Love Myself [MYG] COMPLETA

~Capítulo 23~

Los padres de YoonGi eran realmente graciosos y amables, Jin en lo principal conversaba con la mujer sobre la cocina, el chico también cocinaba bien y por lo general ayudaba a su madre. Hyeon quiso ayudar a recoger la mesa, pero el padre de YoonGi se vio sumergido en una conversación sobre la música con la chica, cuando YoonGi pudo tenerla unos minutos a sola, tomó su mano llevándola a su habitación, tenía algo que mostrarle.

La habitación del chico estaba relativamente ordenada, en el computador la sentó frente a la pantalla enseñándole un trabajo que debía hacer para el final de sus clases, cada uno de sus compañeros hablaría sobre una discapacidad y por casualidad a Min YoonGi le había tocado el autismo. Hyeon leyó sólo el primer párrafo entendiendo que era. Cuando miró al chico, YoonGi no supo identificar esa mirada.

— ¿Hablarás de mí frente a tu clase?

— No eres la única persona que tiene autismo, de hecho, he intentado aprender un poco más de ellos y....a veces quisiera ser como ustedes—miró a Hyeon. Ésta se sorprendió por supuesto—Siempre parecen estar en su propio mundo, no entienden la maldad del día a día...

— Oppa, no es bueno ser como nosotros.

— ¿Lo dices por los abusos?

— No—negó con la cabeza. Suspiró tomando su mano, le gustaba comparar el tamaño de ambas—A veces quiero entender ciertas cosas que las personas dicen, eso nos pasa, vivimos en nuestro mundo, pero al mismo tiempo queremos salir de él y estar en la realidad, sentimos exactamente lo que ustedes sienten, nos sentimos indefensos y frustrados al no poder defendernos de las personas malas y en ocasiones nos sentimos un estorbo con nuestras familias o amigos...

— No eres un estorbo, Hyeon, todos te queremos mucho—besó su mejilla.

— ¿Me seguirías queriendo si fuera normal?

— Eres normal para mí—besó su mano tomándola más firmemente. Los ojos de la chica le miraron con atención adorando esa imagen cercana de su rostro, su lindo rostro.

— Pero no para el resto, tengo el autismo leve y...

— Y eso es lo que te hace interesante.

— Oppa—reprochó.

— No puedo molestarme contigo si me dices así y haces ese puchero—sonrió al hacerla sonrojar—Hablaré de tu caso en clase, me inspiraré en ti, eres maravillosa, Hyeon. No sólo por fuera también por dentro.

— ¿Te amas a ti mismo, oppa?

— Algunas veces...

— Tienes que hacerlo siempre porque eres lindo no sólo por fuera también por dentro—usó sus palabras sacándole la lengua.

— Que traviesa—comenzó a hacerle cosquillas por unos minutos porque entre juegos comenzaron a besarse. Sus labios acariciando los del otro era lo mejor y el cosquilleo en el estómago a veces era más intenso que la primera vez que se besaron, Hyeon no pudo evitar reírse por lo bajo por el intento de YoonGi de hacerle cosquillas apartando sus manos y claro, sin interrumpir el beso.

— Hyeon, abajo...—Jin se calló por la imagen que había visto. YoonGi se alejó de inmediato de su hermana y ésta se relamía los labios teniéndolos quizás más rosados que antes, SeokJin no estaba acostumbrado a ver eso, de hecho, era primera vez que los veía así, pero sabía o deducía que Hyeon y YoonGi se besaban.

— ¿Qué? —preguntó ella regresándolo a la realidad.

— La señora Min te espera abajo.

— Ya voy—se levantó y salió de la habitación dejando a ambos chicos solos.

Jin miró la habitación tomando asiento a orillas de la cama, YoonGi apagó el monitor de su computador y lo miró esperando algún comentario al respecto. Cuando sus miradas se encontraron, el rubio abrió su boca...

— No hacemos nada malo—interrumpió YoonGi algo serio—Somos adolescentes, tenemos derecho a besarnos.

— Es mi hermana...

— Tiene diecisiete años.

— Escucha, sólo espero que no hayas llegado con ella a la segunda base...

— ¡No! Por Dios, sé que para eso esperaré mucho, Hyeon todavía no se siente preparada...

— Para que digas eso significa que lo intentaron.

— SeokJin, no hemos intentado nada...

— Ese beso no decía eso.

— ¿Por qué hablo de esto contigo? —se levantó—Sal de mi habitación.

— Sólo usen protección, ¿Sí?

— ¡Fuera! —ordenó más que avergonzado. No niega que la idea haya pasado por su cabeza, pero con Hyeon las cosas debían ir poco a poco.