STORM |H.S.|

Capítulo 6: Hospital y suspiro de alivio.

Cuando llegamos al Rosé Park, verifico que todo se encuentra normal. Hay una mínima cantidad de gente, tal vez tres o cuatro personas pero nada fuera de lo común. Camino unos cuantos pasos tratando de adentrarme más para así poder tener una mejor percepción, cuando lo consigo observo un auto de policía estacionado al otro lado del parque, también distingo un grupo reducido de personas que están tratando de averiguar qué es lo que ha pasado.

Siento que el corazón se me desboca por completo, tengo un mal presentimiento acerca de ese vehículo. Miro a Perrie y a Harry, ellos también tienen su vista fija en el automóvil y puedo notar la preocupación en sus ojos, ella sabe que esta es una posibilidad pero espero que no sea lo que estoy imaginando. No quiero llegar y encontrar a Zayn tirado en plena vereda, sería demasiado devastador para mí.

Perrie se acerca y me toma el hombro, respiro profundo y juntas caminamos para corroborar nuestras sospechas. Cuando llego no encuentro nada, solo un policía se localiza ahí. Tiene una linterna en la mano derecha y en el piso puedo distinguir unas pocas gotas de sangre. Me acerco a él.

—Buenas noches, me puede decir que sucedió acá —le pregunto, de la mejor forma que pueda haber en este mundo. El policía no me responde, luego de un segundo me mira y sonríe amable.

—Lo lamento, pero no estoy autorizado para dar ese tipo de información —contesta. Frunce sus labios y vuelve la vista hacia la linterna y las gotas frescas de sangre.

—Escuche, mi hermano está desaparecido y tengo una ligera sospecha de que algo malo le puede haber sucedido.

—¿Hermano? —pregunta, sus ojos volcados nuevamente hacia mí.

—Sí —respondo, suelto un suspiro contenido en mi garganta.

—Bien niña, dame sus características.

—Su nombre es Zayn Weasly —le digo—. Tiene veinte años, es alto, alrededor de uno ochenta. Cabello negro, contextura delgada, tiene un poco de barba, también ojos negros y no es de tés muy clara —le digo. Lo miro expectante.

—Bien, tengo un chico de esas características en el hospital —me dice, mi alma se sale del pecho, unos calambres hacen que mi cuerpo se pongo ligeramente frio y tenso.

—¿Qué? ¿Cómo? —pregunto. En parte me lo esperaba, pero había una porción de mí que no quería escuchar eso.

—Al parecer lo han asaltado, tiene un corte en la costilla izquierda y la muñeca luxada. No es nada grave pero tendrías que ir a ver si es tu hermano. Él joven no nos dio sus datos pero por las características que me has proporcionado, puedo deducir que es él mismo.

Escucho estamparse un ruido fuerte y duro contra el piso, volteo a ver y me encuentro a Perrie tirada en el pavimento. Esta desmayada.

—¡Perrie! —grito, corriendo hacia ella. Harry y el policía me siguen.

—Haber, déjame esto a mí —indica el hombre vestido de verde o negro. No lo sé, no distingo bien en la oscuridad—. Joven —le dice, mientras de su bolsillo saca un poco de algodón con ¿alcohol? No entiendo porque tiene esas cosas en su pantalón pero tampoco pregunto. Lo coloca en las fosas nasales de Perrie y puedo ver como ella da un espasmo y luego empieza a reaccionar. Guau, esto es demasiado para mí —. La señorita ya está volviendo en sí y por el otro lado, el joven está en el Mitchel Hospital and Clinic, la ambulancia ha partido hace veinte minutos, si te apresuras puedes llegar dentro de  unos diez. Lamento no proporcionarte más información pero eso es todo lo que tenemos —concluye.

—Okay. Gracias —le digo, mi mente trata de procesar todo lo sucedido, no me estoy sintiendo bien pero hago un esfuerzo sobre humano para estabilizarme y que mis pies no me fallen. Mi cuerpo se siente pesado y un poco cansado, concibo la respiración agitada y demasiada pausada para ser normal. Me arrodillo tratando de levantar a Perrie, Harry viene de inmediato y pasa el brazo de la rubia por sus hombros. Me dedica una sonrisa como diciéndome “Déjame esto a mí”. No digo nada, solo asiento y camino nuevamente hacia la vereda más cercana con la esperanza de encontrar un taxi vacío.