La Verdad

1K 86 109
                                    

Mis ojos fueron abriéndose lentamente intentando ver donde me encontraba, posiblemente una de las habitaciones de la mansión, tan silenciosa y serena hasta que sentí un pequeño ruido y movimiento justo a mi lado por lo que giré mi cabeza hasta que nuestras miradas se toparon. Azul y verde se veían el uno al otro, contemplando y disfrutando aquel cómodo silencio que se formaba en ese lugar queriendo que jamás terminase.

Preocupación reflejaban aquellas esmeraldas  pertenecientes al ser más maravilloso en mi vida, le di la más grande sonrisa que pudiese darle y demostrar con ello que todo estaba bien, que ya no había nada que temer puesto que me encontraba bien.

Estando con él puedo sentirme mejor, puedo pasar las adversidades que se presenten.

Va a ser difícil, eso lo tengo muy claro pero también sé ahora que Damian va a estar a mi lado apoyándome, quizás pueda sonar egoísta hacer que él se meta mucho más es mis problemas, pero con el tiempo podré sanar.

Acercándose lentamente, Damian posó su mano en mí mejilla contemplándome y dejando ver aún más aquellas esmeraldas preciosas en sus ojos. —¿Como te sientes? —incline mi cabeza para sentir mas aquel contacto, tan suave y tan tierno.

—Ahora estoy mejor. —lentamente me acerqué a su rostro y uniendo nuestras bocas nos dimos y beso nada lujurioso, simple pero deseoso y transmisor de completo cariño al otro, tan puro y sincero que nuestro alrededor se sentía en completa serenidad, así como también mi corazón. —Te amo Dami, no sabes cuanto... gracias, por todo.

Un abrazo, nuestros brazos rodeando el cuerpo del otro y aferrándonos con fuerza y cariño para no querer separarnos, respirando casi al mismo ritmo siendo uno solo. —Yo también te amo Jon y siempre estaré para ti.

Un sonido se escuchó en la habitación produciéndome la mayor vergüenza posible, mi estomago gruñía por comida y era entendible, llevo mucho tiempo sin comer algo y necesito energía. Damian solo atinó a reírse de mí haciendo que mi rostro se sonroje todavía más, si es que eso era posible considerando que debería estar como un tomate. Iba a hablarle para que no se burlara de mí pero mi voz no salió con lo que sentí, mi mano rozó mi abdomen sintiendo algo allí por lo que decidí levantar mi camisa para ver de que se trataba.

Diagonal, bajando de izquierda a la derecha se podía ver una cicatriz allí así como también repare en mis palmas las cuales tenían algunas marcas.... la kryptonita, soy mestizo, quizás por mi parte humana fue que quedaron esas cicatrices en mi cuerpo, un recordatorio.

Damian pasó sus dedos sobre aquél lugar, delineándolo lentamente y con una expresión de dolor, no quiero que se culpe por esto, fue un error que ahora sé que no volveré a cometer, no mientras esté con él. —No te culpes por esto Dami, por favor.

Inhalo aire y suspiró fuertemente liberando la tensión y dolor, negó con la cabeza mientras retiraba su mano de aquél lugar tomando mi mano entrelazando nuestros dedos para después jalarme y seguirlo. —Vamos, busquemos algo para comer.

Me dejé llevar por él, estando uno al lado del otro acariciando nuestras manos unidas e intercambiando calor al otro hasta casi llegar a la cocina de la mansión pero mi oído logró captar las voces de todos allí además de una muy conocida para mí.

Cuando atravesamos el marco de la puerta nos quedamos quietos mientras todos con sus miradas nos veían analíticamente, sobretodo una en especial con lágrimas en sus ojos y sus manos sobre su boca evitando soltar cualquier sonido de dolor. —Mamá....

Ella rápidamente corrió de donde estaba y en cuestión de segundos ya estaba abrazándome con fuerza mientras mi camisa se humedecía por las lágrimas que caían de su rostro. —Perdóname Jon... no estuve para ti... tampoco supe todo lo que sufrías hasta orillarte a eso...

Dejame Ser Feliz - JonDamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora