Cap. 10: ¡Moegi Kazamatsuri!

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Hidan y Moegi se medían en una lucha a muerte.

*tengo que acabar con él ahora. No aguantaré mucho más con esta armadura de árboles. Tengo muy poco chakra*

La pelea era cuerpo a cuerpo. Hidan utilizaba su hoz, mientras que Moegi podía crear ramas filosas que usaba como arma.

-¡MUERE MOCOSA INSOLENTE!

Hidan enterró su hoz en la armadura de árboles de Moegi, a la altura de las costillas en su lado derecho.

-Jeje... jejeje... JAJAJAJAJAJAJA te maté. Al fin te maté jajajaja

Moegi se encontraba inmóvil y boquiabierta.

Aprovechó el momento de distracción del hombre para juntar sus manos en un sello y acribillarlo con una filosa rama en su corazón.

-Te dije que te iba a matar. Maldito...

Jadeando, la sensei casi sin chakra desactivó su armadura y calló de rodillas, frente a Hidan que perdía sangre a borbotones.

-Ma... mal... maldita...

-Ya muérete de una vez

Escupió un poco de sangre que tenía en su boca y le dio un patada en el pecho al ex-akatsuki, lanzándolo hacia atrás.

-Ahh... ahh... ahh... debo ir con los niños.

Luego de caminar en dicha dirección una distancia prudente, escuchó unos ruidos que provenían del peliplata y volteó de manera acelerada.

Allí se encontraba, parado y sonriendo.

-Llegó la hora de morir, estúpida

-¡¿QUÉ?! PERO SI TE PERFORÉ EL CORAZÓN. ESTOY SEGURA.

-Y estás en lo correcto. Pero ahora te voy a mostrar mis verdaderas habilidades...

Agachándose, recogió del piso el escupitajo con sangre que Moegi lanzó y se lo tragó.

-Por Kami-sama ¡¿qué demonios haces?!

Comenzó la maldición.

Mientras su cuerpo comenzaba a tornarse negro con líneas blancas, simulando un esqueleto, aprovechó la sangre que brotaba de su pecho aún y dibujó el símbolo del jashinismo en el suelo.

-A lord Jashin le encantará este sacrificio...

Y diciendo esto, sacó la estaca de su pecho y se la clavó en el estómago.

-AHHHHHHHHHHB SÍ. Es por usted Jashin

La sensei no lo podía creer. Estaba pasmada.

¿por qué ese sujeto se autoflagelaba?

Pero antes de emitir palabra alguna, calló de rodillas al piso tomándose el mismo lugar donde se mutiló Hidan.

-AHHHHHHHHH ¿qué hiciste?- queriendo pronunciar más blasfemias. Pero la sangre que salía de su boca se lo impedía.

-Te estoy haciendo un favor estúpida...

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