VIII.

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—Espero que sea algo bueno, dueña de casa— dijo Red Riot sirviéndose un vaso con vodka y sprite que encontró debajo de la mesa.

—Lo será y tu tendrás que participar— replicó con decisión y asegurándose que no se escapara sujetándolo de los hombros.

—Por favor, no me hagas besar a nadie— le comentó ya asumiendo su destino mientras lo situaban en medio de los dos mejores competidores, el contacto visual chocante con Denki fue indispensable, necesario, también.

—Tranquilo, el besar terminará siendo decisión personal— concluyó dejando aturdidos y muy confundidos a los que alcanzaron a escuchar, de su bolsillo sacó dos cartas de naipes, un as y un káiser, luego volvió a llenar los vasos de shot con el tequila que quedaba y pidió que guardaran silencio entre el bullicio de la música y bohemia. —El juego consiste en que deben levantar la carta desde la mesa con su boca, y llevarla hasta que choque con los labios de nuestro modelo especial, Kirishima— cruzó su brazo por el hombro de Eijiro que la miraba con algo de temor y desconcierto, pero aun así en silencio —Al que se le caiga la carta deberá tomarse tres shots, sin sal ni limón.


— ¿Y por qué Kirishima es el único al que deberán ponerle una carta encima?— cuestionó con gravedad Mineta que llevaba su buen tiempo observando como sus compañeros se embriagaban entre sí, pero manteniéndose sólo como espectador, lo cual era algo perturbador —Lo siento algo injusto.

—Porque yo lo decidí— replicó la de quirk de creación, posicionándose  frente a los concursantes y el "modelo" abriendo la aplicación de la cámara en su celular.

— ¿Le han preguntado a Kirishima si quiere participar?— preguntó de pronto Kaminari con dejadez, sus ojos sujetos a los de su compañero, que le devolvió la mirada con la mente muy pérdida, su campo de visión estaba borroso alrededor de la clara imagen del de quirk eléctrico. Tomó aire con fuerza y suspiró.

—Por mí no hay problema, bro— le respondió tranquilo —A no ser que a ti te moleste.

Denki se sorprendió por la disposición, pero mantuvo su actitud retraída y esperó la señal de Momo. Ashido, por otro lado, a pesar de su embriaguez de igual manera pudo sentir la tensión que se había formado entre sus compañeros, quedó atenta unos segundos, pero se abstuvo de decir algo en ese instante.

Con el beat retumbándole el oído a los presentes, Mina se agachó hasta la mesa donde estaba la carta acercándola a sus labios, soplando levemente, logró que el as se quedara junto a su boca, aprovechando que este no cayera, rápidamente se dirigió al "modelo" como había dictado Momo y lo tomó de los hombros, de puntas, fue a sus labios y se mantuvieron así por al menos unos 7 segundos, entremedio de gritos y ojos sorprendidos, expectantes de que ese delgado papel cayera o alguna mano traviesa lo sacara repentinamente. La de quirk ácido miraba divertida a su compañero, que, aunque demostrara ser un hombre seguro y atrevido, dejaba relucir sus nervios e incomodidad por la cercanía muy a la vista, esos años junto a él desde antes de entrar a la academia le jugaban a favor.

Los segundos requeridos pasaron y se separaron, la carta cayó pero el contacto de labios ya no existía, el público del curioso juego aplaudió y también abucheó, las reacciones eran diversas y algunas simplemente evitaban salir a flote, como le sucedía al oponente de Ashido, que se mantenía con una expresión apática esperando las instrucciones de Yaoyorozu, sin querer aceptar internamente que se sentía aliviado por no haber sido testigo de algún beso entre ellos.

—Acérquense— dictó Momo, señalando a Kaminari y a Kirishima —Si se quedan así de separados nunca podrán cumplir el reto.

Los llamados acataron y quedaron frente a frente, los separaba una pequeña distancia que no alcanzaba a ser 1 metro, en silencio, bajaron la mirada hacia el káiser que descansaba en la mesa, el de quirk eléctrico tomó aire y suspiró, lo suficientemente fuerte para que Eijirou se percatara pero lo suficientemente nulo para que los demás presentes no lo percibieran. Fijó sus ámbar con decisión hacia adelante y se agachó a la carta, comenzó a soplar aire hacia dentro de su boca, con delicadeza y logrando que el naipe se sujetara solo de sus labios, entusiasta y al ritmo de la música, que en ese instante movía los cuerpos de los estudiantes con Calypso de Round Table Knights, se acercó a su compañero seguro y decisivo, cosa que tomó por sorpresa al de quirk de endurecimiento, no lo creía capaz, y menos con la tensión que había quedado luego de su conversación en el patio, quedó mudo, estático, ni el beat lograba sacarlo, y así, recibió el káiser en sus labios y ese pequeño forcejeo para que la carta se mantuviera intacta. Los presentes gritaron, igual como lo habían hecho cuando fue el turno de Mina, los concursantes, sonrojados con la situación, pero sin siquiera tener conocimiento de eso, chocaron miradas y todo se volvió una competencia, la tensión creció exponencialmente, el alrededor comenzaba a verse borroso a tal punto de ya no existir en los 180° que sus ojos les otorgaban, y el revoltijo que sentían en sus estómagos lograba la amplitud suficiente como para romperles el control del yo y el súper-yo. En tal situación, bajo la influencia del alcohol, el ello tomaba absolutamente todas las riendas del asunto.

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