Palabras

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Mi mente se debatía si lo que voy a hacer era lo correcto, con quien deseo hablar, aún cuando quisiera retractarme ya estoy muy cerca de la fortaleza y ciertamente espero que mi padre no esté allí, lo ultimo que quisiera es escucharlo.

Para mi fortuna al llegar a la fortaleza lo único que está ahí para recibirme es Kelex, pero aun así necesito moverme rápido, el fácilmente podría mandarle una señal a mi padre informándole de mi presencia. Pasos firmes retumbaban en las paredes de aquel lugar tan enorme, debía admitirlo, me encanta este lugar, aún cuando está en el polo del planeta permaneciendo completamente frío, irradia un resplandor tan bello por los cristales que la forman que es sencillo el quedarse hipnotizado por ellos.

La tranquilidad que se siente en este lugar es de las mejores, hace honor a su propio nombre, porque aquí cualquiera podría pasarse horas pensando y meditando, en completa soledad.

Mis pasos se detuvieron justo en la sala donde se almacenan objetos o reliquias que alguna vez fueron de aquel planeta extinto, con rapidez localizo justo lo que necesitaba y al agarrarlo me dirijo a la salida y me disparo fuera de ese lugar.

Sin percatarme que, mientras yo salía de allí, alguien más apareció en la fortaleza.
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No se con exactitud a que lugar del mundo llegué y la verdad no le encuentro importancia alguna a eso, la tranquilidad que sentía viendo el hermoso paisaje a mi alrededor lo valía completamente, con mi mano agarré firmemente el artefacto que había tomado y después de dar una gran bocanada de aire y presionar el botón de éste.

—Quiero hablarte..... —susurré.

Pocas palabras, no es que necesitara más, eso era suficiente para que momentos después un resplandor apareciera en frente de mí para revelar a una persona, aquélla con la cual buscaba hablar.

—Hola Jonathan.

—Hola abuelo. —mi abuelo apareció bastante rápido, mas de lo que yo esperaba, Jor-El, quien se suponía debió haber muerto en la explosión de krypton, estaba presente, y es que ya habíamos tenido tiempo hace unos años juntos cuando recién apareció en nuestras vidas, aunque en un principio dudáramos de él, ciertamente lo necesito ahora. —Yo....

—Se lo que ha pasado, los he observado. —Sus palabras eran tranquilas aún con la voz grave e imponente que lo caracteriza. —¿Como te sientes?

—Enojado, triste, deprimido, la verdad ya no lo sé. —me posiciono con mis piernas recogidas y siendo abrazadas por mis brazos, una posición que se ha vuelto común en mí y es que de cierta forma, me hace sentir un poco seguro, como si el hecho de estar así creara algo que me proteja. —¿Que es lo que debo hacer abuelo?

La expresión en su rostro cambió, por alguna razón que desconozco reflejaba.... ¿Dolor?

¿Porqué motivo?

Su mano se colocó en mi cabeza, acariciando suavemente mi cabello, un tacto que en él no lo creí posible. Bueno, siempre se mostró como alguien muy serio, pero de alguna forma me tranquiliza.

—¿Sabes? Siempre he dicho que tu y yo nos parecemos demasiado. —su voz ahora había cambiado, su tonalidad es ahora un poco quebrada, sobretodo por las palabras que dirá y en lo personal no esperé. —Yo pasé por algo similar.

—¿Similar? —Ahora si estoy confundido, no logro entender porque las reacciones y palabras del abuelo.

—Déjame contarte una historia, de cuando yo era mas joven al igual que tú. —dijo Jor-El. —Mi padre siempre fue estricto e hiriente conmigo, me sentía similar a como tu lo haces por los tratos de Kal por estos años, y al igual que tú, yo me había enamorado de otro hombre.

Dejame Ser Feliz - JonDamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora