Dejame Ser Feliz - JonDami

¿Estas decepcionada?

¿Porqué se empeña tanto en tratar de controlar mi vida? ¿Tan difícil es que me deje en paz? Que no perturbe la poca tranquilidad la cual me brinda las personas que me aceptan tal y como soy, que no esperan nada de mi, ni tampoco me imponen unas cargas tan desagradables. Esos eran mis pensamientos al escuchar de Batman lo que sucedió en la Atalaya, ciertamente no se dará por vencido fácilmente, y eso lo está apartando de quienes una vez considero su familia y amigos, pero poco me importa ya, de ser posible quisiera borrarlo de mi mente, hacer que jamás existió.

—¿También estuvo en la Atalaya buscándote? —cuestionó Jon.

Bruce, que estaba sentado frente a la computadora, voletó la mirada en dirección al menor. —¿A qué te refieres?

—Cuando Alfred nos estaba recogiendo Superman apareció para intentar llevarse a Jon. —dijo Damian.

—Lo aparte de mi usando mis poderes, ciertamente esta no va a ser la última vez. —opinó Superboy.

—Ya lidiaremos con eso. —señaló Batman. —Por otro lado, ¿Porqué razón quisiste cambiar tu traje a algo como esto?

Mirando un poco su nuevo traje, Jon pasó a hablar. —Para desligarme por completo de él, además, siento que el cambio me sentará bien, ¿Listo para salir Dami?

—Ni te imaginas cuanto. —dijo Robin.

Escuchar su voz no podría darme más confianza y reafirmar mi propia decisión, esto es lo mejor que puedo hacer y agradezco completamente el tenerlos a ellos apoyándome. Estábamos listos para salir, Damian lo haría en su moto mientras que yo lo seguiría volando, pero nos detuvimos al escuchar que Alfred se comunicaba a la Baticueva

—Amo Bruce, la señorita Lane se encuentra en la entrada, dice que desea hablar con el amo Jon. —informó el mayordomo.

¿Mi mamá.... esta aquí y quiere... hablar conmigo? ¿Que querrá decirme? ¿Porqué ahora, después de mas de una semana? ¿Él la habrá enviado por mí? Debe estar decepcionada de mí, posiblemente esta aquí para decirme que soy un asco, que no quiere saber mas de mi, no quería pensar en eso, no quiero que ella también me desprecie, que no me comprenda ni entienda mi decisión, a quien yo deseó darle mi cariño y amor.... no no no no no, mi mente se esta volviendo un desastre, tantos pensamientos negativos que viajan a través de mi cerebro y éste hace que mi cuerpo reaccione de la peor forma posible, me comenzaba a agitar, mi respiración se volvía errática, mis manos comenzaban a temblar, estaba entrando en pánico, aun ni siquiera ella estaba presente y la inseguridad me estaba consumiendo. Entre tantos pensamientos pude sentir como Damian se aferró a mi en un abrazo al notar el como estaba reaccionando, apretaba con fuerza a mi cuerpo, moviendo una de sus manos en mi espalda tratando de tranquilizarme.

—Jon, no tienes que ir si no te sientes listo. —dijo el oji esmeralda.

Trate de poner en orden mis pensamientos, inhalaba u exhalaba lentamente para tratar de regular mi respiración y ritmo cardíaco, mis ojos estaban cerrados unos momentos hasta que al estar calmado, logré tomar una decisión.

—No... tengo que hacerlo, será mejor que posponer algo que iba a suceder tarde o temprano, dile que espere, yo iré enseguida. —decidió Jonathan.

Bruce sonrió ante mi respuesta y hablo con Alfred, haciendo que mi madre pasara a esperar a que yo fuese, comencé a salir y caminar fuera de la Baticueva aun nervioso, mi mano derecha temblaba un poco hasta que sentí el agarre de la mano de Damian, entrelazando nuestros dedos y caminando juntos, quiso estar presente y apoyarme en todo momento. Caminamos hasta la biblioteca en la cual ella se encontraba esperando, la pude ver de pie observando un libró que tenía en sus manos hasta percatarse de nuestra presencia, cuando volteó su mirada hacía nosotros su cara se veía sorprendida, sus ojos se paseaban, como analizando cada parte de nosotros para luego solo sonreír y dirigirnos la palabra