El día anterior había sido una tarde bastante extraña para ambos chicos. Ninguno había salido de su habitación después de lo ocurrido.
Las palabras que el pequeño gatito había dicho en la soledad de su habitación retumbaban una y otra vez dentro de la cabeza del moreno. Lo confundía de una y mil maneras.
¿En realidad Kellin estaba interesado en él? Se hizo la misma pregunta más de veinte veces en una sola noche. Quería que la respuesta fuera un si, por que, de cierta forma, él sabía que sentía algo por Kellin, no podía decir que era amor, porque nadie puede llegar a amar a una persona en tan solo unas semanas, pero sabía que era algo especial.
Era, verdaderamente extraño. Se sentía raro, pero al mismo tiempo, se sentía bien. Era como si, una delgada, acogedora y cálida capa, estuviera cubriendo su corazón por completo, haciéndolo sentir diferente, pero bien al mismo tiempo.
Algo estaba cambiando dentro de él, y Kellin tenía bastante culpa en ello.
Un agudo estruendo, seguido de una exclamación proveniente de la cocina logro sacar al castaño de su ensimismamiento. Rápidamente se levanto de la cama y salió corriendo hacia el lugar de donde provenían los ruidos.
Al llegar, encontró a Kellin apoyado en sus rodillas, recogiendo los pedazos de un plato hecho añicos.
-ten cuidado, vas a cortarte-dijo Vic, arrodillándose frente a él, ayudando a reunir todos los pedazos de aquel plato.
-lo siento- se disculpo Kellin en u hilo de voz, Víctor pudo notar como sus manos temblaban al tomar cada vidrio.
-está bien, solo...
-te juro que fue un accidente, el plato solo resbalo de mis manos-la forma en la que el ojigato había hablado era extraña. Había hablado rápido y con miedo.
-Kellin está bien, se que solo fue un accidente-intento tranquilizarlo poniendo una mano sobre su hombro y hablándole suavemente. Kellin temblaba cual gelatina por completo, y si, lo hacía de miedo. Accidentes como esos, tan simples y sin importancia, traían a su cabeza malos y horribles recuerdos.
-Kellin...
-soy un estúpido-el chico gato tapo su rostro con ambas manos, comenzando a sollozar entre ellas, y literalmente, Vic no sabía qué hacer.
-oh no, Kellin... no eres estúpido, fue un accidente, Kellin...-suspiro, y lentamente y con cuidado de no hacerse daño con los vidrios aun tirados, tanto a él como a Kellin, tomo al pequeño gatito de sus hombros y lo atrajo hacia él. Kellin, inmediatamente se abrazo a su torso. Aun seguía llorando y temblando, por lo que Vic, lo abrazo fuertemente contra su pecho.
Tuvieron que pasar varios minutos para que Kellin pudiera tranquilizarse. Ambos seguían sentados en el piso de la cocina, abrazados.
Y por alguna estúpida razón, el mayor creyó que era una buena oportunidad para que ambos hablaran de las cosas ocurridas que tanto lo confundían.
-¿ya estas mejor?-pregunto el moreno al pequeño gatito que se encontraba apoyado en su pecho.
Kellin débilmente asintió, aun hipaba mientras era abrazado por el mayor. Se sentía bien estando así con él, tanto que le hubiera gustado congelar el tiempo, y así poder quedarse juntos por mucho más tiempo.
-bien, porque... creo que necesitamos hablar-Kellin, al escuchar estas palabras salir de la boca del mayor, rápidamente se separo un poco de él, viéndolo a los ojos con algo de miedo en su mirada verdosa. Víctor, al notar como el pelinegro volvía a alterarse, rápidamente lo volvió a tomar entre sus brazos, aun mas fuerte, quería hacerlo sentir seguro y bien.
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"Little Cat"--Kellic Quentes
FanfictionVic solo quería un gato. Portada hecha por: @kitmhwa ®NO SE PERMITEN ADAPTACIONES.