- Capitulo 5 -

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Una de las cosas en común entre Luis y yo, era nuestra incalculable competitividad. Por obvios motivos esto no era nada bueno.
- ¿Y vendrás al juego esta noche?- me pregunto Luis mientras nos dirigíamos a la salida del edificio.
-Claro tengo que venir a apoyar a...- rayos, ya no tenía a nadie a quien apoyar.
- ¿a...?- pregunto conteniendo la risa.
-A nadie- respondí resignada -...Por ahora- complete.
-Así que no vendrás...- soltó una pequeña risa.
-Nunca dije eso- sonreí -Puede que se ponga divertido- mordí mi labio inferior con malicia.
-Sabes... tu definición de "divertido" no me agrada en lo absoluto.
-Hay Luis es que tú eres un amargado- le dije haciéndolo reír -Consíguete una novia cariño- le dije abrazándolo y soltó una carcajada.
- ¿Una novia?- volteo a verme ya que aún lo abrazaba -Eso no sería problema si no me las asustaras- me tomo del cuello.
- ¿Asustarlas?- pregunte inocente.
-Sí, tú y tus estúpidas "pruebas"- rodo los ojos -Que yo más bien creo que son celos.
-No- alargue riendo -No son pruebas, solo son algunas preguntas.
-Si claro- dijo sarcástico -Por qué no mejor haces un casting, las entrevistas a todas y me quedo con la que tú elijas- obviamente el sarcasmo seguía.
-Sabes no sería mala idea.
-Oh por favor Yonhary - me interrumpió.
-Era broma- le sonreí haciéndolo soltar una carcajada - ¿Y quién está entre tus planes?- le pregunte mientras nos sentábamos en una de las bancas de campus, solo volteo a verme y negó con la cabeza -Vamos Luis dime...- le pedí.
-No te lo diré- sonrió.
-Eso quiere decir que si hay alguien- subí rápidamente mis cejas.
-No pierdas tu tiempo.
-Oh Luis... vamos dime- de verdad quería saber quién era la que había atraído la atención de mi amigo -Te prometo que no me entrometeré. - lo miraba suplicante y este solo reía -A menos que se trate de Débora o sus clones, ahí si me entrometería. - los "clones" son las dos chicas que siguen a Débora a todas partes, la verdad ni siquiera sus nombres se, pero no me importa en lo más mínimo. Las llamo "clones" por su notoria ausencia de personalidad, y la gran capacidad de adaptación hacia Débora.
Débora viene de rosa, ellas vienen de un rosa obscuro. Ella de celeste, los clones de azul marino. Patético.
-No te preocupes, jamás saldría con ellas- afirmo -Pero de todos modos no te diré quién es- sonrió.
-Pues no me digas, no me importa- me puse de pie y tome mi bolsa y así comenzar a caminar hacia mi auto.
-No te enojes- me tomo por la cintura evitando que caminara.
-No estoy enojada- en realidad no lo estaba, para mí era imposible enojarme con Luis.
-Oh si lo estas- me abrazo y acomodo su cabeza en mi hombro -Eres una celosa- rio en mi oído.
-Y tú eres un tonto- lo empuje.
-Hey escucha...- me dijo mientras con su dedo índice señalaba su oído.
Se escuchaba un fuerte motor, gire mi mirada hacia dónde provenía el fuerte sonido.
-Así que no solo es el atuendo, en realidad conduce una motocicleta- sonreí - ¿Cuál es su nombre?- pregunte.
-Diego...Diego Aldana- me respondió.
-Lindo nombre- en cuestión de segundos paso a alta velocidad frente a nosotros.
-Pierdes tu tiempo- canturreo Luis en mi oído.
-Ya lo veremos- cante igual abriendo la puerta de mi auto. Luis cerró la puerta y espero a que bajara el vidrio.
-La conocerás esta noche- se acercó y beso mi mejilla.
- ¿Qué?- pregunte sorprendida
-Esta noche la conocerás- repitió.
- ¿Cómo? ¿Irá al partido?- era más que obvio pero mi estupefacción evitaba mi buen razonamiento.
-Si...- se dio la media vuelta sin dejar de caminar -Conmigo...
-Date por muerto Luis- le grite -Tienes una "cita" y no me cuentas nada- volteo y como siempre solo me grito "Te amo".
Encendí el auto, aun incrédula. Se suponía que los mejores amigos se cuentan todo. Él sabe todo de mí. Y él ni siquiera me había dicho que saldría con alguien.
-Estúpido, cree que todo se soluciona con un "te amo"- dije molesta mientras conducía hacia casa.
Estaba recostada en mi cama, cuando el celular comenzó a vibrar. Mire la pantalla. Luis.
- ¿Qué quieres?- conteste.
-Hey- alargo -Así es como tratas a tu mejor amigo.
- ¿Mejor amigo? - Pregunte y el rio -Si claro- agregue con sarcasmo -Ahora entiendes porque no tengo amigas. -
-Amor no seas dramática- volvió a reír.
-No soy dramática- le conteste seria, no estaba molesta pero lo que le decía era la verdad -Yo confió en ti ciegamente y tu ni si quiera me cuentas que vas a salir con alguien.
-Si te lo dije, algo tarde pero te lo dije.
-Púdrete Luis- colgué.
Me puse de pie y deje caer el celular en la cama, para después caminar hacia el baño y abrir la regadera. Eran las seis de la tarde, seguramente no iría al partido. No iba a ir de mal tercio con Luis y su próxima "noviecita" y no podía llamar a nadie más, ya que mi objetivo es Diego Aldana.
Regrese a la cama para esperar a que la temperatura del agua se templara. Tome mi celular y justo en ese momento llego un mensaje. "Te llamare, si me cuelgas iré a tu casa". Como me conocía Luis.
-No fastidies- le dije seria.
- No te conté por lo mismo, si no te agrada simplemente la espantas. Y no quiero eso, a mi realmente me importa y no quiero que te entrometas- igual hablaba serio.
-Discúlpame por preocuparme por ti y alejar a las estúpidas de ti. - conteste herida, en realidad yo solo había "espantado" a dos. Y había fuertes motivos para hacerlo. -Y tu despreocúpate, que no me entrometo más en tu vida. - colgué. -

•La Jugada del Destino• [[TERMINADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora