El chef y la Doctora (Kojiro Shinomiya- Shokugeki No Soma)

Quirofano 8

Narra ******:

Estaba atendiendo un brazo herido, no habían llegado casos de cardiología en toda la noche, así que no tenía mejor opción que ayudar en los casos de trauma menores.

- ¿Podría quedarse quieto?- le pregunté al señor, ya estaba cansada, quería dormir, y no había llegado nada que fuera cardíaco. Y ahora me tocan señores que no saben obedecer una simple orden, como es quedarse quieto

- es que me duele- dijo tapándose la vista con la otra mano

- pues debió haber pensado eso antes de ponerse a jugar con esa corta plumas - después de eso él quedó en silencio, no había nada más que decir, era verdad lo que le había dicho. Si no quería sufrir o salir herido, para que hacen estupideces.

Una vez había logrado terminar de poner los puntos me fui a sentar junto a las secretarias que recibían las llamadas.

- aburrida, ¿Eh? - me dijo una de ellas sin separar la vista del computador

- si... No ha habido nada de cardio. Siempre cuando no estoy, me dicen que llegan, por ejemplo, la noche de ayer me dijeron que llegó un señor con el corazón en el lado opuesto, ¿Sabes cuan extraño es encontrar a alguien con ese síndrome?, Pero claro, yo no estaba porque no era mi turno.

- bueno, hay suerte y suerte, en lo personal prefiero una noche tranquila, menos llamadas, menos trabajo, menos muertos, y todos felices- me dice tomando café

- todos felices, menos los que tenemos turno y no podemos dormir. - le digo mientras le quitaba un sorbo de su tasa de café

- ¿Que prefieres? No hacer nada pero que nadie muera, o trabajar sin descanso, pero con posibilidades de que alguien muera

- si lo pones de esa forma es claro que voy a escoger la segunda opción, mientras menos personas mueran, todo es mejor.

- ves... Ahora deja de reclamar... Y también deja de tomarte mi café, consigue el tuyo - me dijo al ver que casi me acababa su café

- perdón - le dejé la tasa en la mesa y luego me levanté- bueno... Yo ahora me voy a buscar algo que hacer... Tal vez me encuentre con algún corte en un dedo o algo así... - dije mientras me marchaba.

Comencé a observar la sala de emergencia, todo estaba tranquilo, era una noche de paz, no habían llegado problemas, y hasta habían doctores (como yo) que no tenían nada que hacer

- la paz antes de la tormenta- dijo uno de mi colegas parándose al lado mío, mientras observaba la sala vacía-

- ¿Que? ¿Crees que ocurrirá un terremoto o explotará un autobús? - le dije por su comentario anterior

- uno nunca sabe... - dijo actuando como si fuera un genio reconocido

- no te hagas el sabio, que de sabio no tienes nada

- que mala eres

- no soy mala, soy así cuando no tengo nada que hacer - dije mientras le ponía los ojos en blanco, me aburría a veces todas las estupideces que hablábamos

- ¿Entonces eres mala por aburrimiento? - dijo riendo

- ¿Y tú eres idiota por aburrimiento? -le dije sin reírme, no le veía lo gracioso al comentario anterior

- estás muy seria hoy, qué tal si vamos a inflar unos guantes de látex, le ponemos cara y vamos a alegrar unos niños? - dijo riéndose

- bien, vamos - rei un poco, hacer eso en verdade animaba, me traía bonitos recuerdos, y era algo que podíamos  hacer- pero hay que estar atentos, no sabemos cuando pueda llegar una emergencia.

- que pase lo que tenga que pasar - dijo mientras se daba la vuelta para ir a la bodega

- ¡Deja de hacerte el interesante!

Comenzamos a caminar en dirección a la bodega cuando de repente se escuchó por los altavoces.

- Los doctores ***** y Roberts se necesitan en la puerta de emergencia

De inmediato sali corriendo junto a mi compañero a la entrada de emergencias.

Al llegar me encontré con uno de los enfermeros, y unos cuantos internos.

De repente se escuchó el sonido de la ambulancia, llegó y abrieron las puertas.

- ¿Que tenemos?

- Mujer de 57 años, ya había sufrido un ataque al corazón cuando habíamos llegado, llevamos 10 minutos asiendo masaje cardiaco- dijo el paramédico mientras entraba a la mujer en la camilla.

- inyecten anticuagulantes, intenten mantenerla estable, solicitaré un quirófano para hacerle un bypass

Salí rápidamente y me dirigí a ver cuál era el quirófano que podía ocupar.

Llegue al mesón y dije:

- operación de bypass a la señora que acaba de llegar a emergencia, contáctence con la familia

- quirófano 8, el anestesista ya está en el quirófano y la familia vienen en camino

- Excelente-

Salí corriendo en dirección al quirófano.

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Narra Shinomiya:

No puede ser

No puede ser

No puede ser

Mi madre va a morir, sabía que ella no estaba bien, pero ella seguía insistiendo.

¿Por qué?

¿Por qué le hice caso y no la lleve al tiro al hospital?

Una vez se la llevaron los paramédicos, todos los que estábamos en el restaurante nos subimos en los autos que habían y no dirigimos a la clínica.

El auto en el que estoy está totalmente en silencio, el autocontrol creo que lo estoy perdiendo a cada minuto que pasa.

Siento como me toca la espalda Challepe intentando calmarme, yo solo estoy mirando el piso mientras me sujeto la cabeza con ambas manos, no puedo creer que este pasando todo esto.

- Ya llegamos- escuché a Donato mientras se disponía a frenar el auto

En el momento en el que sentí que el auto freno salí corriendo del auto en dirección a la clínica.

Escuché como Hinako me gritaba que esperara y que no fuera corriendo, pero no podía evitarlo, no sabía cómo estaba mi madre.

Llegue rápidamente a la sala de emergencias de la clínica, y me dirigí a mesón lo más rápido que pude.

Pregunté por ella, y lo único que hizo la señora atrás del mesón fue mirarme.

Me desespere, al no obtener respuesta. Y me lance en dirección hacia ella con la intención de sacarle la respuesta como fuera, pero sentí como me sujetaban de la espalda, al voltear pude notar que era Hitoshi con Donato quienes me sujetaban.

Me intente safar pero ellos me sostenían.

- calmate, ella está buscando la información, no te puedes poner así de violento - me dijo Hitoshi intentando que parará de forcejear.

- La señora está actualmente en el Quirófano por haber sufrido un infarto, le aconsejo esperar en la sala de espera, cuando tengamos noticias y  haya salido de la operación, el doctor a cargo ir a informar la situación. - dijo la mujer intentando calmarse después del susto que le había generado.

Bajé la cabeza, ya no podía hacer nada. Todos me llevaron a la sala de espera, donde nos sentamos a esperar las noticias.

Todos estábamos en silencio, yo me aleje de ellos, quería pensar.

Me senté en una silla distante a ellos, y mientras sujetaba mi cabeza, mire el piso, pensando que es lo que haría que la perdía ahora ...