But I still want you [Victuri]

#24

Me tomo mucho tiempo pisar de nuevo la cafetería a la que íbamos juntos.

La primera vez que asistí solo, a pocos días de tu boda, sentí que me ahogaba. Sentí que mis pulmones se cerraban, que mi cabeza daba vueltas, así que salí corriendo. No podía estar ahí.

Pero tarde o temprano, Victor, pasan las estaciones.

Y dejó de dolerme tu recuerdo.

Ahora, cuando pienso en ti, en tus besos, en tus palabras de amor, en tus caricias, en tus promesas, sonrío. Porque fuiste una bonita primavera. Una primavera única acompañada de una deliciosa brisa. Antes me recorría una gélida sensación por el cuerpo al pensar en ti. Ahora es como si me calentara el sol de invierno.

Después de casi dos años, finalmente puedo volver a ese lugar que fue único para nosotros. Y puede que todo luzca igual, pero ya no soy el mismo. Tú ya no lo eres.

Así que estoy sentando en el gabinete más escondido de la cafetería, justo donde solíamos sentarnos. 

Te recuerdo sentado frente a mí, ladeando tu cabeza sonriéndome, moviendo tu platinado flequillo.

Te recuerdo con las mejillas ligeramente sonrojadas.

Te recuerdo tomando mi mano tímidamente sobre la mesa, para después soltarla.

Bebo el último trago de mi café frío cuando entras por la puerta... Y mi corazón se detiene. Han pasado tantos desde la última vez que te vi.

Creí que estaría listo para cuándo esto pasara.

Trato de encogerme en el asiento e incluso pienso en la posibilidad de esconderme en el baño, sin embargo, permanezco en mi lugar; no aparto la mirada de ti. ¿Te has cortado el cabello o sólo lo peinaste diferente? No importa realmente, porque sigues viéndote increíble.

Esperas pacientemente en el mostrador. No puedo evitar sonreír al notar que bailas un poco en tu lugar, al aparecer ese viejo hábito aún lo conservas.

Sólo han pasado unos minutos cuando el chico del otro lado te entrega tu vaso desechable, asientes con la cabeza -e imagino que sonriendo-. Me permito soltar todo el aire que retenía en mis pulmones cuando sales por la puerta.

Me acomodo nuevamente en mi lugar, creyendo que estoy a salvo de cualquier cosa, aún sonriendo ligeramente por haberte visto actuar como antes en la cafetería, cuando te veo pasar por el otro lado del ventanal.

Y tú miras en mi dirección.

—Yuri. —articulas.

Tus ojos azulados están sobre los míos y una sonrisa, una preciosa sonrisa, atraviesa tus labios. 

¿Se acuerdan cuándo dije que este fic tendría actualizaciones seguidas? JAJAJA, ni yo. Lo siento, lo siento, pero he regresado a la universidad y ME TIENE LOCA. 

Intentaré organizarme para no dejar de escribir.  <3

Gracias a todes por leer. uwu

Les amo. Y recuerden, no importa cuánto tiempo tarde en actualizar, tengan por seguro que terminaré este fic. I PROMISE!