Una Oportunidad Para Redimirte

Recuerdos

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Recuerdos

Ya han pasado varios años desde que salimos de Howards  y todavía me lleno de nostalgia al recordar todos los años que fue mi segundo hogar. Cuando mi añoranza es mucha he llegado a pedir permiso para hacer una rápida visita, es grandioso volver al castillo, ver las pinturas que saludan entusiastas y me brindan una cálida sonrisa.

Puedo pasar horas recorriendo cada pasillo y recordar todas las veces que camine por ellos a lado de mis amigos. Una vez me atreví a subir por las escaleras hasta la torre de Gryffindor, no fue fácil convencer a la señora gorda que me dejara pasar, sin embargo, al final no pudo negarse, me conocía lo suficiente para saber que no me rendiría hasta lograr entrar.

Aquella sala lleno mi mente de recuerdos y mi corazón comenzó a latir con fuerza, todo seguía igual a como lo recordaba, los mismos colores de la casa de los leones en las paredes, escarlata y oro, los sillones frente a la chimenea, las mesas para hacer los deberes, parecía que nada había cambiado.

Me senté un rato frente a la chimenea pensando en las risas, las preocupaciones y las lagrimas  que compartimos por aquellas fechas, las noches que pasamos platicando hasta la madrugada haciendo planes para vencer al innombrable,  no pude evitar reír al sentir todo eso tan lejano.

Todavía podía verme sentada en una de las mesas estudiando y obligando a Ron y Harry para que  hiciera sus deberes y Ginny a un lado riéndose de sus caras, puedo ver la sala llena de amigos mientras festejaban algún triunfo en el quidditch contra los Slytherin.

Recuerdo con toda claridad los rostros sonrientes de todos mis amigos por los momentos buenos,  los divertidos, por las bromas de los gemelos Weasley,  como también recuerdo las caras tristes y afligidas por las pérdidas de la guerra.

Claro que no podía faltar mi visita rigurosa a la biblioteca para respirar el aire impregnado de mis olores preferidos, pergaminos y tinta. Me senté en la misma mesa al lado de la ventana donde solía pasar largas horas sumergida en mi lectura, cuando amo ese lugar.

Mi recorrido se extendió por los jardines y al llegar al lago me senté un rato bajo el árbol que había presenciado en silencio como surgió un amor en personas tan diferentes y me pregunte si pudiera hablar cuantas historias me podría contar de los alumnos que bajo sus ramas buscaban cobijo.

Y al estar frente al lago me gusta girar y ver el castillo en todo su esplendor, magnifico e imponente. Howards fue mi segundo hogar, donde descubrí y aprendí grandes cosas, y donde conocí el significado de la verdadera amistad y el amor incondicional.  

Mis amigos son tan felices como se puede esperar de alguien que ha sufrido por mucho tiempo y al final encuentra la cura para sus males.

Luna y Marcus se casaron, por el momento no sabemos muchos de ellos porque se la pasan en excursiones para encontrar criaturas mitológicas que solo mi querida amiga Lovegood cree que existen, pero quién soy yo para negar lo que puede lograr la perseverancia.

Respecto a Ron y Amber también están juntos y tiene un guapo niño pelirrojo de tres años llamado Fred en honor a su hermano. Ginny y Harry se casaron en cuanto terminaron la academia, mi amigo es jefe de aurores y mi pelirroja amiga ahora se dedica al hogar con dos pequeños que son un huracán James de 4 años y Albus de 3 añitos y esperan para primavera la llegada de un nuevo miembro que al parecer será una nena.

Y yo me encuentro aquí en el comedor de mi hogar acariciando mi vientre abultado de 6 meses de embarazo. Mientras veo al otro lado del comedor como un guapo niño rubio de ojos grises tira el frasco de mermelada sobre la fina túnica de su abuela, que lejos de enojarse esta radiante de felicidad de tener a su nieto en sus brazos.

-En que piensas Hermione. -La voz de mi amado Draco me saco de mis pensamientos.

-En lo felices que somos. -Le conteste sinceramente mientras me abrazaba por la espalda y acariciaba con ternura mi vientre.

-Gracias. -Susurro en mi oído

-¿Por qué? -Le pregunte sin comprender.

-Porque me diste la oportunidad de redimirme, sin ti no lo hubiera logrado.

-Entonces gracias a ti también.

-¿Y a mí porque?

-Porque fuiste capaz de tomar esa oportunidad y hacerme la mujer más dichosa y feliz del mundo. -Le conteste mientras giraba para encontrar sus labios.

Todavía  en ocasiones me levanto por las noches debido a las pesadillas, pero con el paso de los años cada vez son menos frecuentes. Sé que son la consecuencia de los momentos difíciles y aterradores por los que pase, sin embargo, por muy difíciles que fueron no cambiaría nada de mi vida, porque si las cosas hubieran sido de otra manera, posiblemente  no sería la mitad de lo feliz que soy ahora y no valoraría cada momento que paso al lado de esposo, de mi pequeño Scorpius y ahora también del bebe que esperamos con tanto amor.

Fueron muchos los que me criticaron por mis acciones, consideraron aberrante que me casara con el que había sido mi enemigo a lo largo de casi siete años, pero no me arrepiento de las decisiones que tome, solo puedo decir en mi defensa que uno no escoge a quien amar, el amor simplemente es así, inexplicable y sublimemente hermoso.

Además un gran amigo que está a punto de casarse con una chica muy linda, me dijo alguna vez  que perdonar libera el corazón de resentimientos y es verdad, perdonar me libero y me hizo la mujer más completa y feliz del mundo.

Para mi ser Hermione Granger hija de muggles, no fue fácil, pero dime que es fácil en esta vida, la magia no nos libra de los retos de la existencia.

La vida es así supongo, nos pone pruebas difíciles y juega con nosotros, pero al final solo de nosotros depende encontrar la felicidad. Yo la encontré a lado de Draco Malfoy  y deseo de todo corazón que tú también la encuentres.

FIN

Mis mas sincero agradecimiento a todos los que leyeron esta historia hasta el final, a los que me regalaron un poco de su tiempo para dejarme un comentario, un voto o ponerme en favoritos. Es por ustedes que escribo y trato de mejorar todos los días. Gracias.

Helena Grand