seven

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   "Tú puedes ser la lágrima que derramo si alguna vez nos separamos, tú puedes ser la lluvia de la nube cuando hay tormenta, o puedes ser el sol cuando brilla por la mañana. No se si alguna vez podría estar sin ti, porque chico, tú me completas, y al tiempo se que ambos lo veremos, que somos todo lo que necesitamos."

. . .

Jimin chilló de emoción levantándose de su asiento y aplaudiendo cuando Yoongi encestó, dándole así la victoria su equipo, sonrió en grande haciendo que sus ojitos se cerraran y sintiéndose muy orgulloso de su hyung.

Todos en el lugar celebraron la victoria del equipo, algunos bajaron las gradas hasta la cancha felicitando a los jugadores y Jimin solo esperó a que Yoongi recibiera miles de halagos como capitán del equipo, en ese momento una presencia a su lado lo hizo girarse observando a un chico alto de cabello rojo y gran sonrisa.

―Así que eres el novio de Yoongi, ¿cierto? ―preguntó el chico que lucía bastante agradable, llevaba una camiseta con un estampado algo infantil y jeans claros.

―Algo así... ¿Tú quien eres? ―Jimin frunció el ceño y al pelirrojo no pudo parecerle más adorable el pequeño chico.

―Yo soy Jung Hoseok, el mejor amigo de Yoongi. ―El pelirosa asintió sonriente, recordando que Yoongi había nombrado a Hoseok en algunas ocasiones.

―Mucho gusto, yo soy Park Jimin. ―Jimin extendió su manita y el pelirrojo la estrecho mientras observaba a Yoongi quien se acercaba a ellos.

―Ah no hermano, consíguete el tuyo ―bromeó Yoongi jalando a Jimin para apartarlo de su amigo.

― ¡Hyung! ¡Felicitaciones! ―chilló Jimin guindándose al cuello de su hyung, importándole poco que este estuviese sucio y empapado en sudor.

―Debo admitir que parece más un gato que un novio ―habló Hoseok refiriéndose a Jimin y este se apartó de Yoongi para mirar a su amigo mientras ladeaba su cabeza.

―Y tú pareces más un caballo que una persona, nos vemos después, estoy cansado ―Hoseok y Jimin rieron y Yoongi se despidió arrastrando al pelirosa con él hasta la salida.

―Su amigo es muy simpático, hyung ―comentó Jimin mientras caminaba junto a Yoongi.

― ¿Debería estar celoso de que pienses eso? Porque estoy celoso. ―Jimin rio y entrelazó su mano con la de Yoongi jalándolo hasta una heladería al otro lado de la calle.

―No debe estar celoso, hyung, yo soy solo suyo. ―El pelinegro sonrió convencido, dejándose guiar por Jimin y parándose detrás de él mientras hacían la fila para pedir sus helados.

Pidieron sus helados y una vez los tuvieron salieron del lugar caminando hasta el parque mientras comían en silencio, silencio que no duró mucho gracias a Jimin.

― ¡Hyung, mire! ¡Una ardilla! ¿Me la puedo llevar? ―preguntó Jimin haciendo un pequeño puchero.

―No lo creo, Jimin. Las ardillas son propiedad del parque, ellas son felices aquí con las otras ardillas ―respondió Yoongi burlón, observando como Jimin se acercaba para ver más de cerca al animalito.

― ¡Sus cachetes se parecen a los míos! ―chilló Jimin señalando a la ardilla que se había metido dos nueces a la boca y ahora sus mejillas estaban abultadas.

―Mira, si es cierto, tal vez y hasta sean familia. ―Yoongi bromeó mientras comía su helado y Jimin le sacó la lengua acercándose de nuevo a él, ignorando a la ardilla y volviendo su atención a su helado.

― ¿Cuándo nos casemos puede comprarme una ardilla? ―preguntó Jimin inocentemente mientras jalaba a Yoongi para caminar a su casa.

― ¿Vamos a casarnos? ―preguntó Yoongi haciéndose el tonto.

―Pues claro que si hyung, las personas que se aman, se casan, como Seokjinnie hyung y Namjoon hyung.

Yoongi observaba a Jimin con ternura, la sudadera amarilla que llevaba lo hacía ver más pequeño, sin embargo, su cuerpo era puro músculo y eso se mostraba en sus marcadas piernas cubiertas por aquel ajustado pantalón, su cabello rosa caía casi sobre sus ojos, haciéndolo lucir totalmente adorable, ese niño era perfecto.

Yoongi no quería admitir que aquel chico le gustaba más de lo normal, era como un pequeño rayito de sol, y hasta se sentía agradecido de que alegrara sus días aún sin saberlo.

Paró de caminar jalando el brazo del pelirosa, haciéndolo girar de forma que el chico quedó frente suyo y  este lo miró confundido mientras ladeaba la cabeza. El pelinegro pasó una de sus manos por su nuca y lo atrajo para besarlo con suavidad, sintiendo como el pequeño cedía poco a poco, dejando que el dulzor del helado se mezclara en medio del beso. Se ganaron varias miradas de la gente, algunas acusatorias y otras de ternura, pero no les importo y solo prestaron atención el uno al otro.

Jimin aferró sus manos a la camisa de Yoongi y disfrutó de la manera suave y tranquila en la que el mayor lo besaba, como si tuviesen todo el tiempo del mundo. Yoongi fue el primero en separarse acariciando su mejilla con suavidad, los ojos del pelirosa brillaban y su corazón latía con rapidez, apreciando lo bonito que era su hyung a esa distancia.

―Claro que vamos a casarnos Jimin ―soltó el pelinegro antes de besar cortamente los labios del pelirosa y luego volvió a tomar su mano para seguir caminando.

―Qué buena forma de decir qué me amas, hyung.

Ramé. | Yoonmin (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora