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Hay un Flashback en este capítulo y se indica en cursivas.

Tyler miró a su lado y se encontró con la atractiva vista del dormido Brendon, su despeinado cabello estaba esparcido por toda la almohada y su boca estaba abierta, soltando un aire ligero. Tyler sonrió al verlo, pero salió cuidadosamente de las sábanas, sin despertar al mayor.

Bajó las escaleras de puntillas y sacó su celular para escribirle a Jenna.

Tyler: tenemos que hablar es súper urgente y no puedo esperar así que te veo donde Marina en diez minutos.

Jenna: asumiendo que no puedo negarme, estaré ahí.

Tyler tomó las llaves de su auto y salió de la casa cerrando silenciosamente la puerta a sus espaldas. El camino a la heladería fue rápido y llegó antes que Jenna, dándole un poco de tiempo para discutir el problema con alguien que no sabía de la situación y que era menos probable que lo juzgara.

—¡Tyler! Estoy tan feliz de verte aquí. ¿Dónde está esa lindura que vino contigo la última vez? —preguntó Marina saliendo de su puesto tras el mostrador para poder abrazarlo.

—De hecho, vine para pedirte un consejo que tiene que ver con él —suspiró Tyler temeroso de que llegara el momento de tener que poner sus emociones en palabras. Apenas tenían sentido en su cabeza y no podía imaginar cómo sonarían si las soltaba en voz alta.

—Oh, cariño, cuéntame —dijo Marina con voz calmada mientras dirigía a ambos hacía una mesa al fondo del lugar. Podía sentir su estrés y sabía que él nunca lidiaba bien con las cosas cuando eran problemas con chicos.

—Estoy tan atascado, Marina. Soy una persona horrible pero no puedo controlar cómo me siento —él limpió sus ojos, tratando de controlar las lágrimas que se acumulaban en sus párpados—. Está pasando de nuevo, pero esta vez yo soy el que está haciendo daño.

Marina no respondió porque simplemente no había nada que decir. Sólo lo tomó en un abrazo y comenzó a cantar suaves canciones en su oído. La situación parecía similar a una que había tomado lugar algunos años atrás.

Tyler tenía dieciocho y era nuevo en la cuidad, lo más cercano que tenía a una amiga era Marina, iba a su tienda todos los días y se volvieron extremadamente cercanos en cuestión de semanas.

Tyler había conocido a un chico mientras compraba en el supermercado y se volvió loco por él. Su nombre era Jesse y era lo único de lo que Tyler hablaba. Era la primera vez que alguien correspondía sus sentimientos, Jesse lo hacía sentirse especial, como si en verdad fuera algo extraordinario, y Tyler amaba eso. Tyler ignoraba por completo el hecho de que Jesse y él no eran nada oficial, Tyler pensaba que eran novios por la forma en que Jesse lo trataba, pero eso no podía estar más alejado de la verdad.

Con el tiempo Jesse se volvió distante, mostrando menos afecto hacia Tyler y pasando menos tiempo con él. Tyler no se preocupaba mucho por eso, sabía que las personas se mantenían ocupadas y tenían obligaciones, así que asumió que era eso. Pero un día lluvioso, un poco menos de un mes desde que empezaron a hablar, Jesse se apareció en casa de Tyler con su rostro empapado en culpa y un poco de dolor. Las palabras que dijo rompieron a Tyler como un niño rompe un obsequio en navidad, rompiendo la delgada pared que guardaba su cordura y dejando escapar un poco. Esas palabras se sintieron como si manos fuertes apretaran alrededor de su cuello, cortando el flujo de oxígeno y llevándolo hacia la luz.

(Si está dramático este wey)

—Lo siento, Tyler. Encontré a alguien  más.

Tyler quedó sin palabras, maquinando un millón de maneras de responder a eso.

—¿T-tú encontraste... a alguien más? —su labio inferior temblaba y se sentía patético. Por supuesto que había pasado, él no lo había visto venir. Sólo había conocido a Jesse recientemente, y aunque le hubiera gustado creer lo contrario, apenas lo conocía.

—De verdad me gustabas, Tyler —gustabas. En todo lo que Tyler podía centrarse era en ese 'gustabas'. ¿Qué tanto comprendía ese 'gustabas'? ¿Tres días? ¿Una semana? ¿Tres semanas? Tyler no quería saber.

Y Tyler se sintió patético. Se sentía ajeno a todas las pistas que Jesse tal vez le había dado. ¿Acaso era muy tonto? ¿Muy molesto? ¿Muy aburrido? ¿Muy feo? Quería explicaciones, pero al mismo tiempo se sentía aterrorizado de obtenerlas.

Jesse era la razón por la que a Tyler se le dificultaba tanto el concepto de relación. Estaba bien con las aventuras, pero en cuánto se iba tornando en algo más serio, se removía automáticamente del panorama. O eso hasta que conoció a Brendon y sintió que las cosas podrían funcionar entre ambos. Estaba bien con bajar la guardia cuando estaba con Brendon, porque confiaba en él.

Nunca pensó ser quien estuviera en el lado opuesto de la relación. Y ahí estaba, igual que hace dos años, pero estaba vez él era Jesse, era él quien estaba apunto de romper el corazón de alguien que merecía todo el amor en el mundo. Y era todo por culpa de Josh.

—Tyler, Jenna está aquí.

Él se sentó, su rostro estaba impasible.

—¿Tyler?

Jenna lo sacudió por los hombros tratando de despertarlo del trance en el cual se encontraba. El despertó y observó a su mejor amiga, sus ojos estaban llorosos por el recuerdo de su pasado.

—Oh, cariño, ven a darle a Jenna algo de amor y cuéntame qué pasó —Tyler se subió en su regazo mientras se acurrucaban en su hombro y la manga de su camisa empezaba a empaparse de lágrimas. (JAJAJAJ SE LO IMAGINAN ASÍ?)

—¡Soy una horrible persona! —sollozó temblando mientras respiraba erráticamente.

—No digas eso, está muy lejos de ser verdad. ¿Por qué piensas eso? —esta vez hablaba Marina, ayudando a Jenna a calmarlo.

—E-e-empecé a hablar con J-J-Josh de nuevo —se tomó un momento para llenar sus pulmones de oxígeno—. ¡Y e-en serio me g-gusta, J-Jenn! ¡Y n-no pu-puedo evitarlo!

Jenna estaba en shook, pero en el fondo sabía que eso pasaría. Josh sabía cómo amarrar a Tyler, y eso la asustaba. Marina estaba confundida, pues no tenía ningún conocimiento de quién era Josh, pero calló y dejó entrar la nueva información.

—¿Brendon lo sabe?

—N-no, y e-eso es lo que lo ha-hace p-peor. Me estoy convirtiendo en J-Jesse y soy un maldito hi-hipócrita.

—Tyler, debes decírselo a Brendon, y sé que será difícil pero merece saberlo más temprano que tarde —dijo Jenna limpiando las lágrimas acumuladas en los ojos de Tyler en cuanto él la miró.

—Pero no q-quiero ser q-quien lo la-lastime. Él m-merece algo m-mucho mejor.

—Lo merece, pero no puedes seguir dándole largas porque entonces le va a doler mucho más.

—Está bi-bien. S-sólo que no sé c-cómo voy a d-decírselo. No quiero s-ser como J-Jesse —ese nombre quemaba la garganta de Tyler al decirlo, sonaba horrible en cuanto sus propios oídos lo captaban. Jesse le dificultaba tanto la vida innecesariamente y odiaba al tatuado con oscuro cabello caoba.

—No te estanques en el pasado. Jesse ya salió de tu vida y sólo te estás torturando al traerlo de vuelta —Jenna levantó el rostro de Tyler y observó sus decaídas facciones, ceñuda ante su apagada expresión—. Sólo sé honesto, eso es lo que Brendon querría. A él le importas mucho, Tyler, y será feliz mientras tú seas feliz —añadió la rubia dando un casto beso en la frente de su amigo antes de sacarlo de su regazo.

—Te deseo suerte, Tyler. Cuéntame cómo va —exclamó Marina atrayéndolo a un abrazo. Él salió de la tienda con Jenna y ella lo rodeó con su brazo alrededor de su cintura, sus manos acariciaban su piel suavemente.

—Vamos por ello, tigre.

Jejeje volví

Últimamente en todos los fics que leo Jesse es el malo JAJJA

Also mommy Jenna es hermosa

Also tengo que terminar mis fics propios en cuanto acabe mis traducciones :( que es pronto.

Also quedan dos capítulos.

Pool ; joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora