Capítulo 4: ¿Donde está Zayn?

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—Estoy complacida de que hayas aceptado mi propuesta —me dice Perrie, estamos en el centro comercial, en la boutique de Kusses probándonos una que otra prenda de vestir.

 Hasta el momento la estoy pasando bien, Perrie es una persona muy divertida y de muy buen gusto, me está asesorando en cuanto a moda se refiere. En estos momentos ella ha entrado al probador y yo estoy sentada en el sofá rojo de la tienda esperando que mi linda cuñada salga con la última blusa que ha querido ponerse.

 Llevamos más de media hora en Kusses y hasta el momento hemos comprado alrededor de dos prendas cada una, entre las de Perrie está un polo blanco con mangas negras con un logo de Batman estampado en ella y una blusa rosa pastel con botones y piedritas. Lo que yo he comprado es básicamente un short rojo con detalles de blondas negras en la parte de abajo y un polo de algodón manga larga color celeste con un detalle de cuello en la parte de arriba. Creo que está bonito y tengo un par de cosas que combinan con esto en casa.

—Bien, que te parece —me dice. Perrie ha salido y me mira esperando una respuesta.

 —Luces muy linda —contesto.

 —¿En serio?

 —Sí, a Zayn le va encantar.

 —Oh, eso espero. Quiero impresionarlo —murmura, sonriendo a más no poder.

 —No lo dudo, Perrie.

 —Y ¿Vas a comprar algo más?

 —No, ya no —le digo, frunciendo los labios en una mueca.

 Perrie sonríe y me conduce a la caja registradora donde aguarda una chica morena de estatura mediana, colocamos las prendas en la mesa y ella las pasa por su registrador. La boleta se va imprimiendo, la chica vendedora las dobla y las coloca en un bolsa de papel que tiene el logo de Kusses impreso en ella.

 —El total es de ciento cuarenta y cinco dólares —nos dice, la cuenta es en global, por eso sale ese número tan alto. Le doy mi tarjeta y ella lo pasa por su cajero portátil, me coloca el aparato enfrente para que ingrese mi código, lo hago y al instante la boleta sale por completo.

 Hemos quedado en lo siguiente, yo pago esta ronda de ropa y Perrie la siguiente. Creo que es un trato justo. Cojo entre mis manos la bolsa y salimos de ahí.

 —Kusses me trae tantos recuerdos —me dice, Perrie. Puedo distinguir un halo de nostalgia en su voz.

 —¿No compras acá? —pregunto, curiosa y dudosa al mismo tiempo.

 —No, bueno lo hacía hasta hace dos años.

 —¿Y dónde se supone que compras tu ropa? —inquiero, sonriendo y cargando la bolsa en la muñeca.

 —Las compro en PaperCrown.

 —No conozco esa tienda —le digo.

 —Abrió hace poco y tienen ropa un poco más sofisticada. Como para mi edad.

 —Hablas como si tuvieras cuarenta años —le respondo, Perrie se hecha a reír. Con la mano me señala las escaleras eléctricas indicándome que las tome.

 —No es eso —me dice. —Es solo que con el tiempo vas cambiando de gustos, y aunque Kusses tiene ropa maravillosa, ya me acostumbre a algo más formal.

 —Debes llevarme a conocer esa tienda.

 —Lo estoy haciendo, está en la planta baja —me dice.

 Perrie me dirije a una tienda con detalles dorados y coronas impresas en el logo rosado. Lleva grabado “PaperCrown” en letra cursiva y negrita. Sin duda parece una tienda cara, más que la de Kusses.

STORM |H.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora