Dejame Ser Feliz - JonDami

Colapso

Jamás había visto a ésta persona en mi vida pero por alguna extraña razón siento algo cuando lo veo, si lo conociera lo recordaría pero ese no es el caso, quizás sea por su apariencia.

¿Porqué se parece tanto a mi padre?

Quería preguntar, tratar de conseguir respuestas a éstas inquietudes y cuando iba a hacerlo no pude porque vi el cómo Tim se acercaba a él.

—¿Enserio eres tú Kon? —su voz quebrada producto de las lágrimas que ha derramado, su mano se acercaba lentamente a tocar su rostro, temblando cuando sintió la calidez que desprendía su piel. —¿Realmente estás aquí?

—Es real Tim, ya regresé. —su mano sujeto con cariño la del ex Robin para después agarrarlo y abrazarlo con fuerza y anhelo, tratando de que con ello le hiciese entender y ver que hablaba con la verdad.

Llantos y cariño desprendían ambos, fácilmente pude ver que había una conexión, algo que los unía tan enormemente que se asemejaba a lo que sentimos Damian y yo.

Se amaban.

Era algo lindo de ver y la Batifamilia se veía bastante feliz por ambos, exceptuando por Damian, tanto él como yo teníamos en nuestros rostros confusión e incertidumbre ante lo que estaba frente a nosotros y por más que deseáramos que éste momento siguiese, necesitábamos respuestas.

—Drake, ¿Quién es él? —la voz de Damian fue la primera en salir con aquélla pregunta.

—Oh ehm, claro... —claramente se veía un poco nervioso o más bien diría agitado por todas las emociones que ha sentido es pocos minutos. —El es....

—Conner, Conner Kent o también Kon-El.

Mi cabeza me está dando vueltas por sus palabras, ¿Porqué dice llamarse Kent? Jamás lo llegué a escuchar de parte de mi padre o mi mamá, tampoco ellos lo habían mencionado nunca y lo más importante de todo es, ¿Porque razón se parece tanto a mi padre? Es como si lo viese a él más joven.

—¿Porqué....... porqué te pareces tanto a él?

—Es complicado Jon. —la voz de Tim fue la que me habló después de mi pregunta. —Kon es un clon de Superman creado por Lex Luthor, pero él fue acogido por tus abuelos y tu padre.

—Sería algo así como un hermano mayor para ti. —dijo él acercándose a mí y posar su mano en mi cabeza para luego revólver mi cabello, mostrando en su rostro una sonrisa algo triste. —Has pasado por mucho por lo que he escuchado, estuve cerca de ti cuando fuiste con Jor-El.

—¿Me estabas siguiendo? ¿Porque?

—Me sorprendí al verte en la fortaleza, jamás supe que Clark tenía un hijo, han... pasado muchas cosas que desconozco. —su tono de voz se volvió algo amargo y frio, como si su propia voz generase una ventisca helada entrando en los oídos de cada uno de nosotros, algo le sucedió a él y quizás es por ello que nunca supe de su existencia hasta ahora. —Aún así estoy sorprendido.

—¿De qué? —tenía un mal presentimiento, hay algo en mí que me dice que no saldrá nada bueno de esto.

—¿Porqué razón Clark hizo todo eso? El nunca fue así conmigo y tampoco reaccionó mal cuando supo de lo nuestro, ¿Cierto Tim?

Me sentí aplastado por hielo, como si un enorme témpano hubiese caído en mi cuerpo congelándolo por completo y sumiéndome en su frío y casi muerto abrazo.

Caminé fuera de allí sin fijarme en ninguno de ellos, ni siquiera respondí a los llamados que Dami me hacía o cuando intentó tomar mi brazo, simplemente seguí adelante y cuando los dejé atrás corrí lo más que pude hasta llegar a mi habitación y encerrarme en ella en completa soledad. Se que no es bueno que lo haga porque la compañía y más la de ellos me ayuda a sentirme mejor, pero no puedo evitarlo, esas palabras me destrozaron y casi tiraron a la basura toda mi charla y palabras de aliento por parte del abuelo.

Me sentía mucho mejor después de hablar con él porque pude proyectarme a mí mismo en él y sus palabras, en su dolor y experiencia. Me alentó a querer intentarlo o por lo menos considerarlo como una opción, pero ya no puedo pensar con claridad ni intentar animarme de nuevo, porque aquellas reveladoras palabras desgarraron esa posibilidad.

