Imposiblemente Perfecto. (Editando)

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-Claro...- Salimos juntos de la sala en un silencioso incómodo.

                  🍁🍁🍁

Después de despedirnos, lo primero que hice fue llamar por teléfono a mi mejor amiga; Vicky.
(Diminutivo de Victoria).
Tuve mucha suerte de que llegara a mi curso en 4° grado. Nos hicimos amigas al instante; me gusta pensar que fue el destino.

Como me contestó el buzón de voz, decidí cambiar mi rumbo. Vivíamos bastante cerca, así que solo me desviaba un poco del camino.
Llegué y abrí la puerta.
Vivía en un edificio, a decir verdad bastante lindo. Subí de dos en dos los escalones hasta el 2° piso y toque la puerta.

- ¡Emma! ¿Qué haces aquí?

- Yo, pues... - ¿Qué hacía ahí? - No lo sé...

Me miró confundida.

- ¿Como que no sabes?

- Da igual, ¿Puedo quedarme un rato?

Fuimos a su pieza y nos tiramos en la cama. Su habitación era de color blanco, igual que muchas piezas, pero la decoración era única. Si alguien alzaba la vista estando acostado en su cama, que por cierto, la tenía junto a la pared, veía un atrapasueños y estrellas dibujadas en el techo que solo se veian de noche. Al lado de su cama, en la pared, había una ventana que daba a la Sala de estar. Tenía otra ventana en su cabecera que daba al patio del edificio, un pequeño jardín lleno de distintas flores y dos árboles, uno en cada lado de la entrada.

-¿Noticias?

- No... O bueno, quizás si. -dije en tono misterioso

- ¿Y me vas a contar?

-Quizás si, quizás no... - Me reí por lo bajo, para intentar no perder mi papel de misteriosa.

-¿Y bien?- Conocía esa mirada. Significaba que la había atrapado.

- Mmmmmh.... - Vaya respuesta.

-¿Me vas a contar? -Esa mirada otra vez, pero con un toque de desesperación. Conocía a mi amiga, y por más que supiera sobre su deseo de saber lo que le iba a decir, ella no lo admitiría jamás.

-Bueno bueno.- Dije entre risas.

Pensé un poco en lo que le iba a decir y me sonroje al recordar a Iván.

- Entonces... - "¡Dimeeee!" estoy segura de que la única razón por la que no me lo decía, era de nuevo, su orgullo.

- Oh, no es nada importante. Solo quería hablarte sobre Iván.

Me sonroje un poco más. Ese chico era comprensivo, tierno, amable..

-Emma -Vicky me devolvió a la realidad.

-¿Qué pasa? -Pregunté confundida.

-Te pregunte que pasaba con el tal Iván y no me respondías.

- Perdón, no te escuché.

-Sí, me dí cuenta. -Caí en le cuenta de que me examinaba con la mirada.- ¿Estás bien?

-Si, tranquila, solo me distrage un poco.

Le conté lo sucedido con Iván. Escuchó sin decir palabra hasta que terminé.

- Creo que ya sé que te pasa.

- Pero, estoy bien. -Respondí extrañada.

- No, no lo estás. Tienes algo.-Dijo mirando hacia el lado, como quien piensa mientras habla. Aún así, tenía una sonrisa en su rostro.- ¿Cómo sabría si no que tienes?

- ¿Y qué es eso que supuestamente tengo? -Dije mientras rodaba mis ojos.

- Un caso no muy conocido. Esperemos no sea grave...

-¿De qué me estás hablando?- Y la curiosidad mato al gato...

- Un virus al que le denominan; enamoratitis a primeritis vistatitis... Aguda. -Apenas terminó de decirlo se puso a reir tan fuerte que pensé que los del edificio de al lado vendrían a quejarse.