"Little Cat"--Kellic Quentes

EPÍLOGO

1 año después....

—Cariño por favor, yo en serio debo terminar de peinarte o papi Kellin se molestará mucho— un suspiro escapa de sus labios al ver como la pequeña niña no intenta siquiera cooperar.

Ella se retuerce en su lugar, haciendo que la pequeña coleta por tercera vez quedará chueca y con varios cabellos salidos de ella. Vic piensa seriamente en rendirse y pedir ayuda a Jenna, pero entonces las palabras de futuro esposo retumban dentro de su cabeza.

Él diría algo como; "Víctor, ellas son nuestras hijas, no de Jenna. Deberías ser capaz de poder peinarlas a ambas" para después bufar e irse indiganadamente mientras murmuraba una y otra vez por qué siempre debía de ser él el que todo debía hacer.

Si, Vic sabía que su Kells no era más que un minino gruñón, y oh cuanto lo amaba.

—¡Papá!— la pequeña niña grita cuando su padre cepilla entre sus orejitas de color blanco escondidas entre sus cabellos castaños. Hay un pequeño puchero en su boquita y se ceño está levemente fruncido. Víctor se pregunta si podría ser incluso más adorable que eso.

—¿Qué está pasando aquí? —un sonriente Mike entra a la habitación e, inmediatamente, una carcajada resuena por parte del menor cuando nota la mirada del Vic gritando auxilio. Con un peine en una de sus manos y su pequeña sobrina jugando con todo lo que se encuentra frente a ella sin quedarse quieta—. Veo que alguien tiene problemas. — vuelve a reír.

—Es imposible, Mike... — apunta a la pequeña castaña con el peine—. Ella simplemente no se deja.

Michael niega con cabeza, sonriendo burlón—. Dame eso— él se hacerca con peine en mano a la pequeña gatita que feliz juega con los bonitos broches que su padre Kellin guardaba dentro de una pequeña cajita—. Ella debía estar lista desde hace tiempo al igual que que su hermana, que por cierto, ¿Dónde está?

—Con mamá— Vic rasca su nuca avergonzado.

—Kellin va a matarte si se entera.

—Si bueno, él no tiene porqué enterarse— cuidadosamente cierra la puerta, Mike vuelve a reír.

—Y hablando de Kellin, ¿Cómo están yendo las cosas? ¿Estás feliz? Digo, están a punto de dar a conocer su compromiso con el resto de la familia.

Víctor sonríe, jugando con sus propias manos mira a la que es la tercera personita más importante en la vida, y se pregunta, ¿Es feliz? Por supuesto que sí, después de todo, después de cada obstáculo, él al fin es feliz. Con un par de hijas revoltosas pero hermosas y un futuro esposo maravilloso. Y quizá no sean la familia perfecta, pero para él es más que suficiente.

Jamás se arrepentiría de haber entrado a ese callejón por mera curiosidad.

—Lo estoy— responde, totalmente sincero y la sonrisa aún en su rostro—. No hay día en el que no despierte siendo totalmente feliz, Mike. Kellin... Kellin y mis hijas realmente me hacen feliz.

—Me alegra mucho el oír eso, hermano— Michael termina, colocando un moñito de color azul pastel en las coletas de la pequeña minina—. Bien, está princesa ya está más que lista— la carga entre sus brazos, besando su mejilla en el acto. Ella ríe.

— Deberíamos bajar de una vez—  Vic dice, viendo como su pequeña hija se retuerce en los brazos de su tío pidiendo ser bajada al piso—. Debo ir con mamá por Kelly.

—Espera, ¿Qué está no es Kelly?— Mike pregunta confundido. Víctor suelta una carcajada.

—¿En serio, Mike? Un año y aún no sabes reconocer a tus sobrinas. Increíble.