Dejame Ser Feliz - JonDami

Se Feliz

Una cosa se podía notar en cada lugar donde se colocase la mirada.

Completo caos.

Las personas corrían lejos del epicentro del desastre llenas de temor y horror cuando sus ojos veían a aquélla bestia llena de rencor y deseos de sangre.

Ver esos dientes afilados que podrían desmembrar la carne si llegase a clavarse en sus cuerpos, su piel grisácea y repugnante, bañada con la sangre y lágrimas de sus víctimas solo la hacían peor para quienes lo enfrentaban.

Pero sus ojos, aquellos orbes bicolor llenos de malicia se enfocaban en sus tres combatientes, aquellos marcados con una S en su pecho.

Aquél ser identificado como Rogol Zaar había llegado en busca de exterminar al Kryptoniano que habitaba en la tierra, pero encontrar tres de ellos solo hizo que su furia fuese implacable.

Y fue con la llegada de los super menores que la batalla comenzó, golpes iban y venían de un lado al otro y de todos, lo que más destacaban eran los de los menores.

Tal vez Superman sea el más poderoso físicamente hablando, pero ello lo compensaban los dos Superboys con habilidad.

Clark incluso estaba sorprendido de ver las maniobras de su hijo menor, sus movimientos limpios pero certeros que pese a contener menos poder que los suyos, golpeaban en los sitios claves para hacer retroceder a la bestia.

Jonathan agradecía mucho el haber tomado la oferta de Damian hacía ya varios meses.

Fue algo simple, un día el murciélago menor había dado con la oferta de que aprendiera maniobras de combate y no quedándose corto, había construido un brazalete con Kryptonita que, con una dosis muy baja y controlada lo volvían un humano normal.

Fueron sesiones ciertamente dolorosas para el joven Kent, pero sus frutos valieron la pena.

Pero ello no impedía recibir embestidas por parte de su enemigo.

El entrenamiento podría ser bueno, pero Rogol Zaar tenía algo incluso mejor, la experiencia en combate. Por ello, se podía ver a Jonathan chocar contra un edificio y atravesarlo sin compasión y seguir hasta impactar en las calles y formar un cráter.

Cuando el polvo del mismo se fue, se podía ver el cuerpo del menor lleno de heridas y sangre saliendo de estas, su traje destruido por ciertas secciones y teniendo un rajadura donde se podía notar levemente una parte de la cicatriz en su abdomen.

Levantó la vista para observar como su padre y hermano lidiaban contra el invasor.

Cayendo a su lado, Robin extendió sus brazos para ayudar a su compañero y amado a ponerse de pie nuevamente. —Si esto sigue así nunca lograremos detenerlo, es demasiado fuerte. —dijo Superboy con su voz un tanto cansada.

—Padre ya consideró las opciones. —dijo Damian mientras veía de reojo la batalla. —En estos momentos debe estar en camino con el proyector a la zona fantasma.

—Es nuestra única opción. -dijo Jonathan. —Lo distraeremos hasta que Batman llegue con él. —dijo para intentar irse, pero el agarre en su mano solo se acentuó mucho más.

Volteando sus mirada, vio como la cabeza de Robin estaba un poco baja, pero al levantarla, Jon observó los ojos preocupados de este.

—Ten cuidado. —dijo en voz baja.

Sonriendo levemente, el oji azul se acercó a su novio y le dio un casto beso antes de elevarse en el cielo y dirigirse a toda velocidad rumbo a apoyar a su padre y hermano mayor.

Logrando agarrar desprevenido a su enemigo, Jonathan se impulsó hasta enterrar su puño en el abdomen de Rogol Zaar y enviarlo hacia atrás y chocar con varios edificios con fuerza.