Es tan duro todo esto, ¿Porqué el destino quiere hacerme sufrir tanto? Ya comenzaba a sentirme mejor pero, ¿Porqué a él y no a mí? ¿Porqué a él si lo aceptó y jamás lo trató de la forma en que lo hizo conmigo? Soy su hijo.

Golpes al otro lado de la puerta y el llamado de Damian se hacían cada vez más fuerte, escuchar su voz dolida y con preocupación me carcomía por dentro. Amo cuando está feliz aún cuando no lo demuestra tan fácilmente como otros, pero yo puedo percibirlo completamente y el que yo sea el causante de que él reaccione de esa forma me hace querer desaparecer de su vida.

Solo soy un estorbo y un obstáculo.

Lloraba incesantemente, amargas y salinas lágrimas mojaban mi rostro y la alfombra en el suelo, no podía evitarlo, el inmenso y punzante dolor en mi corazón sumado a rememorar el pasado y las palabras dichas por ese clon amargaban mi ya pútrido ser.

Porque no le veo sentido seguir adelante solo para sufrir más y sumergir en este mismo flagelo y tortuosa vida al ser que más amo en la vida, a quien más que nada le deseo su completa felicidad.

Entre más aumentaba mi llanto y sollozos la puerta se abrió dejando pasar a Damian y posicionarse a mi lado sentado sobre sus piernas, acariciando mi cabello suavemente en un vano intento por hacerme sentir mejor, porque no servirá, solo quiero desaparecer.

Solo.... déjenme ir.

—Matame.... por favor, solo matame. —¿De que sirve vivir si le traeré mas sufrimiento a los que me importan? A la persona que amo y deseo con el ardor de mi alma, eliminaría a quién fuera que le hiciese daño y por eso deseo morir.

Porque ahora yo soy el causante de su sufrimiento.

Sentía en mi rostro una humedad ajena a la mía y que no deseaba, Damian estaba llorando y lo conozco bastante para saber que ello nunca sucede a menos que lo que le esté sucediendo lo sobrepase.

Y no lo culpo por hacerlo, todo esto nos está llevando a un umbral de oscuridad total.

—Yo estoy aquí para protegerte Jon. —su voz era quebrada y aun con ello me levantó un poco para dejarme encima de sus piernas y hundir mi cabeza en su pecho, cubriendo con sus cálidos pero temblorosos brazos producto de toda esta situación. —Aún cuando te sientas mal estaré allí para ti, así que por favor no me pidas que haga eso..... porque tampoco sería capaz de seguir adelante si ya no estuvieses aquí.

Nos descargamos en llanto, lo necesitábamos, liberar cada partícula del dolor agobiante en nuestras vidas con ese salino liquido caer de nuestros ojos hasta el cansancio. Hasta sentir que nuestros cuerpos ya no pudiesen dar más y caer rendidos ante el agotamiento físico, mental y emocional.

Esperando con anhelo que al despertar el dolor se mitigase un poco.

Pero eso no pasaría.

Fueron ya muchos años, muchas ocasiones en las que lloré incansablemente deseando que todo se detuviera o que simplemente fuese una pesadilla, una agonizante y dolorosa pesadilla. Que todo fuese bien, tener un padre amoroso y que no me desprecie por lo que soy o deseo querer, hacer y por sobretodo.... amar.

¿Habrá la posibilidad de poder ser feliz algún día? ¿Borrar por completo el pasado y disfrutar de una vida sin esto? Un sueño inalcanzable, porque si bien es cierto que por momentos he vivido en paz y felicidad, la realidad se encarga de lanzarme una enorme roca de kryptonita mostrándome lo imposible que es para mí alcanzar ese anhelo de un niño pequeño que solo desea que pare.

Que pare, que pare, que pare, que pare.

Detener este sufrimiento que me está carcomiendo desde adentro, devorando con extrema brusquedad mis entrañas y disfrutando con vehemencia mis reacciones y la de quienes afecta también.

Podre verme grande, podrán decir que me veo maduro o super poderoso, tener los casi 15 años de vida, pero solo soy un pequeño y frágil niño, que llora en el rincón de su cuarto alejado de todo esperando una sola cosa.

....Que me dejes ser feliz....