Un sueño sin fin.

Ojos.

Narra Taylor:

Bajamos del avión, a las 10:00 am, decidí venirme lo más pronto posible, mi corazón latía muy rápido, el simple hecho de pensar que Mark había despertado me hacía sentir que era una broma y más en esta situación fue muy inesperado.

Cesar tenía al rededor de 4 maletas a diferencia de él, yo solo traía 2.
Llegamos a la casa de sus padres, no hace falta recalcar que era una casa muy grande, su gran patio repleto de flores de todo tipo, la grandiosa fuente y ni olvidar la casa, era grandísima.

Entramos y no había nadie, solo se encontraba en esta el pequeño Ethan, es un niño "de papi", por así decirlo, pequeño, lindo, tierno con traje de marinero, lo cual lo hacía ver más tierno, fue a recibirnos junto a los 3 mayordomos, yo ya lo conocía, tenía un talento incalculable para la música, es muy bueno en la guitarra, yo le enseñe a tocarla en 2 meses y se podría decir que sabe lo mismo que yo o más.

El problema era que sus padres prefieren que toque el violín o el piano, algo más de "clase".
Pero no podía hacer nada al respecto, solo podía apoyar al niño, traía mi guitarra para prestársela.

-¡Taylor!- grito entusiasmado para luego llegar y abrazarme, amaba a los niños, de hecho siempre mi sueño era tener uno junto a Mark.

-hola Ethan- salude sin olvidar ese típico tono agudo cuando hablo con niños, también le devolví el abrazo- ¿y que has hecho?.

-Les rogué a mis papas que me metieran a clase de guitarra pero no aceptaron, pero me dijeron que podrían meterme a clase de canto ¡y me gusto mucho!- reclamo feliz mientras hacía un baile algo raro pero divertido.

- ¿a si? .

- ¡si!- gritó emocionado dando varios saltitos- ¡el profesor dice que soy el mejor de la clase, que tengo mucho talento!.

-wow que cool- exageré un poco- ¿y tus padres?...

- no están, como siempre- suspiró girando los ojos.

-que importan ellos, iré a mi habitación..- gritó Cesar desde las escaleras junto a una botella de vino dirigiéndose a su habitación.

Viejo gruñón...

- Taylor, ¿por qué regresaste a Estados Unidos?- me miró fijamente con los ojos esperando una respuesta mía.

-sabes....te digo un secreto- le susurre en el oído- vine a ver al amor de mi vida...

Ethan hizo una cara de asombro y se sonrojó debido al tema tan "privado", obvio para la mente de un niño la palabra "amor" es un tabú para ellos.

-ohh...¿quien es?- susurró miedoso.

- es mi príncipe azul, pero peleo contra el dragón y quedo lastimado y apenas se recuperó.

-wow- dijo sorprendido con la boca abierta.

- si, ocupó que mantengas distraído a tus padres cuando lleguen del trabajo y a Cesar.... cuando traten de buscarme.

- ok- exclamó alegre para después mirar hacia abajo- Taylor...

-¿mande?

-Mi hermanito ¿no es tu príncipe azul?- su cabeza estaba agachada, se sentía mal, era obvio es un niño, de hecho le estoy pidiendo demasiado.