Damián nunca ha estado en una escuela, toda su vida ha tomado lecciones con profesores privados en la india, desconoce lo protocolos más básicos de la convivencia humana, pero aun así se inscribe donde Jon toma clases, su padre alza una ceja aristocrática cuando le pide matricularse en la Secundaria Estatal pero acepta.
-¿Estás seguro Damián?- le pregunta incrédulo y ligeramente divertido por el rumbo que ha tomado su hijo en las últimas semanas, casi quisiera hablar de ello con Thalía, pero seguramente la mujer desaprobaría aquella convivencia.
El adolescente confirma con más seguridad de la que realmente siente y Bruce realiza el papeleo e incluso le da el dinero para sus útiles.
-Entraré como Damián Al Ghul, así no resaltaré-le dice encogiéndose de hombros, negando a la propuesta de Bruce de enviarlo a clases con su chofer privado.
-La mamá de Jon dijo que puede pasar por mí en las mañanas y Jon y yo caminaremos de regreso a casa- le comenta, no sabe si eso es algo que las mamás hagan, no se imagina a la propia haciéndolo, pero su padre le analiza con la mirada, traspasándole con sus ojos azules, que no ha heredado de él.
-Si estás bien con ello, me parece bien a mí –le dice su padre
-Estoy bien con ello – dice finalizando su charla, quizás no ha heredado sus ojos pero si su nula capacidad de conversación.
Jon es quien está más esta emocionado por iniciar clases y no para de hablarle de cada mínimo detalle de la escuela.
A veces mientras mensajean de noche le habla de las personas a quienes quiere presentarle, Damián nunca ahonda en esa conversación, no está muy seguro de querer conocer más personas, está bien con Jonathan y él, preferiría que las cosas se mantuvieran así.
Nunca ha tenido un amigo en toda su vida y no sabe qué hacer con el sentimiento que le provoca, la emoción asfixiante y la adrenalina que acelera su corazón con aquella sonrisa ¿cómo puede la gente tener puñados de amigos y no explotar con tantas emociones?
-Va a ser fantástico Damián, estaremos en el mismo salón, comeremos juntos, podemos jugar futbol en el receso, fuera de la escuela hay una heladería, seguro te encantará y podemos comprar conos gigantes y caminar de regreso mientras los comemos- le dice y la voz de Jon suena a todas las cosas buenas que hay en el mundo.
Damián se acurruca en su cama con el teléfono al oído escuchándolo, la voz de Jon está llena de felicidad y vida.
-Ya tengo mis útiles listos, ¿tienes los tuyos? –le pregunta curioso.
-No aun, tampoco el uniforme- comenta pensando en aquellas banalidades de las que no quiere ocuparse.
-¿Quieres que te acompañe a comprarlos?-le anima.
Se lo piensa un segundo, pero al final accede, puede notar un patrón, siempre termina aceptando a las ideas de Jon, trata de pensar si alguna vez le ha negado algo en esas semanas pasadas y nada viene a su mente.
-Pasaré por ti después de desayunar –le promete Jon animoso, casi puede verlo sonreír del otro lado de la línea.
-Claro, estaré esperándote- y no hay verdad más universal que esa.
Un bostezo de sueño se cuela en la llamada interrumpiendo su conversación.
-Deberías ir a dormir- le dice Damián.
-Suenas como mi madre- replica Jon, pero bosteza de nuevo y ríe –Descasa Damián- susurra al teléfono somnoliento.
-Descansa Jon- murmura y corta la llamada.
ESTÁS LEYENDO
Mi primer amigo
FanfictionDamián Wayne es el único hijo de dos padres ausentes y un matrimonio fracturado. Tras su escape a Nueva York para vivir con su padre Bruce Wayne, deberá aprender sobre amistad y amor a sus jóvenes quince años, la edad ideal para dejar de ser niño y...