comenzó a caminar alejándose. Hyeon la siguió sin dudarlo y Lisa sabía que no podía dejar a su amiga sola.

[...]

Caminaron por casi una hora, estaba algo retirado del campamento a decir verdad para Lisa y Hyeon todo lucía exactamente igual, tenían la sensación de estar dando vueltas en el mismo sitio, pero la chica rubia distinguió sus maletas junto a su bolso. ¡Eran sus cosas! Sonrió acercándose tomando su bolso abriéndolo y sí, ahí estaba su ropa.

— ¿Está todo? —Lisa se había acercado verificando con ella las maletas.

— ¡Sí! —sonrió ampliamente—Nancy, grac...—se calló al no ver a nadie— ¿Nancy?

— Oh, mierda—Lisa se incorporó intentando distinguirla en algún rincón escondida pero no, estaban solas— ¡Nancy, esto no es divertido!

— No digas groserías, eso es feo.

— Dime que recuerdas por donde vinimos—miró a su amiga, pero Hyeon bajó la vista negando. Lisa tuvo que luchar con los nervios para no alterar a la otra.

Nancy las había llevado allí para hacer que se perdieran.