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Pasaron dos días antes de poder saber qué habían decidido los profesores junto con el rector.

-Pase señorita Emma. -Me dijo la secretaria.

Entré. Sin poder evitarlo, miré asombrada el paisaje que se alzaba ante mis ojos. Era uno de esos lugares tan maravillosos, que podrías mirarlo mil veces y nunca cansarte. Observé por segunda vez, y caí en la cuenta de que Silvia ya había llegado... y con la cara más inocente del mundo. 
"Maldita hipócrita."
No puedo creer que estuviese a punto de aceptar su relación con Iván.

-Tome asiento, por favor.- Asentí, y fui a la silla que estaba al lado de la de Silvia.
(Eh, que si no lo hacía me castigaban seguro).

-Escuchamos las dos versiones de los hechos, y como no tenían algo que ver una con la otra, decidimos ver las cámaras de seguridad.-

En ese momento una cara de triunfo se reflejó en mi rostro, pero no fue lo único.
Podría decir que ese fue el momento más feliz de mi vida. Ver a Silvia poniéndose roja de la vergüenza. Hasta podía imaginar las ridículas excusas que iba a poner...

-Me gustaría que me dejaran hablar a solas con la señorita Emma.- Los demás salieron de la sala, y el director empezó a hablar.

-Lamentamos mucho lo ocurrido. Esperamos que no vuelva a suceder, pero si ves que Silvia da un paso en falso avísanos. Sí hace una cosa más, quedará suspendida.

-¿Suspendida? ¿A la segunda? Pensé que el colegio daba hasta 3 oportunidades.

-Pues claro. Verá... lo que le voy a decir ahora no se lo puede contar a nadie, ¿De acuerdo?-Asentí, y pude ver su rostro más relajado pero aún tenso.- Los padres de Silvia... ellos intentaron sobornar al colegio. Claro que no se los permitimos. Pero es algo ilegal lo que hicieron y habrá consecuencias.

Traté de asimilar lo oído, al tiempo que salía de la oficina como en un trance.

Imposiblemente Perfecto. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora