Crush

La audición

(Escuchar canción en multimedia)

Adrian Cassavets

—Como le estaba comentando, su solicitud ha sido de interés para nuestra universidad pero nos gustaría que por favor viniera dentro de tres semanas para escuchar su audición. ¿Le parece bien señorita Callum? —La pregunta que me hace este hombre me deja un poco pensativo pero supongo que tengo que decir que sí. Aunque, ¿audición de qué?

—Me parece bien. ¿Tengo que llevar algo extra para la audición? —cuestiono para darme una idea de lo que está pasando.

—La invito a que vea nuevamente la convocatoria, aunque lo que no debe olvidar sin duda es su chelo y una buena actitud. Entonces nos vemos en tres semanas señorita Callum, cuídese mucho. —Ambos nos despedimos y no puedo evitar comenzar a sudar lleno de nervios. ¿Chelo? Yo no sé tocar el chelo. ¿Qué voy a hacer?

—¿Entonces? ¿Qué te dijeron cariño? —dicen los padres de Amanda casi al unísono. Rayos, creo que se pueden dar cuenta de la preocupación que tengo en el rostro.

—Quieren verme en tres semanas —susurro muy preocupado pues, ¿para ese momento ya estaré en mi propio cuerpo? Sinceramente no quisiera arruinarle la oportunidad a Amanda de que pueda ir a la universidad. Rayos, ¿qué haremos?

Los padres de Amanda se acercan a mí y me abrazan muy emocionados.

—Lo sabíamos querida, ellos te quieren en su universidad —anuncia Gloria sin dejar de abrazarme.

—Lo vas a lograr Amy querida, claro que lo vas a lograr —sentencia Garret, el padre de Amanda que me regala un beso en la frente.

¿Entonces así se siente el cariño de un padre?

Ya sé, todo esto es muy confuso y debo de admitir que desde que cambié de cuerpo con Amanda, lo que más he envidiado de su vida, es a su padre. El mío murió hace unos dos años. La hemos pasado mal pero... no sabía lo mucho que lo extrañaba hasta que conocí a Garret y me di cuenta del cariño con el que trata a Amanda. Rayos, mi padre cumplirá años de muerto en dos días y no puedo dejar de pensar en el dolor que siento. Así que con una creciente tristeza y melancolía me disculpo con los padres de Amanda para ir a su habitación y llorar un poco.

Duele mucho perder a alguien a quien necesitas tanto, duele mucho no poder verlo y no poder pasar tiempo con esa persona. Me duele mucho ser parte del grupo de personas que tendrá que vivir todos sus problemas amorosos, académicos y de vida sin la guía de un padre. Le agradezco tanto al cielo que tenga a mi madre, pues la pobre ha sufrido mucho pero siempre se ha mostrado muy segura. Quisiera tener esa fuerza mental, quisiera, pero simplemente no puedo, extraño mucho a mi padre. Y es una tontería cuando la gente te dice que lo entiende, eso no es cierto, lo entiendes hasta que lo vives.

Claro que todos estos sentimientos no me han dejado en paz y debo de admitir que no he sido muy amable con la chica que ahora vive en mi cuerpo y la que vive mi vida. Si soy sincero jamás la había visto, mucho menos conocido pero me parece muy graciosa.