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—¿Brendon?

—¿Sí, Tyler?

—Eres una increíble persona, gracias por preocuparte.

—O-oh, no hay p-problema —dijo Brendon con una sonrisa, su estómago lleno de mariposas—. Sólo no quiero que salgas lastimado.

—¿Quieres salir a comer helado conmigo en la tarde? —preguntó Tyler queriendo conocer mejor a Brendon.

—E-espera, ¿qué? —preguntó Brendon sin estar seguro de haber escuchado bien a Tyler, no sabía si había dicho que iría por helado en la tarde, o quería ir con él por helado en la tarde.

—¿Quieres comer helado conmigo?

—¿Cómo una cita?

—Claro, como una cita —Tyler sonrió y Brendon asintió emocionado, se iluminó por completo con la idea de salir en una cita con Tyler Joseph.

—Me encantaría.

—¡Genial! Deberías ir a alistarte y yo haré lo mismo, pero puedes volver a eso del mediodía, ¿te parece?

—Por supuesto, entonces nos vemos al mediodía.

...

Tyler echó a Jenna poco después de que Brendon se fue, dejando que Debby siguiera durmiendo, se estaba quedando con él después de todo.

Para cuando Tyler se hubo bañado y vestido para la cita, ya era mediodía y estaba peinándose cuando escuchó el timbre de la puerta. Se apresuró a bajar las escaleras y salió de la casa, parándose junto a Brendon.

—Hay un lugar de helado cerca de aquí así que supongo que podríamos caminar —dijo Tyler caminando con Brendon, bastante juntos. Tyler volteó y atrapó a Brendon mirándolo, ambos rostros se tiñeron de rosado mientras el castaño reía.

—Gracias por invitarme a salir, significa mucho para mí —Brendon flotaba en las nubes mientras Tyler, dudoso, entrelazaba sus dedos con los suyos, balanceando sus unidas manos mientras caminaban al lugar de helado.

El estilo vintage de la pequeña tienda los hacía sentir bienvenidos. Las paredes eran blancas con estampado de olas verdes. Los asientos alrededor de la barra eran amarillo pastel. El piso era de tablas blancas y negras intercaladas. Daba la sensación de que había sido sacado se un película de los ochentas. Era el lugar favorito de Tyler para comer helado y conocía a los dueños bastante bien.

Al entrar ambos por la puerta del lugar una campaña sonó y la mujer detrás del mostrador desvió su atención de la revista que estaba leyendo hacia los dos chicos recién llegados que iban hacia ella.

—¡Tyler, cuánto tiempo! ¡He extrañado tu compañía! —habló la chica de negro cabello, su acento galés se marcaba mientras hablaba.

—He estado ocupado, pero prometo que pasaré más tiempo contigo, Marina —dijo Tyler, soltó la mano de Brendon para pasar por la caja registradora y poder abrazar a la chica.

—¿Ty, quién es esta lindura? —preguntó Marina de forma insinuante y levantó su ceja, levantándose de su taburete y tomando una cuchara de helado del agua en la que descansaba.

—Él es Brendon, estamos en nuestra primera cita.

—Más les vale invitarme a la boda —dijo yendo hacia el congelador donde guardaban en helado—. ¿Qué le sirvo a mi cliente favorito y su cita?

—Yo quiero uno grande de naranja y piña en un cono —dijo Tyler sintiéndose atolondrado, en parte por su helado, y por otra parte por el lindo chico parado cerca de él. Le sirvieron su cono y se apresuró en comerlo antes de que se derritiera.

—¿Qué me recomiendas? —preguntó Brendon al pequeño castaño en lo que fruncía sus cejas, pensando.

—Él tendrá un algodón de azúcar mediano en un cono —dijo Tyler y miró a Brendon para asegurarse de que estaba bien con eso, el mayor asintió y Marina comenzó a servirlo, tendiéndole su rosa y azul orden con cuidado para no tirarlo.

—¿Cuánto será? —preguntó el pelinegro antes de que Tyler tuviera la oportunidad.

Marina sacudió su mano en un gesto de "oh, por favor".

—Va por mi cuenta.

Tyler no iba a rechazar helado gratis así que llevó a Brendon a una mesa en la esquina donde ambos empezaron a comer sus helados.

—Es gracioso cómo nos hemos besados y hemos fingido exitosamente tener una relación, pero no sé mucho sobre ti —rió Brendon en lo que Tyler asentía sus palabras.

—Cuéntame la primera cosa que te venga a la mente sobre ti mismo —sugirió Tyler.

—Veamos... —empezó Brendon pensando en la cosa perfecta—. ¡Oh, tengo una! No es muy emocionante, pero tengo una frente realmente grande.

Tyler dejó salir una carcajada y el corazón de Brendon dio un vuelco al verlo, marcándolo en su mente como su nuevo ruido favorito.

—En cuarto grado le dije a mi clase que era lesbiana en lugar de libanés —Tyler soltó una risita y fue el turno de Brendon de reír. Tyler notó lo mucho que amaba ese sonido.

Los dos compartieron amistosas conversaciones mientras comían sus respectivos helados, entraron en silencio para cuando hubieron terminado el último pedazo de helado. Marina observaba la dinámica de los chicos fijamente, decidió pensar que Brendon sería bueno para Tyler.

Tyler necesitaba a alguien estable en su vida, y Brendon parecía tener potencial.

Pool ; joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora