"Little Cat"--Kellic Quentes

"APOYO INCONDICIONAL"

Dedicación especial para : arwenFergusonBvb (¡Besitos! 😘😘)

-¡No, Vic! ¡No quiero! -gritó con exageración el minino. -Una cosa es que yo me muestre ante Jaime y Tony, y otra muy diferente es que tenga que hacerlo frente a Jenna, ¡Por Dios! ¿Qué acaso no ves como te come con la mirada?.

-Shh, baja la voz, está afuera puede escucharte. -susurró Vic, intentando calmar a su enfurruñado gatito.

-¡Me importa un reverendo pepino si me escucha o no!

Vic puso los ojos en blanco y suspiro exasperado.

Después de haber hablado con la rubia y tomar la decisión de que llamaría a sus dos mejores amigos para pedirles ayuda con todo esto, entró a su habitación donde se encontraba su minino, y después de contarle el "plan" y decirle que para ello debía mostrar lo que tanto ocultaban, Kellin lo había tomado muy bien. Pero explotó en el momento en que mencionó a la rubia.

Kellin se nagaba rotundamente a mostrarse tal y como era frente a la ojiazul.

-Amor, ella sólo quiere ayudar. -Vic dijo, acercándose a él, acariciando una de sus felpudas orejas, cosa que siempre terminaba relajando al pequeño ojigato.

Kellin cerró los ojos ante ka caricia, ladeando la cabeza contra la mano del moreno. -No me cae bien. -murmuró ya relajado.

-Lo sé, cariño. Ya me lo has dicho. -respondió Vic sonriendo. -Pero como te dije, sólo quiere ayudar, al igual que los chicos... Por favor, amor, no hagas esto más difícil.

Kellin hizo un puchero enternecido por los pedidos de su castaño. ¿Cómo decirle qué no a ese par de ojos marrones que lo miraban como si de un perrito abandonado bajo la lluvia se tratara?.

Sabía que Vic estaba dando todo de sí con tal de mantener la calma y protegerlo a él, lo menos que podía hacer era ser agradecido con su castaño y cooperar en todo lo que pedía.

El ojigato suspiró, rendido. -Esta bien, ¡Pero ella me sigue callendo mal! -advirtió.

Vic sonrió grande. -Lo sé, amor... Me encantan tus celos. -dijo, atrapando los labios del minino entre los suyos, dando comienzo aun beso dulce, lento pero apasionado y caliente a la vez. De esa clase de besos que terminaban por desarmar por completo al ojiverde.

El pelinegro enredo sus dedos en los largos cabellos de su pareja, y justo en el momento en que aquel beso estaba a punto de convertirse en algo más, la puerta fue tocada de forma suave, seguida de esa voz tan detestable para el minino.

-¡Vic! Tus amigos han llegado. -avisó la rubia con cierto tono incómodo del otro lado de la puerta.

Vic se separó de golpe de la boca de su gatito, provocando que este gruñera en protesta. El mayor son río aún sobre sus labios. -Vamos. -murmuró, tomando su mano.

El minino volvió a bufar. Sin embargo, obedeció a su castaño, yendo tras él.

Ambos chicos salieron de la habitación, encontrándose con Jaime y Tony charlando animadamente con la ojiazul.

Tony sonrió grande al ver al castaño y al pelinegro. -¡Hola, Vic! ¡Hola, Kellin! -saludó alegre.

-Hey. -murmuró Jaime en forma de saludo.

Si algo Kellin ha aprendido en el transcurso de los meses que lleva conociendo a ambos chicos, es que, definitivamente eran dos mundos totalmente diferentes.

Mientras que Tony era un chico alegre, gracioso y un tanto hiperactivo, Jaime era todo lo contrario, callado, relajado y misterioso. Si, de vez en cuando hacía una que otra broma, pero muy de vez en cuando.